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La tribuna de los fondos
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

¿Qué factores debemos examinar para seleccionar los mejores fondos?

Cinco mitos a la hora de elegir que no garantizan ni rentabilidad futura, ni seguridad en la inversión

Pixabay

Antes hacer recomendaciones sobre como seleccionar fondos para componer carteras en función del tipo de inversor, me gustaría desmitificar algunos requisitos muy solicitados a los fondos por considerarse garantías de buen comportamiento futuro.

Sin que haya evidencia significativa, ni consistente, y con numerosos ejemplos, a su vez, que muestran lo contrario, sigue habiendo ideas muy arraigadas en el imaginario colectivo sobre criterios que debería cumplir un fondo, considerados verdades incontestables que otorgan valor seguro.

Voy a enumerar algunas de las ideas más creídas y repetidas e intentaré mostrar por qué no son ninguna, garantía de seguridad y de valor en un fondo. La siguiente convicción es un ejemplo:

“Si invierto mi dinero con profesionales de amplia experiencia y gran prestigio ganaré mucho más. Además, veo imposible perder dinero, sobre todo porque los gestores invierten su propio dinero”.

Cada vez que oigo esta idea, aunque sea con otras palabras, pero expresada con tal convicción que suena a dogma, no puedo evitar acordarme del caso del Long-Term Capital Management. Llevaba yo unos años trabajando en MEFF, mercado español de derivados, cuando en 1997 le dieron el Nobel de economía a Scholes y a Merton por desarrollar un método que permitía valorar las opciones financieras. Imagínense mi admiración por estos señores. Estos dos nobeles, junto con otros catorce profesionales de la inversión financiera, todos ellos de gran prestigio (y con un coeficiente intelectual muy por encima de la media, según Warren Buffet que los conocía) habían creado un Hedge Fund en 1994.

El reconocimiento no les venía por estudios académicos o algún acierto esporádico. Tenían una amplísima experiencia en el sector (sumaban conjuntamente 400 años) y habían hecho su fortuna invirtiendo en mercados financieros.

Con esos antecedentes ¿quién podía imaginar que ese equipo, compuesto por 16 gestores brillantes, iba a invertir en una estrategia que generó tales pérdidas; perdieron su dinero (la mayoría había invertido todo su patrimonio), el de sus clientes (en total 4.600 millones de dólares del 98) y hubo que rescatar el fondo para no causar un problema grave en el sistema financiero americano.

Hay cantidad de información en internet sobre el caso. A mí personalmente me gusta como lo cuenta Warren Buffet donde muestra su estupor y habla de que algún día escribirá un libro sobre por qué gente inteligente puede hacer cosas muy estúpidas. Un video corto se puede ver en Youtube: “Warren Buffet y LTCM Inversion 2/9”.

¿Fue este un caso aislado? Probablemente ha sido el más exagerado, pero no el único. Y no ha pasado sólo en Hedge Funds, también en fondos UCITS hemos vivido ejemplos de estrellas estrelladas con cierta regularidad. Pero no les voy a aburrir con más ejemplos, sólo les digo que mí me preocupan los daños que provocan los que buscan sin límites fama, dinero y poder. Los gestores deberían tener en la cabeza más el interés de sus inversores que su gloria personal (eso debería evitar errores graves). Eso es difícil de controlar en fondos donde el equipo gestor es dueño y señor, y el dinero ya no es su única motivación. Mi consejo: limiten la inversión en este tipo de fondos.

Este ejemplo engloba tres de los mitos que hay sobre criterios de selección: el histórico, la experiencia y reputación del equipo gestor y que este invierta su propio dinero.

Que un fondo cumpla estas características no significa que ofrezca una probabilidad mayor de mejor rentabilidad o seguridad en el producto.No hay ninguna estadística significativa en el universo total de fondos de inversión que las avale.

“Seguro que hay gestores que saben cuándo entrar o salir, en qué activos debo estar cada año y en cuáles no. Debe haber gestores que me eviten las correcciones y en los periodos alcistas no quiero diversificar; si para los profesionales es evidente lo que va a ir bien, quiero concentrarme en los valores que vayan a ganar más”.

Algunos inversores creen que los gestores deben tener información y medios suficientes como para saber cuando entrar y salir de los activos de riesgo, así como para componer una cartera que tenga sólo lo que va a subir cada año y evite lo que va a bajar, de tal manera que se pueda ganar dinero siempre, incluso cada año.

Los mercados financieros reflejan cada fracción de segundo la percepción del conjunto de inversores sobre lo que pasará en el futuro con los valores. Predecir cómo reaccionará el mercado ante eventos sobre los que aparecen noticias continuamente es otorgarles a los gestores superpoderes. Los datos no muestran que haya gestores que logren hacer esto de forma consistente. Al contrario, señalan que no suelen adelantar, en el momento adecuado, crisis más de una vez.

Otros dos mitos que no aseguran la evolución futura al inversor de un fondo son: uno, invertir en fondos que libraron de una crisis no garantiza que te librarán de otra posterior y el otro que no hay forma de saber de forma consistente cuales son los activos que cada año se comportarán mejor. Mi consejo: mantenga una correcta diversificación.

Tras estos mitos, alguna recomendación que le puede evitar pérdidas de difícil recuperación: límite la posición que ponga en fondos muy concentrados o apalancados en valores o en algún sector. No delegue en ningún gestor el nivel de riesgo que asume en su cartera, mantenga el control de lo que invierte en activos de riesgo. Pero no olvide que para ganar dinero a largo plazo tendrá que asumir riesgos, lo que no implica que los tenga que concentrar.

Marta Díaz Bajo es directora de análisis de fondos de atl Capital

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