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Trigo autóctono contra la desaparición de abejas y mariposas

Mondelez elabora sus galletas Fontaneda con harina sostenible

El agricultor Carlos Abendaño, tras recolectar trigo Harmony en una de sus tierras.
El agricultor Carlos Abendaño, tras recolectar trigo Harmony en una de sus tierras.Sara Rivas (Cinco Días)

La campaña de recolección de trigo ha echado el cierre en Navarra. En la Comunidad Foral se recogen aproximadamente 360.000 toneladas anualmente, aunque depende de las condiciones atmosféricas de cada temporada. Desde 2011, un grupo de agricultores ha cambiado su manera de proceder para apostar por la sostenibilidad del medio ambiente.

“El trigo se cría más sano y con menos enfermedades. Eso sí, al no utilizar productos químicos, las tareas de laboreo son mucho mayores, lo que nos exige más trabajo y constancia; a cambio, la vida de nuestras tierras se prolonga”, dice el agricultor Carlos Abendaño.

Él, como el resto de labradores que han puesto en marcha esta nueva forma de cultivar, debe cumplir con una carta de 51 recomendaciones de acuerdo con 10 temáticas de prácticas agrícolas “para fomentar la producción de trigo de calidad y limitar su impacto sobre el medio ambiente y la biodiversidad”, indica Esther Patino Ruiz, portavoz de Mondelez.

Entre las temáticas se encuentran la elección del campo, realizando, por ejemplo, rotaciones de las tierras utilizadas; la implementación del cultivo, la preservación del paisaje y la biodiversidad, la fertilización y sanidad de los mismos, la irrigación y el uso racional de agua o la gestión de los residuos, entre otras.

En el 3% de todas las tierras cultivadas deben plantarse flores para fomentar la proliferación de insectos polinizadores

El proyecto, denominado Harmony y puesto en marcha por Mondelez Francia en 2008, llegó a España en 2011 para “mejorar la calidad del trigo a la vez que se respeta el medio ambiente y se favorece la biodiversidad local exigiendo a los agricultores que un 3% de los campos se dedique al cultivo de las flores”, asegura Patino.

Estas flores atraen a las mariposas y a las abejas favoreciendo la polinización de las plantaciones de frutas y verduras, ya que más del 75% de las frutas y verduras que comemos depende de insectos polinizadores que transportan su polen de flor en flor permitiendo su reproducción y, por tanto, la producción de la mayoría de frutas y verduras.

Parcela con flores que Mondelez exige sembrar a sus proveedores de trigo como parte del proyecto Harmony.
Parcela con flores que Mondelez exige sembrar a sus proveedores de trigo como parte del proyecto Harmony.Sara Rivas (Cinco Días)

De hecho, la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha advertido de que la ausencia de estos insectos podría acabar con diversas materias primas esenciales. Desde finales de los noventa, apicultores y científicos han manifestado su preocupación al observar una alarmante despoblamiento de las colmenas.

Un estudio de 2015 del biólogo Jeremy Kerr, de la Universidad de Ottawa, revelaba que el calentamiento global está expulsando a las abejas de muchas de sus zonas históricas.

Las cifras

20% de la producción de galletas de la fábrica de Mondelez en Viana se elabora con trigo Harmony.

120 agricultores plantaron esta variedad en sus tierras en 2018, logrando una cosecha de 22.000 toneladas.

Para comprobar que la plantación de flores funciona, todos los años la compañía lleva a cabo un control de los cambios en el número de abejas y especies de mariposas. En total, desde su puesta en marcha, la población de mariposas ha aumentado en 12, desde las 11 especies hasta las 23 en 2018.

En cuanto a las abejas, la cantidad es muy variable, dando lugar a años de crecimiento y otros de contracción. Además, gracias a esta práctica se reduce el uso de productos químicos como los insecticidas, ya que los insectos que atraen las flores consiguen evitar las plagas.

Desde 2011, 170 agricultores han participado en la iniciativa. Solo en la temporada 2018, 120 labradores cosecharon 142 hectáreas bajo estas recomendaciones, recolectando 22.000 toneladas de trigo que sirvieron para elaborar las galletas de la marca Fontaneda, que engloba la clásica María, los diversos tipos de Digestive y los ositos Lulu.

En la fábrica que la compañía tiene en Viana (Navarra), dos de sus siete lineales de producción emplean este trigo, logrando que el 20% de los 50 millones de galletas que elaboran anualmente se cocinen con él. El objetivo de la compañía es que en 2022 se cubra toda la producción de galletas de Europa con cultivo Harmony.

Un trabajador de la planta de Mondelez en Viana efectúa un control de calidad.
Un trabajador de la planta de Mondelez en Viana efectúa un control de calidad.Sara Rivas (Cinco Días)

Para hacerlo posible, Mondelez trabaja desde 2013 con la cooperativa agraria Grupo AN, que cultiva el trigo Harmony en Castilla y León y Navarra, y desde 2014, con la cooperativa Cereales Teruel para la producción en Aragón. Por su parte, los molineros que elaboran la harina son Guría, del Grupo Harinera Vilafranquina (GHV) a través de sus plantas de Campanas (Navarra), Arévalo (Ávila), Tardienta (Huesca) y Santa Margarita y Monjós (Barcelona).

El proyecto, además de en Francia y España, funciona en Bélgica, Italia y Polonia a través de la unión con 13 harineras, 11 cooperativas y 1.700 agricultores que lograron cosechar 177.000 toneladas de trigo Harmony en 2017, último año del que se disponen datos.

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