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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Tres títulos para invertir en tecnología 5G

TSMC, ASML y Teradyne son las tres empresas por las que en algún momento deberían pasar los flujos de valor

GettyImages

La tecnología 5G se está extendiendo más rápido de lo previsto, aunque está en fase inicial de desarrollo. Una prueba de fuego para la 5G van a ser los próximos Juegos Olímpicos de Tokio, con un escenario denso en nodos de comunicación y un masivo intercambio de datos. Esta red inalámbrica promete alta velocidad, baja latencia y poder hacer realidad aplicaciones para vehículos autónomos hiperconectados, entre otras muchas. Ya hay implantaciones operando en distintos países, pero con prestaciones limitadas respecto a sus posibilidades teóricas. En cualquier caso, para desarrollar este futuro 5G harán falta cuantiosas inversiones, especialmente en infraestructura, equipos de comunicación y software.

En esta fase inicial, pocas son las empresas que han podido beneficiarse económicamente de las actividades 5G, pero el potencial es enorme para medio y largo plazo. Si un inversor desea tener exposición 5G, una estrategia pasa por identificar las compañías que van a recibir los primeros flujos positivos derivados exclusivamente de esta actividad. En el inicio de la cadena de valor genérica 5G, hay tres grupos de empresas bien diferenciadas: las que hacen los equipos para producir circuitos integrados, las que fabricarán esos chips y las que verificarán si esos circuitos funcionan correctamente. Después vendrá todo lo demás (módems, torres, smartphones, operadoras, apps, etc).

Los chips 5G utilizarán la última tecnología en materia de miniaturización, acercándose al límite de la evolución que marca la ley de Moore. Esto dispara los costes de inversión e induce a que el mercado se concentre en unas pocas empresas capaces de producirlos. En este contexto, vamos a seleccionar una compañía para cada uno de estos tres grupos de actividad.

Comenzamos con la holandesa ASML, que ofrece una sofisticada maquinaria de sistemas de litografía láser robotizada, destinada a la producción de semiconductores. En este selecto segmento de mercado, ASML es líder destacado.

En 2019, la compañía mejoró sus ingresos un 8% y obtuvo unos beneficios similares al 2018. Sus dos principales mercados son la producción de circuitos lógicos y memorias. El primero tuvo un buen comportamiento durante 2019, pero el segundo registró menos actividad, aunque se espera una fuerte recuperación para el 2020. ASML cotiza en la Bolsa de Amsterdam.

La americana Intel es el líder mundial en ventas de semiconductores y tradicionalmente diseña, fabrica y comercializa sus productos; pero este modelo de integración ha dejado de ser lo más habitual en la industria de los semiconductores. Hoy hay muchas organizaciones sin fábrica (fabless), que diseñan y comercializan, subcontratando la fabricación de sus chips a compañías especializadas; en el argot del sector, se denominan fundiciones (foundries). Aunque desconocidas por el gran público, estas fundiciones están detrás del éxito de empresas como Apple, AMD o Qualcomm, por ejemplo. El líder destacado de las foundries es la compañía TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company), que está entre las primeras 30 con mayor capitalización en bolsa. Tiene varias plantas en Taiwan y China, pero actualmente está finalizando un proyecto muy especial, denominado Fab 18. Esta fábrica va a ser clave para su futuro y el sus clientes, ya que es la primera que tendrá una tecnología de 5 nm (estructuras 1000 veces menores que un glóbulo rojo); sin esta planta, buena parte de los chips 5G no podrán alcanzar el mercado en el tiempo preestablecido. La Fab 18 representa un auténtico récord en inversión para las fábricas de semiconductores: 17.000 M$ (equivalente a la capitalización bursátil de Ferrovial, por ejemplo).

TSMC tuvo en el 2019 unos ingresos similares al año anterior, con un sensible crecimiento de productos basados en la tecnología precedente de 7 nm. Cotiza en la bolsa de Taiwan y en el Nasdaq norteamericano.

Después de fabricar los chips y las tarjetas electrónicas, será necesario verificar su funcionamiento. La norteamericana Teradyne es líder destacado en este sector de las máquinas ATE (Automated Test Equipment), con una amplia oferta de sistemas de prueba para semiconductores, tarjetas electrónicas o equipos wireless, por ejemplo.

Sus ingresos en 2019 mejoraron un 9,2% y sus beneficios un 6,2%, respecto al año anterior. Teradyne cotiza en el Nasdaq.

La revalorización de esta pequeña cartera compuesta por ASML, TSMC y Teradyne ha sido espectacular. Durante el último año, los títulos han subido el 66%, 44% y 84%, respectivamente, mientras que en los últimos 5 años el aumento registrado ha sido de un 198%, 142% y 257%.

Si nos centramos en el PER, para ASML es de 42, mientras que para TSMC y Teradyne están cercanos a 24. El primero es alto, pero los otros dos parecen más atractivos. En cualquier caso, las tres compañías tienen un PER por encima de la media de la bolsa, con las dos últimas por debajo de la del sector de semiconductores (34).

La salud financiera de las tres empresas se presume satisfactoria. El ratio de deuda sobre capital propio es de 25%, 9% y 26%, lo que supone un endeudamiento muy contenido. Los directivos de estas empresas prevén un buen ejercicio 2020. Incluso deben pensar que las acciones están a buen precio. En este sentido, ASML ha anunciado un plan de recompra de títulos por valor de 6.000 millones de euros y Teradyne de 1.000 millones de dólares.

Desde el punto de vista del riesgo, TSMC ha sido claramente la empresa menos volátil del grupo durante los últimos 5 años (beta de 0,62), seguida por ASML (1,06) y Teradyne (1,56).

En definitiva, si se desea invertir en 5G, los primeros flujos de valor deberían de pasar en algún momento por estas tres compañías. Después habrá que ir ampliando la cartera hacia otros ámbitos más diversos: circuitos, torres, módems, terminales, software, operadoras, etc. No obstante, hay que tener en cuenta que las tecnológicas registran valores históricos altos y el mercado 5G depende de muchas otras variables, en especial la velocidad de despliegue de la red en el mercado.

Xavier Alcober es ingeniero consultor

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