Papá Noel y los Reyes traen más juguetes, pero se quedan sin niños
El sector prevé un incremento de la facturación del 4% para 2019
En Navidad, el sector del juguete hace el agosto. La campaña se inicia en el último trimestre y termina con los Reyes. En este periodo se concentra el 63% de las ventas de todo el ejercicio y el 50% se factura entre diciembre y el 6 de enero.
Este año va a resultar mejor de lo previsto. “Hasta ahora somos más optimistas tras un 2018 malo [las ventas cayeron el 4,09%]”, comenta José Antonio Pastor, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ).
Pastor apunta que las previsiones para el cierre de 2019 son de una facturación de 1.600 millones, lo que supondrá un crecimiento del 4%, y un incremento de las exportaciones del 7% al situarse sobre los 630 millones de euros. Las 250 empresas del sector proporcionan 4.000 empleos directos y cerca de 20.000 indirectos.
Exportar, innovar y ser sostenibles son claves para el futuro
“La buena evolución que ha seguido el comercio online [que ha pasado a representar el 20% de las ventas frente al 18% de 2018] y las tiendas físicas, junto con el lanzamiento de nuevos productos, han permitido una mejora de la actividad”, explica José Antonio Pastor.
No obstante, el presidente de la AEFJ refleja preocupación sobre el futuro. “Hay un nuevo modelo de consumidor, más tecnológico, al que hay que adaptarse. Pero los datos sobre natalidad son muy críticos [en noviembre se registró la cifra más baja desde 1941]. Es un tema que no solo afecta a la industria del juguete; tiene un importante impacto económico y social y no sé si estamos preparados”, reconoce.
El aspecto positivo en este entorno adverso es, según Eduardo Irastorza, profesor de la EAE Business School, que “los juguetes españoles están muy bien valorados en Europa y Estados Unidos”. “Hay más niños en economías que prosperan, como Europa del Este. Además, son productos con un valor añadido; la fabricación china es más elemental, más simple”, detalla. Las exportaciones suponían a noviembre el 37% del total de las ventas. Los mercados principales son Portugal, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido.
Acuerdos para proyectos
Eduardo Irastorza considera primordial “buscar apoyo en la Administración pública para incrementar la presencia en el exterior que compense la baja natalidad en España”.
Hay que adaptarse a un consumidor más tecnológico, pero también los datos de natalidad son muy críticos
Otras claves para seguir creciendo son, a su juicio, “los acuerdos empresariales para desarrollar proyectos, la integración de la tecnología, la homologación de la calidad, el compromiso medioambiental con la utilización de productos sostenibles, la inclusión de raza y género y la personalización del juguete”.
José Antonio Pastor, destaca, por otro lado, el empujón de las importaciones, con una previsión de crecimiento del 6% (1.200 millones). “Las previsiones del comercio minorista son muy positivas por el nuevo enfoque de experiencia que están dando las tiendas físicas junto con una puesta clara por lo online”, dice.
Retrato de la industria española
Tamaño. La mayoría de las compañías del sector son muy pequeñas; solo un 3% tiene un gran tamaño. Las microempresas fueron las que más sufrieron en el último ejercicio, con una caída de las ventas superior al 12%. La crisis de Toys ‘R’ Us y Poly fue determinante en su evolución y en el conjunto de la industria.
I+D+i. El sector es el segundo de Europa en cuanto a inversión y empleo en el área de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). El 7,5% de la plantilla trabaja en esta actividad. Esta apuesta permite que los catálogos de los fabricantes se renueven un 65% cada año.
Ranking. Las categorías más demandas en 2019: figuras de acción, muñecas, juegos de mesa, puzles, coleccionables y peluches. Los estrenos cinematográficos han elevado la venta de productos bajo licencia, hasta alcanzar una cuota del mercado del 26%.