Bruno Rovelli (BlackRock): “La situación en Italia puede ir a peor, aunque no fuera de control”
El estratega jefe de inversiones de BlackRock en Italia cree que el otoño será clave para el país, con nuevas elecciones y una difícil negociación con Bruselas
Bruno Rovelli tiene una visión muy cautelosa sobre el momento actual de la geopolítica y la economía mundial, y en especial europea. Sin renunciar a un sesgo positivo hacia la renta variable, el estratega jefe de inversiones para Italia de BlackRock, Bruno Rovelli, rebaja su optimismo y advierte del gran riesgo que supone la guerra comercial en el punto de madurez en que se halla la economía global, a punto de cambiar de ciclo, y de la tensión que promete inyectar Italia en los próximos meses en su tira y afloja con Bruselas por el control de su deuda y déficit público, pese a la calma de los últimos días. Llevar ese pulso al extremo supondría la salida de Italia del euro, un escenario que Rovelli no contempla y que, según apunta, no contaría con el apoyo de la población.
- R. ¿Qué implicaciones puede llegar a tener el recrudecimiento de la tensión comercial entre EE UU y China?
- R. El gran riesgo de mercado es sin duda lo relacionado con el comercio. El efecto de los aranceles es muy parecido a una política fiscal restrictiva, es como un impuesto al fin y al cabo. Y es un riesgo en este momento porque la economía global se está desestabilizando, así que imponer una suerte de restricción fiscal en un entorno de desaceleración es claramente peligroso. La Fed está dispuesta a reaccionar si es necesario. Es el único banco central del mundo con margen de maniobra si la situación lo requiere, la situación es más compleja para el BCE o el Banco de Japón.
- R. ¿Cree que el BCE terminará bajando los tipos el próximo año?
- R. La posibilidad de una rebaja de tipos de interés en la zona euro es muy alta. Es difícil anticipar en este momento un alza de tipos, la economía se está debilitando. Los bancos centrales no han logrado su objetivo de anclar la inflación desde que estalló la crisis. En Estados Unidos están en el debate de definir el objetivo de su política monetaria, el BCE está lejos de eso. Pero hay que analizar qué pasa con la inflación cuando no crece lo esperado tras diez años de crecimiento y el desempleo está en mínimos, como sucede en EE UU.
- R. ¿Espera un acercamiento de EE UU y China en la cumbre del G20 que pueda dar un respiro a los inversores?
- R. Nuestro escenario base para el conflicto comercial es de un acuerdo, aunque es muy difícil definir su contenido. Puede ser simplemente la decisión de no complicar aún más las cosas en el corto plazo o que se difiera la solución al problema pero será casi imposible regresar al statu quo anterior, la tensión actual es algo que va a durar incluso a pesar de un posible acuerdo comercial. Será un indicador, desde un punto de vista táctico, de que no hay intención de EE UU ni China en deteriorar la situación. Además, como nos vamos acercando a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020, hay varios factores que se cruzan: los mercados financieros también son importantes para los comicios. Así que el incentivo para los aranceles será menor a medida que nos acerquemos a ellos. Pero es muy improbable que eso signifique que el problema de fondo está solucionado. Es una cuestión estructural que va a durar muchos años.
"La tensión comercial entre EE UU y China es una cuestión estructural que va a durar muchos años”
- R. ¿E Italia? ¿Qué capacidad tiene para desestabilizar aún más a la zona euro?
- R. La situación en Italia es claramente de un tira y afloja con Bruselas. De un lado, creo que los fundamentales de la economía italiana no son débiles, y con ello me refiero no solo al sector público sino al privado, que tiene fundamentales históricamente más fuertes que en las crisis italianas del pasado. Es comprensible la idea del Gobierno de crecer, en la idea de expandir la política fiscal pero es una propuesta muy peligrosa para Italia y probablemente no el mejor camino. La Comisión Europea difícilmente va a aceptar la expansión fiscal. La realidad es que Italia no ha hecho una política fiscal restrictiva en al menos los tres últimos años.
- R. ¿Prevé que se celebren elecciones generales en el país próximamente?
- R. Las elecciones europeas han redefinido el mapa político italiano, lo más probable es que tengamos una crisis de Gobierno en algún momento, con nuevas elecciones. Y el nuevo Ejecutivo tendrá que negociar algún tipo de acuerdo con la nueva Comisión Europea. De septiembre a octubre será un tiempo clave para Italia, con varios posibles escenarios. O bien vamos a elecciones o vamos a una increíblemente difícil negociación con Bruselas. Será un momento clave, sea cual sea el escenario. El principal riesgo aquí no es la confrontación con Bruselas sino la salida de Italia del euro, ya sea por propia voluntad o no y que tendría una dimensión global. Pero tanto 5 Estrellas como La Liga han de hecho moderado su discurso. La Liga hace cuatro años hablaba en su campaña de salir del euro y ahora habla de cambiar la zona euro. La mayoría de la población italiana no desea salir del euro y es difícil que un político pudiera hacer algo en contra de esa mayoría.
- R. ¿Cree que podría darse ese escenario extremo? ¿Hasta dónde puede Italia tensar la cuerda?
- R. Es difícil imaginar a Italia fuera del euro. Sí creo que vamos a estar mucho tiempo en una situación de inestabilidad en la que las cosas se pueden poner peor, pero no quedarán completamente fuera de control. Tenemos la experiencia de Grecia, todo el mundo tiene una idea hasta que deja de tenerla... Tsipras al final cambió, en algún momento te das cuenta de que tienes que hacer algo muy desestabilizador y tienes que contar con el apoyo de la población para ello. Italia es un país con un fuerte tejido industrial e históricamente dominado por partidos mayoritarios, convencionales. Lo que esperamos es que haya algún tipo de acuerdo, un compromiso en materia fiscal. Veremos algo parecido a 2018 pero no puedo imaginar que la situación quede fuera de control, sería innecesario.
- R. En este contexto de incertidumbre, con varios focos de riesgo en el mercado, ¿cree que hay margen de subida para las Bolsas en los próximos meses?
- R. Creemos que a pesar de todo hay potencial para los activos de riesgo este año. La razón es que no vemos probable una recesión global en los próximos 20 meses, en general. Por zonas, preferimos la Bolsa estadounidense por una cuestión de calidad y también los mercados emergentes. Sí esperamos que el retorno a 12 meses sea positivo. Y que las Bolsas se revaloricen de aquí a doce meses. Pero cada vez somos menos positivos, aunque esperando que la economía se estabilice y que los riesgos políticos, si no mejoran, al menos no vayan a peor.