Hijas... pero sobradamente preparadas
Ellas ocupan el puesto de consejeras delegadas en el 36,9% de las empresas familiares españolas, una proporción que además está en crecimiento
No les gusta el término herederas. O al menos en el sentido que a veces se le ha dado de no haber hecho lo suficiente para ganarse un puesto que tiene “por ser quien es”. Las mujeres a las que nos referimos en este reportaje están formadas para desempeñar las labores de responsabilidad que han asumido en sus compañías, las empresas en las que su familia es el accionista de referencia.
Están preparadas y son muchas. De hecho, el puesto de CEO estaba ocupado por mujeres en el 36,9% de las empresas familiares españolas en 2015, último dato disponible. Un porcentaje superior al conjunto de empresas, ya que por entonces ellas ocupaban el puesto de gerente en el 31,4% del total de compañías.
Esta referencia, extraída del informe La empresa familiar en España (2015), del Instituto de la Empresa Familiar, viene a confirmar su importancia en este contexto empresarial, pero es aún mejorable.
“Hay una realidad, las mujeres somos mayoría entre las profesionales que trabajamos en el sector textil-moda. Hasta ahora eso no se ha traducido en visibilidad ni, en la mayoría de los casos, en representación en puestos ejecutivos o de consejo de administración. Las mujeres CEO somos, hoy en día, una rareza tanto entre las empresas familiares como en las que no lo son”, asegura Adriana Domínguez, consejera delegada del grupo Adolfo Domínguez desde hace dos años.
Están presentes en muchos sectores, como la moda, el turismo, la construcción
o la automoción
Entre las mujeres directivas provenientes de las estirpes familiares más conocidas están, sin duda, Esther Alcocer Koplowitz, que es presidenta del consejo de administración de FCC, o su hermana Alicia, que es presidenta de Cementos Portland, y la pequeña, Carmen, consejera de Cementos Portland y de FCC.
Otra presidenta muy mencionada ha sido Mar Raventós en Codorníu, que ostentó el cargo hasta que hace unos meses el fondo norteamericano Carlyle asumió el control de la compañía.
“Cuando estoy trabajando no me paro a pensar en mi género ni en el de los demás. Estoy convencida de que es bueno que cada vez más mujeres se incorporen a los puestos de alta dirección en las empresas. Creo en la meritocracia, como predomina en otros países, y no soy partidaria de las imposiciones”, explica Pilar Martínez-Cosentino, vicepresidenta ejecutiva del grupo Cosentino, segunda generación en la compañía dedicada a la fabricación de superficies fundada por su padre, Francisco Martínez Cosentino, y sus tíos.
Otra vicepresidenta de relieve es María Helena Antolin, dentro de Grupo Antolin, fabricante de componentes para coches, que además es la presidenta de la patronal Sernauto.
En el caso de Carmen Riu, es consejera delegada desde 1998 del grupo Riu, responsabilidad que comparte con su hermano Luis. Ambos son la tercera generación de una compañía que se empezó a gestar en Mallorca en 1953.
Esta ejecutiva compaginó sus estudios universitarios con periodos de trabajo en las diversas secciones de un hotel. Un tipo de trayectoria muy común en las empresas familiares, donde en muchas ocasiones las segundas o terceras generaciones se forman internamente comenzando desde abajo.
También en el sector turístico destaca la cuarta generación del grupo Iberostar, donde Gloria Fluxá ocupa la vicepresidencia y su hermana mayor, Sabina, el cargo de consejera delegada.
En cuanto a la junta de accionistas, órgano en el que queda patente la representación de la propiedad, la presencia de las mujeres significaba en 2017 casi el 32%, siempre según el Instituto de la Empresa Familiar. Un porcentaje que asciende hasta el 39,5% y al 40,7% si nos referimos a órganos relacionados con el ámbito familiar como son, respectivamente, el consejo de familia y la asamblea familiar.
“Actualmente, el 45% de los miembros del consejo de administración de Tous son mujeres, 5 de un total de 11 miembros, teniendo en cuenta la figura de secretaria no consejera”, afirma Alba Tous, la hermana que ha asumido la presidencia de la compañía de joyería, y prosigue: “La presencia de la mujer en nuestra empresa siempre ha sido algo muy normal ya que mi madre ha sido el alma de la compañía y mis cuatro hermanas y yo nos incorporamos al negocio”. De hecho, su hermana Rosa es vicepresidenta corporativa, mientras que Marta ocupa la dirección de arte y Laura Tous es miembro del consejo de administración.
Otro ejemplo lo constituyen las cuatro hijas de Juan Roig, presidente y máximo accionista de Mercadona, que forman parte del consejo de administración del supermercado.
Un panorama prometedor
En la empresa familiar, el 28,8% de los directivos eran en 2017 mujeres, dos puntos más que dos años atrás. En promedio, el 31,9% de los consejos de administración de las empresas familiares cuenta con alguna mujer. Un porcentaje que ha ido aumentando en los últimos años, según datos del Instituto de la Empresa Familiar, ya que en 2015 era del 26,8%. Además, por entonces, el 71,8% de los consejos de administración de este tipo de compañías contaban en su seno con alguna mujer.