Los derechos de suscripción de GAM se disparan un 733% en su último día de cotización
El precio de la acción antigua cotiza un 28,18% por encima del que tendrá la nueva
La fiebre compradora se ha desatado hoy en torno a los derechos de suscripción de GAM pese a ser el último día de negociación de los mismos. Los derechos que permiten la adquisición de acciones de nueva emisión en la ampliación de capital que está realizando la compañía de alquiler y venta de maquinaria se han disparado en el mercado continuo un 733,33% hasta los 0,1 euros cada uno.
Al finalizar hoy el período de suscripción preferente, mañana los derechos ya no cotizarán en Bolsa. Aquellos accionistas de GAM que no los hayan vendido en el mercado secundario o no hayan acudido a la ampliación, los perderán como es habitual en este tipo de operaciones, ya que, sencillamente, en este supuesto se destruyen. Una vez finalizada esta fase de la ampliación de capital, de no haber logrado una suscripción completa en ella, se abrirá un periodo en el que terceros inversores podrán comprar las nuevas acciones que emitirá GAM a un precio nominal de un euro por unidad.
La empresa espera que los nuevos títulos sean admitidos a cotización el 3 de diciembre. Esto significa que aquellos que compren acciones generadas en la ampliación no podrán operar con ellas hasta esa fecha.
Tal y como refleja la compañía en su folleto de la ampliación de capital, por cada 72 derechos de suscripción se pueden comprar 59 acciones nuevas, lo que deja un ratio de 1,22 derechos necesarios para la suscripción de un nuevo título. Con un precio de los derechos que ronda hoy los 0,1 euros por cada uno, el coste de compra vía suscripción queda en los 1,12 euros, una cifra que resulta de la suma del valor del derecho y del precio nominal (un euro) que tendrán las nuevas acciones. Es decir, para comprar 59 títulos a un euro cada uno (59 euros en total) se necesitan 72 derechos, que cotizan a 0,1 euros (en conjunto, 7,2 euros). Serían 66,2 euros por 59 acciones o, lo que es lo mismo, 1,12 euros por título.
Mientras tanto, las acciones antiguas de GAM han cerrado hoy con una caída del 1,74% hasta los 1,41 euros. Pese a la corrección, las acciones actuales cotizan un 28,18% por encima del precio de las acciones que se han comprado vía suscripción, una anomalía que también ocurrió ayer con la ampliación de capital de la cadena de supermercados Dia.
Esta gran brecha de precios entre los títulos (actuales y futuros) de una misma empresa no es lo habitual y tiene tres maneras de ajustarse. La primera es que los derechos de suscripción se revaloricen, la segunda que el precio de la acción de GAM caiga y la tercera es que se produzca una mezcla de ambas. Con el derecho fuera de mercado, solo queda abierta la opción del ajuste vía precio de acción.
En todo caso, la discrepancia entre el precio de las acciones nuevas y de las antiguas se cerrará tarde o temprano, puesto que de mantenerse hasta el 3 de diciembre, la fecha en la que las acciones nuevas empiezan a cotizar, se produciría un aluvión de ventas al haber una parte de los inversores que compraron los títulos más baratos que su precio de cotización.
Aquellos inversores que sientan la tentación de aprovechar esta ineficiencia del mercado apostando por la compra de acciones de GAM generadas en la ampliación con el fin de sacar partido de la brecha de valor se arriesgan a que el 3 de diciembre el precio de los títulos caiga con fuerza.
Por otro lado, en el folleto de la ampliación de capital GAM advierte de varios riesgos para el inversor. La sociedad no ha repartido dividendos al accionista desde su constitución y está exenta de hacerlo como mínimo hasta el 30 de marzo de 2021. El volumen de negociación de las acciones de GAM ha sido históricamente reducido, lo que ha impactado en la correcta formación de precios y ha generado volatilidad en el valor de la cotizada.
Además, la compañía alerta de que no puede garantizar la generación de ingresos suficientes para poder amortizar la deuda del grupo GAM o para poder hacerlo en los plazos estipulados en su financiación. También advierte de su exposición al riesgo de tipo de cambio en divisas y de la dependencia "en cierta medida" de la liquidez de sus clientes.