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La tribuna de los fondos
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Las gestoras se adaptan a los cambios del mercado

La complejidad de la actual coyuntura ha afectado especialmente a la gestión activa

Pixabay

Navegar puede resultar placentero cuando sopla una ligera brisa, pero es en el fragor de la tormenta cuando realmente se ponen a prueba las habilidades de un buen navegante.

Tras varios años de un comportamiento excelente, en 2018 la industria global de gestión de activos llegó a la conclusión de que debía adaptarse para ser competitiva. Los brotes de volatilidad en los mercados, el endurecimiento de la política monetaria y la desaceleración del crecimiento mundial crearon un entorno más complejo y exigente.

Un entorno que afectó especialmente al segmento de gestión activa, con varias gestoras anunciando recortes de empleo, consecuencia de la aceleración en la cifra de reembolsos. El índice MSCI World retrocedió un 9% durante el pasado año y el MSCI Emerging Markets un 15%. Los fondos de renta fija y muchos de inversión alternativa registraron rendimientos negativos. Estos factores influyeron en el patrimonio global bajo gestión, en los flujos de entradas y en los ingresos de forma considerable.

Un estudio realizado por BCG Henderson Institute indica que de una muestra de 30 gestoras de todo el mundo –aproximadamente la mitad por volumen de patrimonio– el patrimonio retrocedió un 4% el pasado año, tras aumentar un 12% durante 2017. Las aportaciones netas de 0,9% fueron considerablemente inferiores al crecimiento récord de 3,10% de 2017. La media histórica es de alrededor de 1,50%. Una reducción en las aportaciones netas de patrimonio que, en el caso de las gestoras españolas, se quedaba en el 2,93% el pasado año, casi un 50% inferior al 7,81% de 2017.

Estos cambios en el patrimonio quedaron reflejados en los ingresos, que de forma agregada aumentaron un 3% globalmente, frente al 3% de 2017. Al mismo tiempo los costes continuaron aumentando para ajustarse al entorno macroeconómico, con las gestoras invirtiendo en datos y herramientas analíticas. La entrada en vigor de MIFID II y otras normativas están entre las mayores causantes del aumento de costes, de forma que la ratio de coste medio respecto a ingresos se incrementó ligeramente desde el 65% de 2017 hasta el 66% del pasado año.

Otro de los factores que pudo influir en el descenso de ingresos fue el continuado aumento de flujos hacia estrategias de gestión pasiva, superiores en Estados Unidos a los de gestión activa, estrategia que sin embargo mantuvo su superioridad en Europa y Asia-Pacifico. Diez de las 15 estrategias más populares en Estados Unidos fueron pasivas, entre ellas global, mercados emergentes y temáticos. En el mercado europeo solo 5 de las 15 estrategias más frecuentemente suscritas fueron pasivas y el resto activas. Dentro de las activas, mixtos y renta variable global están entre las más destacadas en el ranking, mientras que entre las pasivas fue la renta variable norteamericana.

En cualquier caso, la gestión pasiva ha ganado popularidad entre inversores tanto individuales como institucionales, lo que puede dar lugar a una guerra de precios, dada la menor contribución de la gestión pasiva a los ingresos totales. Así en 2017, cuando los activos bajo gestión pasiva representaban un 20% de patrimonio global, generaron unos ingresos de sólo un 6%.

Algunas gestoras de gestión activa han dado respuesta a esta reducción de ingresos restructurando el esquema de comisiones, cerrando fondos con comportamiento inferior y lanzando nuevos productos. Una de las gestoras de mayor tamaño redujo un 20% las comisiones de los diez fondos de mayor volumen de renta variable internacional. En Europa los modelos de distribución de bajo coste son más difíciles de aplicar por la mayor importancia que distribuidores e intermediarios tienen en la industria, pero se espera que con el tiempo esta situación cambie.

Algunos gestores identificaban la debilidad en el pesimismo de los inversores como causante del retroceso en los beneficios durante 2018. El aumento previsto de los tipos de interés en Estados Unidos y la ralentización del crecimiento económico socavó la confianza del mercado.

En entornos difíciles puede resultar conveniente mostrar agilidad, aunque el tamaño puede también contribuir a absorber un descenso en los beneficios. Ambos tipos de gestoras resultaron beneficiadas el pasado año en cuanto a costes, tanto las mayores como las de menor tamaño, comportándose ambas relativamente mejor que las de tamaño medio. Esto puede indicar que las gestoras que operan a mayor escala probablemente tengan una mayor libertad para adaptarse a decisiones que supongan cambios en su modelo de negocio, a medida que tanto márgenes como comisiones continúan estrechándose. En cuanto a las gestoras más pequeñas, cuentan potencialmente con mayor capacidad para focalizarse en su especialidad y asignar suficiente capital para competir.

De acuerdo con el estudio de BCG, si nos fijamos en el desempeño de las entidades gestoras en la últimos cuatro recesiones en EE UU, un 14% creció más rápido y consiguió generar mayores márgenes y alrededor de un 44% tuvo un menor crecimiento y márgenes más estrechos, observándose una brecha significativa entre ganadores y perdedores. Mientras que los ganadores obtuvieron ingresos de 8,80% y elevaban sus márgenes un 2,90%, los perdedores registraban descensos de 4,70% en sus ingresos y un 4,40% en sus márgenes.

En tiempos difíciles un liderazgo fuerte es más importante que nunca. Para hacer frente a futuro cada vez más complejo y competitivo es necesario reforzar la estrategia y determinar la mejor forma de racionalizar y hacerse más eficiente. Parte de este ejercicio debería centrarse en los costes, focalizándose simultáneamente en asegurarse que los clientes están altamente motivados para continuar siéndolo.

Sin embargo, las gestoras pueden también considerar enfoques más agresivos, como el aprovechamiento de sofisticadas herramientas de análisis, la introducción de nuevos productos, la mudanza a nuevas sedes o las fusiones entre entidades. Una recesión conlleva un riesgo inevitable. Visto constructivamente, sin embargo, puede representar una ventana de oportunidad.

Paula Mercado es Directora de Análisis de VDOS Stochastics

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