Los fondos atraen el dinero del ahorro conservador
No hay esperanza de revalorización en los instrumentos tradicionales En cartera, activos poco conocidos entre los pequeños inversores
Hace tiempo que dejó de ser una posibilidad para convertirse en una necesidad: el ahorrador conservador ha de asumir riesgo si no quiere perder dinero.
“No prevemos una mejora en la rentabilidad de esos instrumentos tradicionales de ahorro”, advierte Alberto Diez, gestor de renta fija de Dunas Capital. “Con este panorama de tipos de interés negativos simplemente hay que desasociar los conceptos de depósito y rentabilidad. La realidad es que al día de hoy el mercado remunera negativamente la liquidez. Algo similar ocurre con los fondos garantizados”, añade.
Efectivamente, con los tipos de interés en mínimos históricos, las inversiones de menor riesgo que ayudaron a generar ingresos a las generaciones anteriores “simplemente no ofrecen rentabilidades lo suficientemente altas como para hacer crecer nuestro dinero”, avisa Carla Bergareche, directora general para España y Portugal de Schroders.
Sin embargo, no parece que seamos conscientes, ya que, según un estudio realizado por Schroders, los inversores españoles declararon esperar rentabilidades del orden del 9% anual, “algo nada evidente”, cree Bergareche.
Hay que desasociar depósito y rentabilidad, según Das Capital
Ante este panorama, desde Columbia Threadneedle siguen viendo un crecimiento de traspaso de dinero desde instrumentos conservadores, como depósitos, seguros de ahorro y garantizados, a fondos, y “seguimos creyendo que, dada la nula rentabilidad de los primeros, deberíamos seguir viendo un flujo de dinero desde estos instrumentos a fondos de inversión con mayor potencial de revalorización o, al menos, no con una pérdida segura”.
De hecho, Josep Bayarri, director de gestión de activos y análisis de Arquia Banca, resalta que los clientes que durante 2019 decidieron dar ese paso han conseguido rentabilidades muy considerables, con muchos fondos de inversión de renta fija a corto plazo, obteniendo rentabilidades por encima del 3%.
Si hablamos de activos concretos, en Pimco, por ejemplo, se están centrado en deuda hipotecaria, ya que “los créditos hipotecarios tienden a ser estáticos, sabemos dónde están las casas y conocemos la solvencia de los prestatarios. En contraste, las compañías no son estáticas y en cualquier momento una compañía puede volverse más arriesgada por diversas razones”, explica Juanma Jiménez, responsable de Pimco en Iberia.
Otros sectores que le parecen interesantes a los inversores conservadores son la deuda de los bancos –“no tienen el riesgo que tenían antes de la crisis”– y los bonos protegidos contra la inflación.
En Columbia Threadneedle ven ineludible el traspaso para evitar pérdidas
En cuanto a Juan Ramón Casanovas, responsable de gestión de carteras de Bank Degroof Petercam Spain, recomienda no tomar riesgo en renta fija, “evitando invertir en fondos de alta rentabilidad y con largas duraciones”, y que busquen un activo que, en la medida de lo posible, preserve su capital, y asignen su presupuesto de riesgo a activos de Bolsa conservadores.
En cualquier caso, “las entidades financieras tienen que ser capaces de ampliar el abanico de productos que hoy por hoy no llegan a los inversores”, asegura Javier Niederleytner, profesor del Máster en Bolsa y Mercados Financieros del IEB. Por ejemplo, en bonos corporativos o high yield, que muchos ahorradores desconocen. “Los bonos corporativos ofrecen rentabilidades, sin duda, superiores a los depósitos y su riesgo puede ser cuantificado fácilmente”, señala.