Los 893 millones que deja de ganar el fútbol femenino
Agrupar el patrocinio de hombres y mujeres es la principal razón de la pérdida de valor, según Brand Finance
Las luchas y reivindicaciones de las mujeres no solo están impulsando cambios en las organizaciones y en las estructuras sociales, sino también en el ámbito deportivo. La participación de la Selección Femenina de Fútbol en el Mundial de Francia, que acabó el pasado domingo, se ha seguido con un interés especial y dejó unas cifras de seguimiento récord: 22 medios de comunicación inscritos, con la mejor audiencia en sus tres años de existencia para la cadena GOL, propietaria de los derechos televisivos en España, con un 1,2% de share (un 12,8% en octavos frente a EE UU y 1.320.000 espectadores). Sirvan también como ejemplos los partidos de Inglaterra-EEUU que, según datos de la FIFA, batió el récord de audiencia en Reino Unido con 8,8 millones de espectadores, el de Suecia y Alemania, con 7,9 millones; o el de Francia-EE UU, con 11,8 millones. Sin embargo, estos tímidos avances no son suficientes y esta disciplina se encuentra aún a años luz de su equivalente masculino.
Las jugadoras estadounidenses, que se alzaron con el título este fin de semana, percibirán 3,6 millones de euros, el doble que las que lo hicieron en 2015. Una mejora que aún dista mucho de los 27 millones de euros que se embolsarán los próximos ganadores de la Copa del Mundo masculina. De hecho, el fondo general de premios en la categoría femenina apenas supera esa cantidad, se queda en los 30 millones de euros, frente a los 393 millones a los que asciende el premio en efectivo en el caso de los varones.
Unos datos que, según el estudio Football Annual 2019, que la consultora de valoración de marcas Brand Finance publicará el próximo agosto, derivan de que el potencial total de patrocinio en el juego de las mujeres a nivel mundial está infravalorado. Los expertos aseguran que se están desperdiciando alrededor de 893 millones de euros que se podrían llegar a sumar a los 1.071 millones de euros en los que estiman el valor actual del apoyo económico de las marcas a las agrupaciones femeninas.
La directora general de Brand Finance España, Teresa de Lemus, reconoce que, a pesar del progresivo interés que despiertan estos equipos, la única manera de que esta brecha se cierre por completo es que creciese todavía más su popularidad. “Aún no puede competir con los miles de millones de seguidores del fútbol masculino en todo el mundo”, prosigue. No obstante, la estimación de 893 millones de euros en patrocinio que se están desperdiciando ya tiene en cuenta los diferentes niveles de seguimiento. “Existe una oportunidad importante para las marcas corporativas dentro del fútbol femenino que no está siendo explotada”, reivindica De Lemus.
A este respecto, desde la consultora recomiendan acabar con la negociación conjunta del apoyo económico que reciben los equipos de ambos sexos, pues consideran que esto repercute en una pérdida de ingresos para los titulares de los derechos y de visibilidad para las firmas corporativas. “Esto se hace porque los clubes están dominados por hombres que aún no se han dado cuenta de las serias oportunidades asociadas con los clubes femeninos. Lanzan el patrocinio de estos últimos como regalo de promoción, pero deberían tratar de apelar a diferentes marcas. Es una mala decisión hacerlo conjuntamente”, defiende la responsable de Brand Finance.
Dos variables, la popularidad y el apoyo de las firmas, que se retroalimentan. La ejecutiva recomienda investigar el impulso que puede llegar a generar contar con el patrocinio de determinadas marcas, especialmente a nivel de visibilidad. “Sería necesario que los clubes y los órganos rectores también se incorporen, pero a menudo estas cosas crecen orgánicamente si existe la demanda”, concluye De Lemus.