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Operaciones

El Gobierno estudia imponer una ‘acción de oro’ en BME para autorizar su venta a Six

La firma suiza y el Estado firmarán un acuerdo para aprobar la compra; Economía sopesa condicionar los derechos de voto del comprador

Javier Hernani, consejero delegado de BME, y Nadia Calviño, vicepresidenta de Asuntos Económicos.
Javier Hernani, consejero delegado de BME, y Nadia Calviño, vicepresidenta de Asuntos Económicos. Pablo Monge

El primer trámite de la opa de Six, el gestor de la Bolsa suiza, por BME ha pasado el examen con sobresaliente. Competencia no ve ningún problema en la adquisición. Pero queda mucha tela que cortar. El Gobierno tendrá la última palabra y, según fuentes financieras, no será una luz verde sin más. De entrada, todos los compromisos planteados ya por la empresa helvética deberán plasmarse en un acuerdo entre el Estado y el comprador. Será una suerte de acción de oro, con la que el Gobierno se guardará capacidad coercitiva, en caso de que se incumplan las condiciones firmadas, según fuentes conocedoras del proceso.

El gestor de los mercados oficiales españoles es considerada una empresa estratégica para el país, de ahí que su cambio de control requiera la autorización administrativa del Gobierno de turno. Es una compañía extremadamente regulada, tanto por el Ministerio de Economía como por la CNMV. El supervisor de los mercados, entre otras cuestiones, debe dar luz verde a sus tarifas y está sometida a numerosas autorizaciones. Incluso las comunidades autónomas tendrán su voz en la decisión del Ejecutivo. No en vano, BME es la gran infraestructura de los mercados españoles.

Six ya planteó de forma preventiva una serie de garantías para BME. Mantendrá “al menos por un periodo de cuatro años las marcas actuales de BME y las actuales actividades de negocio, su sede, la localización de oficinas y su estrategia en España”. También indicó que prevé mantener un “grado suficiente de independencia para el negocio de BME”. Fuentes conocedoras de las intenciones de Six señalan que está abierta a mejorar esos compromisos; por ejemplo, ampliar el periodo más allá de los cuatro años de blindaje.

Entre las cuestiones que se barajan para conceder la autorización están las inversiones en España (Six destina unos 128 millones de euros anuales). También la obligación de solicitar consentimiento para tomar determinadas decisiones e incluso avales que blinden áreas operativas de BME.

Economía puede plantear incluso la retirada de los derechos de voto de Six en BME si los compromisos adquiridos se rompen. Un portavoz del ministerio que dirige Nadia Calviño declinó hacer comentarios sobre esta información. Una portavoz de Six explica que la empresa que gestiona el mercado helvético no está en conversaciones de ningún tipo con las autoridades españolas, aunque matiza que su compromiso con BME y con España es máximo y que están abiertos a estudiar las propuestas que le exponga el Ejecutivo español.

Entre los planes de futuro de Six que ya se conocen está trasladar a Madrid su negocio de clearing (compensación, en la jerga bursátil española), como explicó el director financiero de Six, Daniel Schmucki, en una entrevista publicada el 30 de noviembre en CincoDías.

La propia Six señala en un documento que su actual tecnología para renta variable, ahora propiedad de Nasdaq, podría ser reemplazada por la de BME. “Durante tres años, en conversaciones con reguladores, Six prevé seleccionar las plataformas más óptimas para ofrecer un servicio orientado al cliente”, añade en el escrito.

Otras posibles líneas estratégicas que baraja Six es expandir al mercado español su negocio de servicios bancarios, así como hacer compras en el segmento de clearing. También espera ser el tercer operador europeo y utilizar BME como trampolín para expandirse por Latinoamérica.

En realidad, el objetivo de Six es hacer de BME y de España su cuartel general en la UE. Los directivos de la empresa suiza niegan que el factor de que la Comisión Europea retirara a Suiza el pasado julio el estatus de mercado equivalente –lo que obliga a los intermediarios europeos a comprar las acciones de una empresa helvética en una Bolsa de la UE siempre que sea posible– haya pesado en la decisión de lanzar la opa. Sin embargo, otras fuentes indican que esto es clave para entender la oferta sobre BME.

Six cuenta con unos asesores de postín en su oferta. Tiene a Credit Suisse, Alantra y Santander, así como a BBVA y CaixaBank. Sus asuntos legales están en manos de Linklaters. Mientras, BME está escoltada por Morgan Stanley y por Latham & Watkins como asesor legal.

Los plazos de la operación

Economía. El Ministerio de Economía inició el lunes el proceso de aprobación de la opa sobre BME, para lo que cuenta con un máximo de 90 días naturales. Se debe pronunciar a más tardar a mediados de mayo. En este tiempo debe recibir un informe de la CNMV, obligatorio en operaciones de esta naturaleza, en el que emita su opinión sobre la opa. También las comunidades autónomas donde BME con cuenta con una sede (Madrid, Cataluña, País Vasco y la Comunidad Valenciana) deben dar su visto bueno.

CNMV. El supervisor debe aprobar también el folleto de la opa, como siempre en este tipo de operaciones. La ley indica que el organismo presidido por Sebastián Albella cuenta con 20 días hábiles para ello, aunque puede reiniciar el proceso cada vez que requiera más información. Una vez que la CNMV dé luz verde al folleto, el comprador debe establecer un periodo de aceptación, en el que los accionistas decidan si acudir o no a la opa. La ley establece que debe ser de entre 15 y 70 días. Todo apunta a que será amplio, lo que postergue la opa a junio. Los posibles competidores de Six, como Euronext, que ha fichado a Rothschild, a Société Générale y Allen & Overy, tienen de plazo para presentar una contra opa hasta cinco días antes del fin de este plazo.

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