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Inversión

A la enésima va la vencida: fin de las ganancias en deuda pública

Ante el agotamiento de la política monetaria, y sin que se esperen más estímulos, los analistas prevén ligeras pérdidas este año en un activo seguro y hasta ahora muy rentable

Bonos a 10 años de España e Italia en 2019

En 2019 ya se veía complicado que los tipos de interés de los mercados de deuda cayesen más, pero nuevamente llegó la sorpresa. El bono español comenzó el año en el 1,5% y lo terminó en torno al 0,40%. Pero fue en agosto cuando tocó su punto más bajo con una rentabilidad insólita del 0,035%. Desde ese mínimo ha ido subiendo hasta los niveles actuales provocando la lógica caída del precio del bono, que actúa de forma inversa al tipo de interés. Así, la deuda española a 10 años se ha revalorizado en el año el 7,75% debido a la caída de rentabilidades y la de 5 años el 2,58%, según apunta AFI.

El nuevo año apunta sin embargo a un rumbo muy distinto en la rentabilidades de la deuda pública. Aunque los principales bancos centrales (Reserva Federal, BCE, Banco de Japón) mantienen sus planes de apoyo a la economía, la política monetaria ya no da mucho más de sí. La nueva presidenta del BCE, Christine Lagarde mantiene la línea de Draghi de tipos cero pero pide ya que sea la política fiscal la que se encargue de tomar el relevo: los países más solventes deben hacer inversiones para impulsar el crecimiento de la eurozona. La permanente queja de los bancos sobre la dificultad de ser rentables con estos tipos de interés y el malestar de los ahorradores, forzados a asumir riesgos, son otros elementos que avisan del fin del continuo estímulo monetario.

Por su parte, la Fed tiene los tipos de intervención en el 1,5%-1,75% tras rebajarlos 0,25 puntos en octubre, cuestionando la expectativa de los mercados que esperaban dos recorte más que nunca llegaron.

En este contexto de tipos, arañar rentabilidad en la deuda es más difícil, aunque posible. Rafael Valera consejero delegado y socio de la gestora de fondos Buy & Hold ha logrado una revalorización de dos dígitos para sus fondos de renta fija en este 2019. “Estamos invertidos a tope en renta fija. Ahora mismo tenemos una cartera con una rentabilidad neta del 3,75%. Aunque muchos dicen que hay más riesgo en deuda que en acciones, se equivocan. Hay 10 veces más bonos de empresas que compañías cotizadas y se puede elegir en un espectro más amplio: el único riesgo es el fallido pero en Bolsa también hay fallidos”.

En cuanto a la deuda, Valera tiene claro que este año hay que vender deuda española: “Tenemos la prima de riesgo en mínimos históricos y España tiene problemas económicos. Además, como el nuevo Gobierno tome medidas equivocadas, nos vamos rápido hacia arriba. Ahora mismo, vender deuda española es de libro. Aun así, el gran cisne negro para la renta fija es que aparezca la inflación”, explica.

El director general de AFI Inversiones Globales, David Cano, apunta tres aspectos por los que puede haber repunte de tipos en los bonos tantos públicos como privados que llevarían a caídas en los precios y, por tanto, a pérdidas. “En primer lugar, partimos de niveles de tipos muy bajos, a ello se suma el que bancos centrales y especialmente el BCE se están replanteando su actual política de tipos extraordinariamente bajos y, por último, el ciclo económico parece que va a mejorar un poco por lo que no serían necesarios nuevos estímulos monetarios”. Así, para este 2020 espera que los fondos de renta fija con grado de inversión y deuda pública oscilen entre el 0,5% y el 1%.

Algo más de ganancia prevé en los fondos de renta fija high yield que ofrecen más riesgo pero donde se podría llegar al 2-3% de rentabilidad, apunta el experto de Analistas Financieros Internacionales (AFI). En este año, hasta finales de noviembre los fondos monetarios (letras, pagarés) ganaban de media el 0,04%, en tanto que los de renta fija a largo plazo (bonos) acumulaban un 2,47%.

Roberto Ruiz Scholtes, director de Estrategia de UBS en España, no espera movimientos de los bancos centrales en este 2020. Cree que las curvas de tipos estarán estables con el bono alemán en torno al -0,4% (ahora se sitúa en torno al -0,29%) y el estadounidense en el 1,80%. “El año va a ser muy mediocre para los mercados de bonos pero sin una debacle en los precios: cotizarán planos. En deuda europea esperamos resultados del 0% o -1%, mientras que los bonos con grado de inversión se situarán en el 0%. Los bonos high yield ofrecerán ganancias en torno al 2%, porcentaje similar al que obtendrá la deuda estadounidense en el año”, añade el experto de UBS.

Deuda de países emergentes para salvar el año

Si con la deuda soberana de los países core solo se puede perder y con los bonos de grandes empresas puede ocurrir algo parecido, los analistas buscan las oportunidades de inversión en las economías emergentes, así como en los bonos contingentes convertibles que emiten o han emitido las entidades financieras y que están vedados para los pequeños inversores, aunque no para los fondos de inversión.

Así, David Cano se muestra favorable a comprar esta deuda subordinada de bancos con rentabilidades en torno al 4%. Asimismo, le gustan la renta fija emergente con ganancias del 5 ó 6% en moneda local, que se reduce hasta el 3 ó 4% en dólares.

El experto de UBS, Roberto Ruiz Scholtes se decanta por la deuda de países emergentes con la que es posible obtener una ganancia en dólares en torno al 5%, explica. Eso sí, hay que estar atentos a la evolución del dólar frente al euro. Si el euro se revaloriza con fuerza respecto al dólar, se puede acabar perdiendo.

El inversor español cuenta con una gama extensa de fondos de renta fija internacional y globales que adquieren este tipo de activos de los mercados emergentes y que pueden resultar muy convenientes para unos mercados desarrollados que, en el mejor de los casos, se los espera planos este año.

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