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Tentaciones blancas para un invierno ‘Frozen’

Desde los Pirineos hasta Laponia en busca de la meca del esquí europeo

Esquiador en la estación Oberstdorf-Kleinwalsertal.
Esquiador en la estación Oberstdorf-Kleinwalsertal.J.M.M./St. Moritz/ Kleinwalsertal/Grandvalira

Desde los Pirineos hasta el Ártico resuena el eco de la llamada de las nieves. Con el puente de diciembre marcado en el calendario y la temporada de esquí oficialmente inaugurada, cobra fuerza la idea de una escapada en blanco para ir haciendo boca antes de la avalancha navideña. Pero ni todo iba a ser esquiar ni todo iba a ser en España. Crucemos la frontera para explorar los valles alpinos, los picos pirenaicos y páramos de Laponia donde la nieve ya reluce desde principios de noviembre. ¿Alguna idea?

Planes para inaugurar la temporada con las botas puestas

Descender por las pistas de la estación más elegante de Europa solo se puede celebrar copa de champán en mano entre la jet set del continente y esquiar bajo un cielo pintado de auroras boreales solo puede ser tan idílico como un paseo en trineo de renos más allá del Círcu­lo Polar o deslizarse por las laderas vírgenes entre Austria y Alemania. Porque cualquier lujo en la nieve es mucho más lujo. Le recomendamos cuatro planes de esquí y après ski en Europa para recibir el invierno con las botas puestas. ¡Nos vemos abajo!

El lujo por el lujo

Glamurosa, cosmopolita, estilosa y, sobre todo, exclusiva. Así es Saint Moritz. En el valle de la Engandina, en el cantón suizo de los Grisones, nació en 1864 la pionera de los deportes de invierno, donde los precios son tan altos como los picos que la rodean y la clase de sus asistentes. En Saint Moritz se viste de Prada para esquiar por este dominio de 163 kilómetros, desde una cota de 3.057 metros y un desnivel de 1.337 metros que garantizan un homenaje a los placeres níveos. De las 88 pistas, sobre todo rojas, destaca Hahnnenseee, con 5 kilómetros y 1.500 metros de desnivel. Pero ¿qué hay del après ski?

Campeonato del mundo de polo en St. Moritz.
Campeonato del mundo de polo en St. Moritz.

A los emblemáticos Kulm Hotel o el Palacio de Badrutt se llega en Rolls-Royce y solo se brinda con Dom Pérignon, con vistas al pico Corviglia y el lago de Saint Moritz o esa postal alpina con la que soñamos.

Saboree la propuesta gastronómica en cualquiera de sus 35 restaurantes o el lujo asistiendo al Campeonato Mundial de Polo en la Nieve (24 y 26 de enero), a las carreras de caballos, torneos de críquet o la Copa del Mundo de Esquí Alpino femenino (14 y 15 de diciembre). También puede practicar el golf en la nieve. Precio forfait: 68 euros.

Frontera austroalemana

En la cara este de los Alpes encontramos el complejo invernal Oberstdorf-Kleinwalsertal, otro de los templos de los deportes de invierno, donde podrá esquiar entre dos estaciones y dos países: Alemania y Austria. Desde el valle de Kleinwalsertal, situado en la provincia austriaca de Vorarlberg, hasta el pico Fellhorn (2.039 metros), que hace de frontera austroalemana, descenderá por 130 kilómetros de pistas atravesando pequeños pueblos de cuento navideño, como Hirschegg o Riezlern, bosques de abetos y empinadas laderas hasta el animado Oberstdorf, en la vertiente germana.

Ruta en raquetas de nieve al atardecer en el complejo de Levi.
Ruta en raquetas de nieve al atardecer en el complejo de Levi.

Estas dos estaciones componen este complejo fetiche para las familias de Baviera, Baden-Wurtemberg, Vorarlberg y de media Europa por sus siete áreas para la práctica del esquí y el snowboard. Además, cuenta con más de 200 kilómetros de senderos para recorrer en raquetas de nieve, 50 kilómetros de esquí de fondo, y restaurantes y tabernas perdidas en la montaña para empaparse del auténtico espíritu alpino. Precio forfait: 49,50 euros.

Auroras boreales y trineos

Más allá del Círculo Polar Ártico cualquier escapada de esquí cobra una nueva dimensión. En la Laponia finlandesa se localizan las estaciones de Levi, Yllås, Pyjå-Luosto y Ruka, entre estos páramos cubiertos por 75 centímetros de nieve polvo que desde noviembre hasta mayo hacen las delicias de los amantes del snowboard, el esquí alpino y de fondo y el freeride.

Un trineo tirado por renos en Kittilä.
Un trineo tirado por renos en Kittilä.

En el municipio de Kittilä, Levi es el mayor complejo invernal del país, con 45 kilómetros y 43 pistas de suave desnivel (325 metros), ideal para la práctica de esquí de los más pequeños y principiantes. También dispone de dos snowpark, 230 kilómetros de esquí de fondo y 28 kilómetros para disfrutar del esquí nocturno. Es en ese momento cuando las auroras boreales iluminan el cielo lapón en este emplazamiento donde se avistan 200 anuales.

Tras colgar las botas descubrirá los parajes de Frozen en un trineo tirado por renos, el ritual de la sauna en las cabañas de madera en el bosque y las rutas en raquetas para contemplar el amanecer. Precio forfait: desde 25 euros.

La guardiana del sur

Telesilla en Grandvalira.
Telesilla en Grandvalira.

Quien quiera cambiar de aires, nieves aseguradas y no irse muy lejos, ya sabe: Grandvalira. Las recientes nevadas han anticipado la apertura de la estación andorrana, que cuenta con hasta 40 centímetros de nieve polvo y previsiones de extender la temporada hasta el 13 de abril. El mayor centro de esquí del sur de Europa, con 210 kilómetros y más de 100 pistas, ha incorporado la estación de Ordino Arcalís para ofrecer un dominio de 240 kilómetros a sus esquiadores con un solo forfait y un precio de 52 euros.

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