El fin del curso escolar, pendiente de la progresiva salida tras el confinamiento, según Montero
El Consejo Escolar recomienda que las repeticiones escolares sean algo extraordinario
Montero ha insistido en que se trabaja en varias hipótesis, que no las comenta para no aumentar las especulaciones. La próxima reunión de este organismo formado por las comunidades autónomas, sindicatos de enseñanza, patronales y organizaciones de padres de alumnos y estudiantes tendrá lugar el 5 de mayo.
El aprobado de la tercera evaluación supondrá el aprobado de las dos anteriores
El organismo ha acordado que las clases no se prolonguen al mes de julio, como se había barajado por parte de algunos centros, para los 8,2 millones de alumnos de las enseñanzas regladas no universitarias afectados por el cierre de las aulas. "Hay que tener en consideración que el profesorado, el alumnado y las familias están haciendo un esfuerzo para seguir el curso con la formación no presencial; ahora no están de vacaciones y la carga psicológica que han tenido que soportar también exige un tiempo normal de descanso", señalan.
El Consejo Escolar del Estado (CEE) ha establecido dos escenarios. El primero, considerando que las clases se reanudan tras el confinamiento. En este supuesto, el trabajo educativo se debería centrar en el repaso, profundización y afianzamiento de los contenidos y aprendizajes fundamentales de cada materia y en las competencias básicas abordadas desde el comienzo del presente curso hasta el mes de abril. Una vez reanudadas las clases presenciales, los centros y el profesorado adaptarán sus actividades lectivas a las nuevas circunstancias, a partir de una reducción y condensación de los currículos orientada al desarrollo de los aprendizajes fundamentales y las competencias básicas.
Recomienda que la convocatoria extraordinaria sea en septiembre
Las evaluaciones estarán basadas en el grado de adquisición por parte del alumnado de los objetivos educativos, los contenidos, aprendizajes y competencias señalados y trabajados, tanto en casa por el alumnado durante el confinamiento, como en las clases presenciales a partir del momento que éstas pudieran realizarse. Las tareas educativas llevadas a cabo en casa, se propone sean evaluadas, mediante informes personalizados del alumnado, atendiendo a sus condiciones tecnológicas y de conectividad para la creación del conocimiento (la brecha digital no puede ser la causa de una evaluación negativa de los aprendizajes y las competencias).
La evaluación del tercer trimestre en cada una de las materias, si resulta positiva, se entenderá, siempre que sea posible, como recuperación de las anteriores para aquellos alumnos que tuvieran una o las dos insuficientes. En cualquier caso, la evaluación final tendrá en consideración las evaluaciones de los tres trimestres. La comisión permanente del Consejo Escolar del Estado ha desestimado este martes la propuesta de suprimir las repeticiones este curso como medida "excepcional" ante la suspensión de las clases presenciales por la pandemia del coronavirus.
La prueba de acceso a la universidad se realizará entre el 22 de junio y 10 de julio
La propuesta había sido presentada por la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE) y reclamaba "modificar la normativa necesaria de forma excepcional para que durante el presente curso ningún estudiante repita curso". Lo sustentaban en base al coste económico que tiene para el Estado, calculado en 2.800 millones de euros y el daño psicológico que provoca en los alumnos.
Sin embargo, la comisión permanente del Consejo Escolar del Estado ha dado su visto bueno a la recomendación propuesta por su presidente, Enrique Roca, para limitar la repetición como algo "realmente extraordinario" este curso ante las "circunstancias especiales de la pandemia".
Si no hubiera más clases
En el segundo escenario, en el de que los alumnos no volvieran a las aulas este curso, la evaluación final de Segundo de Bachillerato en cada una de las materias tendrá en consideración las evaluaciones de los dos primeros trimestres y la del tercero, como recuperación de las dos anteriores y, en consecuencia, permitirá la obtención del título de bachillerato y habilitará para realizar las pruebas de acceso a la universidad.
Respecto a la Formación Profesional, en el caso de que las prácticas no puedan hacerse telemáticamente propone que su duración se reduzca al mínimo de horas que la legislación permite, y si no fuera posible, se convaliden por la superación del módulo de proyecto, para que ningún alumno o alumna pueda ver perjudicada su titulación por las excepcionales circunstancias actuales.
El Consejo Escolar del Estado sugiere que las pruebas extraordinarias para todos los cursos, en caso de que se consideren imprescindibles en las distintas etapas educativas, se realicen en septiembre, con el fin de aprovechar al máximo el tiempo de actividad lectiva en el mes de junio, sea esta a distancia o presencial.
Por otra parte, el órgano consultivo que integran representantes de toda la comunidad educativa ha rechazado la propuesta del sindicato CSIF para que las pruebas de acceso a la universidad, la antigua Selectividad, tengan una fecha única en el conjunto de España.
El Ministerio de Educación y las comunidades autónomas acordaron hace dos semanas celebrar la denominada Prueba de Bachillerato de Acceso a la Universidad (EBAU) entre el 22 de junio y el 10 de julio, después de posponer la prueba tras la declaración del Estado de Alarma.
Los servicios que no se presten en los coles no se deben cobrar
La patronal Escuelas Católicas ha admitido que sus centros educativos concertados "siguen necesitando las aportaciones voluntarias de las familias" a pesar de la suspensión de las clases presenciales por el coronavirus, pero subraya que estas aportaciones "son siempre voluntarias" y "contribuyen al sostenimiento de las fundaciones e instituciones mayoritariamente sin ánimo de lucro". Escuelas Católicas responde así a "la polémica que está surgiendo estos días sobre las aportaciones voluntarias de los padres y sobre el pago de otras cuotas en colegios concertados", y recuerda que estas aportaciones "se acogen a la Ley 49/2002 de Mecenazgo y la Agencia Tributaria", que admite que "pueden ser objeto de desgravación fiscal por parte de los donantes, al no suponer la contraprestación por un servicio concreto".Esta patronal, con unos 2.000 centros privados sostenidos con fondos públicos en toda España, distingue estas aportaciones de "las actividades o servicios cuya prestación se ha suspendido, como aulas matinales, comedor, transporte o extraescolares, que se costean mediante cuotas reguladas" y que "obviamente no se deben cobrar", asegura. También precisa que sus centros no están cobrando a las familias con hijos en la etapa de 0 a 3 a años de Educación Infantil porque "el servicio educativo no se está prestando ni es posible realizarlo telemáticamente".
Sin embargo, sí se está haciendo en el caso de estudiantes de Bachillerato, al ser una etapa no concertada. "Lo mismo ocurriría con aquellos otros servicios que se siguen prestando telemáticamente, como logopedia y orientación", añade. Escuelas Católicas afirma que sus centros "se ven tan afectados comotodo el país por la crisis sanitaria y económica". Por ello "siguennecesitando las aportaciones voluntarias de las familias que han elegido apoyar su proyecto socioeducativo" ya que, apuntan, "el Estado no cubre la totalidad de los gastos reales de la enseñanza concertada, como admiten todos los estudios oficiales". En un comunicado, la patronal de centros concertados lamenta que"constantemente se ponga en tela de juicio a la enseñanza concertada" y se atribuya "a todo un sector prácticas individuales aisladas". "Si algún colegioestá realizando una mala práctica, se debe controlar, pero no es justosembrar la sospecha sobre todo el colectivo", critica.