El automóvil se reúne de urgencia para elaborar un plan de choque
Anfac, Faconauto y Sernauto trabajan ya en una estrategia con medidas para la reactivación del sector y que presentarán "próximamente" al Gobierno
Las principales patronales del sector de automoción en España se reunieron este miércoles vía telemática para establecer unas primeras líneas de un plan de choque que relance a la industria del automóvil tras el impacto sufrido por el coronavirus.
Según fuentes del sector, las patronales de fabricantes de vehículos -Anfac-, concesionarios -Faconauto- y proveedores -Sernauto- trabajan ya en la elaboración de una estrategia con medidas para la reactivación del sector de automoción que presentarán "próximamente al Gobierno".
El plan incluirá medidas que apoyen la recuperación del mercado y mejoren la competitividad de la industria, con el fin de retomar la producción y la actividad comercial en los niveles que serían deseables para que el sector.
Además, las asociaciones propondrán "medidas urgentes y extraordinarias" que sirvan para minimizar el impacto que están teniendo el Covid-19 sobre el automóvil, que representa el 10% del PIB y el 9% de la población activa de España.
Los fabricantes de vehículos en España han presetado Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para más de 60.000 trabajadores. Antes incluso de que se decretara el estado de alarma, las patronales ya reclamaron al Ejecutivo la apertura y habilitación de un fondo extraordinario de ayudas al sector de automoción - que representa el 10% del PIB y el 9% de la población activa- para la recuperación industrial y del mercado.
Los proveedores de automoción necesitarán entre seis meses y un año para estabilizar su actividad y recuperar los niveles de facturación previos a la crisis del coronavirus. Según Sernauto, la industria auxiliar ingresará un 20% menos en el primer trimestre del año en comparación con el mismo periodo de 2019 por la alarma sanitaria.
Las ventas de turismos y todoterrenos en España registraron en marzo su segundo peor dato desde que se tienen registros –año 2000- debido a la crisis del coronavirus. Se situaron en 37.644 unidades, lo que supone una fuerte caída del 69% en comparación con el mismo mes de 2019.
En las últimas dos décadas, la cifra de matriculaciones más baja se dio en septiembre de 2012 -en plena crisis económica y con el Gobierno de Mariano Rajoy pidiendo un rescate a Bruselas para salvar el sector financiero-, con unos 35.000 coches comercializados.
La actividad de los concesionarios cesó totalmente desde que se declarara el estado de alarma, tanto en su parte comercial como en posventa -salvo los servicios de urgencia-. Faconauto prevé que los concesionarios dejarán de facturar 2.500 millones de euros debido a la crisis del Covid-19 y que se presentarán Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor que afectarán a unos 151.000 trabajadores en toda España, mientras que otros 10.000 se mantendrán operativos para atender las peticiones urgentes.
Por su parte, Ganvam estima que la pandemia del coronavirus ha provocado hasta el momento el despido de 5.000 personas en el sector de la distribución de automóviles.
El automóvil se encuentra en plena transformación -de la combustión a la electrificación- y este año también ha entrado en vigor una nueva normativa de emisiones europea, que obliga a los fabricantes a que la media de sus automóviles vendidos en la región este año no genere más de 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. Si sobrepasan el límite enfrentarán multas de 95 euros por cada gramo superado.
El partido Partido Popular ha registrado una proposición no de ley en la que exige al Ejecutivo "poner en marcha nuevas medidas en materia tributaria" para que fabricantes de automóviles y componentes, concesionarios y talleres puedan "recuperar progresivamente su actividad y los ingresos para garantizar que el 100% de sus plantillas conserven su trabajo durante los seis meses posteriores a la reanudación de la actividad tras el ERTE".