Un ‘forensic’ de PwC destapó aceite lampante vendido como virgen extra en Deoleo
La compañía despidió entre 2015 y 2016 a cinco cargos directivos por las deficiencias en los controles
Deoleo encargó una auditoría forense a la consultora PwC para destapar una serie de irregularidades en sus controles de calidad. Lo hizo en 2015, después de que una inspección alimentaria en Italia revelara que un cargamento de aceite virgen extra enviado a la filial Carapelli no era de tal calidad, e incluso parte del mismo incluía aceite lampante, cuyo consumo no está recomendado. El caso acabó con varios despidos disciplinarios, incluido el de una directora de calidad de la refinería de Deoleo en Alcolea (Córdoba), quien recurrió ante la justicia. En segunda instancia, el Tribunal Superior de Justicia de Sevilla volvió a dar por buenos los argumentos de la empresa en una sentencia de junio del año pasado que no había trascendido hasta ahora.
En ella se hace un repaso detallado de todo lo sucedido en lo que la empresa llamó, en sus cuentas de 2015 y 2016, una “crisis de calidad” en el mercado italiano. En las de 2015 indicaba que las autoridades italianas habían llevado a cabo “distintas inspecciones relacionadas con la sociedad dependiente Carapelli Firenze, determinándose en algunos casos la existencia de discrepancias en la calidad del aceite comercializado respecto al etiquetado”. En las mismas explicaba que esas inspe cciones habían “afectado de forma adversa a la imagen de las marcas en Italia”.
El caso comenzó el 5 de mayo de 2015. Una inspección alimentaria analizó un silo de las instalaciones de Carapelli en Génova, que debía contener aceite de oliva virgen extra procedente de Málaga, donde se cargaba todo lo que se envasaba y testaba en Alcolea. Aquella inspección acreditó que de las 2.769 toneladas declaradas como virgen extra solo 1.677 lo eran. 302 eran lampante y 790 de aceite virgen. La multa inicial fue de dos millones, aunque en las cuentas de 2018 se indica que fue archivada.
La empresa, según expone la sentencia, solo tuvo conocimiento de la situación al notificarse la multa, tras lo cual comenzó una investigación interna que comprobó que la mayor parte de la carga fue enviada de manera directa desde los proveedores al puerto de Málaga, sin pasar por Alcolea. Los controles que debían hacerse en esa fábrica se llevaban a cabo al cargar o descargar la mercancía. “Los datos que se han obtenido a posteriori demuestran que la mayor parte del aceite de proveedores directos estaba fuera de norma”, refleja la sentencia.
Encargo a PwC
Aquella investigación interna, que concluyó en octubre de 2015, acabó con el despido disciplinario del entonces director general de compras y del director de calidad en Italia. A renglón seguido, dada “la gravedad de los hechos descubiertos”, Deoleo encargó a PwC un informe forense para llegar al fondo del caso.
Los investigadores de la consultora tuvieron acceso a correos electrónicos, discos duros y entrevistas con empleados que revelaron “hechos de extrema gravedad en los cuales participan varios empleados de la compañía (...) que han sido realizados, así como encubiertos tanto pasiva como activamente por los partícipes”.
Una de ellas, la directora de calidad de Alcolea. Según halló la investigación, esta manipuló las fechas de los análisis organolépticos, su clasificación y los parámetros de las muestras de aceite para encubrir su menor calidad con conocimiento de sus superiores. La propia empleada lo reconoció a los investigadores, solo después de que estos mostrasen los correos electrónicos que lo confirmaban.
Estos también comprobaron que se habían modificado los datos de las catas en el archivo Excel donde esta empleada las registraba, y que la misma ocultó que 210 toneladas de aceite lampante se habían cargado en otro envío a Italia. En una entrevista con los investigadores, reconoció “que no siempre se hacía el análisis previo del aceite que se enviaba a Italia, que ni siquiera pasaba siempre por Alcolea”,
De la investigación de PwC se derivaron los despidos del gerente de compras de materia prima aceite de oliva y vinagre; del gerente de calidad, que también recurrió y cuyo recurso fue rechazado en primera instancia; y de la demandante, directora de calidad de Alcolea.
Equipo gestor
Fuentes de Deoleo consultadas por este periódico explicaron que este caso fue “algo puntual que fue subsanado por el equipo gestor que lideraba la compañía en ese momento en cuanto tuvo conocimiento del mismo. Algo que se detectó y solucionó hace más de cinco años y que evidencia el compromiso total de Deoleo en su apuesta por la calidad como seña de identidad.”
Aquel caso llegó en pleno desembarco de CVC como máximo accionista. En junio de 2015, cuando la empresa tuvo conocimiento del caso, el consejero delegado era Manuel Arroyo, actual vicepresidente de marketing de Coca-Cola, que aterrizó en el cargo apenas dos meses antes sustituyendo a Jaime Carbó.
Las pruebas de un ‘forensic’ no son ilícitas
Recurso. La exdirectora de calidad de Deoleo solicitaba la nulidad de la sentencia de despido por una variedad de infracciones procesales, entre ellas la “ilicitud de los medios de prueba” en que esta se sustentaba, entre otros los correos electrónicos y la grabación de la entrevista realizada por la investigación forense, al considerar que sin ellas no existían más pruebas. El tribunal niega esta afirmación, afirmando que todas las irregularidades detectadas “se consideran probadas” y sustentadas en otras pruebas. Además recuerda que, si la empresa tiene aprobado un protocolo sobre el uso de los equipos informáticos y lo ha dado a conocer a la plantilla, “la intimidad deja de ser alegable frente a intromisiones empresariales”, algo que, a su juicio, sucedía en este caso.
Calidad. La apuesta por la calidad y no por el volumen de producción es una máxima que desde Deoleo se insiste como clave para la salida de su crisis, y que quedará plasmada en el plan de negocio que desde hace meses elabora su actual consejero delegado, Ignacio Silva.
Junta. La compañía celebra el viernes una junta extraordinaria de accionistas que deberá dar luz verde a una reducción de capital y posterior ampliación de 50 millones y a la segregación de sus activos en favor de la sociedad Deoleo Global.