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Giménez y Lasquetty, la diferencia entre llegar y estar

Los nuevos consejeros de Economía y Hacienda de Madrid representan formas opuestas de acercarse a la política

Hogue

Manuel Giménez (Ronda, Málaga, 1983) es una de esas personas que, más que estar en los sitios, está siempre llegando. De perfil técnico, será, a propuesta de Ciudadanos, el encargado de cuidar de las finanzas de la Comunidad de Madrid desde la consejería de Economía.

Giménez, reciente padre primerizo, creció en Ciudad del Tajo, al igual que su mujer, y cursó estudios primarios y secundarios en colegios públicos antes de ir a Madrid, donde, de naturaleza inquieta y muy interesado en formarse, como le describen sus allegados, se licenció en ADE y Derecho por la Universidad Comillas y en Políticas por la Autónoma.

Incursionó en el campo de la investigación, impartió clase en Comillas y en la Ramón Llull de Barcelona, ejerció como abogado y actuó como árbitro tanto en la Corte de Española de Arbitraje como en la Corte de Arbitraje de la Cámara Internacional de Comercio de París. Y entretanto, halló tiempo entre 2010 y 2015 para escribir artículos de opinión para La voz de Ronda –ahora el portal Diario Ronda–, dirigido entonces por Javier Flores: “Siempre le interesó la actualidad. Como columnista, era un hombre ingenioso, un poco barroco, pero no hacía artículos planos. A la gente le gustaba”.

De ello y de su pasión por la libertad dan testimonio sus escritos. Sin prever las vueltas que da la vida, en uno de ellos se animó incluso a tildar a Cs de “arrimados que facilitan la perpetuación de gobiernos socialistas o populares y pactan con ellos traicionando la confianza de quienes les prestaron sus votos”.

Rafael García, militante del PP y amigo de juventud de Giménez, subraya su perfil independiente:“Es que la política no estaba en su hoja de ruta. De hecho, a mí, que siempre he estado metido, me decía que lo aparcara. Tiene claro que se trata de algo vocacional, y si no le cuadra algo, creo que se marchará. No es político profesional”.

El primer sorprendido por su llegada a la política es el propio Giménez: “Me llamó Ignacio Aguado [líder de Cs en Madrid], a quien admiro, y no pude eludir mi responsabilidad. Tengo mis propios criterios y no renunciaré a ellos, pero no los impondré”. Tras 72 horas en el cargo, está ilusionado por el talento y los recursos a su disposición: “Es mucho más de lo que esperaba”.

Si Giménez es de los que llegan, Javier Fernández-Lasquetty (Madrid, 1966), nuevo consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid llamado a liderar la rebaja de impuestos de 300 millones prometida por la presidenta Isabel Díaz Ayuso, es, más bien, de los que están.

Estuvo siempre. Casado y con tres hijos, desde que se afilió a Nuevas Generaciones con apenas 16 años su misión ha consistido en aguantar y avanzar. Cursó Primaria y Secundaria en el colegio Nuestra Señora del Pilar, espacio habitual de encuentro de la élite del país y escuela, también, del expresidente José María Aznar, clave en su biografía.

Ya en los ochenta, al tiempo que se gradúa en Derecho por la Complutense, dirige Nuevas Generaciones en el barrio de Salamanca, bastión popular. Desde entonces, bajo el ala de Esperanza Aguirre, expresidenta de Madrid, y del propio Aznar, su ascenso es meteórico. Tras un breve paso por la empresa demoscópica Sigma Dos, una de sus únicas experiencias en el sector privado, Aguirre lo reclama como consejero de Cultura a principios de los noventa: solo se separarían en los 2000, cuando el propio Aznar le pide que dirija su gabiente.

Lo hace hasta 2004, año de la victoria socialista en las generales. Pero un pilarista no deja nunca a otro en la cuneta: Aznar interviene para que dirija FAES hasta que, en 2007, Aguirre lo recupera, y en 2010 le da su gran oportunidad, la que ha generado más controversia: la Sanidad madrileña.

De firmes convicciones liberales, Lasquetty accede al cargo con un plan: externalizar y privatizar el servicio. Así lo explicó en 2014 en una charla en el Instituto Juan de Mariana: “Tenemos hospitales del siglo XXI llevados por funcionarios bajo normas del siglo XIX. Soy partidario de la privatización, no le tengo ningún miedo”.

Trató de ejecutar su idea: redujo el gasto en 2013 en 2.700 millones (un 7,7% anual) y, sobre todo, planteó la externalización de los servicios de seis hospitales y más de una veintena de centros de salud de la Comunidad. Manuel Rodríguez, de CC OO, negoció con él durante esos días: “Era un hombre dialogante, de trato correcto, que siempre nos recibió. Lo que pasa es que está enamorado del sector privado. Su perfil es muy conservador”.

No pudo culminar su reforma. En 2014, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid suspendió el plan en un auto en el que tildó de “estimativo e hipotético” el ahorro del 20% con el que Lasquetty justificaba la externalización. Dimitió de inmediato y se fue a dar clase a Guatemala, a la Universidad Francisco Marroquín. Ahora, tras un breve paso por el equipo de Pablo Casado, vuelve al corazón de la política, donde unos llegan y otros siempre están.

Un comienzo, dos estilos

Economía. El comienzo de Javier Fernández-Lasquetty en Hacienda ha sido convulso. En una entrevista concedida a EsRadio, el nuevo consejero reconoció haber mandado ya una carta a Pedro Sánchez para reclamar 1.237 millones de euros de financiación autonómica.

Hacienda. “Madrid tiene que ser una comunidad económicamente relevante”, cuenta a CincoDías Giménez en conversación telefónica. Para ello, ahonda, quiere eliminar trabas a las empresas. Aunque no quiere aún anunciar medidas, sí valora como “prioritario” reunirse ya con empresas y sindicatos. En las próximas semanas tiene previsto además visitar todas las oficinas de empleo.

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