Fitch ve blindadas las notas de Repsol, Ferrovial, Enagás, Cellnex y Red Eléctrica
Fitch anticipa que el impacto económico de la crisis sanitaria será especialmente duro en España
La inestabilidad y la incertidumbre que se han instalado en los mercados por culpa del Covid-19 no tiene parangón. Los inversores han soportado enormes pérdidas y, el camino, pese a haberse despejado al calor de las noticias sobre el relajamiento de los confinamientos en diferentes países del mundo, no está todavía nada claro.
En este difícil contexto, los expertos de la agencia de calificación Fitch Ratings se han empleado a fondo en su tarea de medir los riesgos que amenazan a cientos de empresas. El mensaje principal que se infiere es que, en su opinión, el daño de la pandemia tardará en ser contenido, la economía necesitará tiempo para recuperarse del duro golpe y las empresas se van a ver obligadas a cambiar ante la magnitud del desafío.
“Nunca antes hemos visto a nivel de la economía global un shock tan rápido y profundo”, comienza diciendo Brian Coulton, economista jefe de Fitch. Según los cálculos que maneja la agencia, el PIB estadounidense ha sufrido un frenazo del 20% en relación a los niveles normales de actividad. “Durante la Gran Depresión, el PIB estadounidense cayó un 20% a lo largo de tres años, que es el mismo declive que se ha sufrido en dos o tres semanas”, ilustra.
Con este súbito hundimiento del PIB, Coulton prevé que el paro se dispare en muchos países. España, debido a la importancia del sector turístico en la economía y en el empleo, se encuentra más expuesta si cabe. El experto señala que no cree que el PIB recupere sus niveles de finales de 2019 hasta bien entrado 2021, mientras que el paro no volverá a las cifras previas a la crisis del Covid hasta pasado el año que viene.
En esta futura recuperación y en la supervivencia de las empresas a esta crisis, jugarán un papel clave los gobiernos y los bancos centrales. En este sentido, Coulton aplaude las ayudas impulsadas por la Reserva Federal estadounidense para favorecer una liquidez suficiente en las empresas.
Pilar Auguets, directora de utilities ibéricas de Fitch, hace especial hincapié en la importancia de la liquidez para las compañías. “Desde el punto de vista de análisis de crédito, garantizar la liquidez y la gestión de la caja es la primera línea de defensa o de ataque para las empresas y todas las medidas que vayan dirigida a garantizarla son bienvenidas”, dice la experta.
Tras la liquidez, Auguets recuerda que viene el día a día y las operaciones de las empresas. En su opinión, muchas se verán obligadas a reducir su tamaño para sobrevivir al desplome de la demanda. “Aquellas medidas que vayan destinadas a flexibilizar los costes fijos, como por ejemplo el de personal, van a tener que ser necesarias post-Covid; no solo es liquidez, son muchas cosas”, advierte.
Auguets señala que durante la semana pasada, un tercio de las revisiones de calificación que Fitch llevó a cabo finalizó en un deterioro de la nota. De estas empresas afectadas, tres de cada cuatro tenían una calificación por debajo del grado de inversión. “Como uno se puede imaginar, las empresas por debajo del grado de inversión tienen una posición de liquidez mucho más débil y una menor flexibilidad para afrontar crisis repentinas como ha sido la del Covid”, apunta la experta. En cambio, el 60% de las empresas en grado de inversión que analizaron pasó el examen y tanto la calificación como la perspectiva quedaron intactas.
Por sectores, Auguets expresa que aerolíneas, hoteles, turismo, juego, ocio y la venta minorista, especialmente la que no es de comida, se llevarán la peor parte del golpe. La industria también ha sufrido por el cierre de fábricas y las materias primas y el petróleo han acusado un duro golpe por la caída en la demanda y la guerra de precios en el caso del último. Aunque ahora, según Auguets, el acuerdo de la OPEP+ ayudará a contener el daño pese a que no resuelva el problema de fondo. En el lado de los sectores resistentes, farmacéuticas, empresas de telecomunicaciones y, sobre todo, utilities, son los que, aunque no estén exentos de problemas, están más protegidos ante la crisis del Covid.
Dentro del Ibex y bancos aparte, Fitch tiene rating público de 13 de sus integrantes. “Rebajamos la calificación de ArcelorMittal, el resto han sido mantenidos, aunque hemos cambiado algunas perspectivas a negativas”, detalla Auguets. Una de esas empresas con peor panorama futuro es Repsol, que pasó de perspectiva positiva a neutral debido al panorama de precios en el crudo. La experta desvela que la ven manteniendo su triple B sin problema.
Ferrovial fue afirmada en su calificación hace poco. Cellnex también, y aunque todavía no hayan analizado Telefónica y MásMóvil, Auguets incide en que es un sector resistente. Respecto a Enagás y Red Eléctrica, Fitch está “muy tranquila” y no prevé movimientos en su calificación en los próximos meses.
La banca española ante el temporal
Rebaja
A finales de marzo, Fitch analizó a la banca española. Cristina Torrella, responsable de los ratings de bancos en España, Grecia, Chipre y Andorra, asevera que en las últimas cuatro semanas han revisado más de 100 bancos europeos y que, como resultado, han asignado una perspectiva negativa a cerca de la mitad. “En el caso de la banca española está claro que no ha sido inmune a esta presión a la baja en los ratings ni al impacto de la crisis del coronavirus”.
Bajo presión
Torrella adelanta que Fitch va a ampliar su previsión de caída del PIB de la economía española para 2020, actualmente en el 4%. Según refiere, los bancos no son ajenos a este deterioro y ello explica las últimas decisiones sobre ellos. “De 19 grupos bancarios que revisamos, solo seis se pusieron en vigilancia negativa [que implica una posible degradación de la calificación en seis meses], solo hubo una bajada de rating y el resto se puso en perspectiva negativa [en la que no existe tanta presión de un recorte de la nota a corto plazo]”.
Posición reforzada
La experta de Fitch considera que los bancos han llegado a esta nueva crisis más fuertes. “Para saber cuál de los grandes bancos va a resistir mejor me fijaría en el rating. Tenemos a Santander con A- y perspectiva negativa; a BBVA con A- y vigilancia negativa; a CaixaBank con BBB+ y perspectiva negativa, mientras que Sabadell y Bankia gozan de un triple B con vigilancia negativa”, detalla.