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El Ibex salva la sesión pese al fuerte castigo a la banca

Wall Street sube más de un 0,5% después de que Bloomberg publique que EE UU estudia posponer los aranceles a México

Reacción de la Bolsa al BCE

Todas las esperanzas estaban depositadas en Mario Draghi. Después de que el martes el presidente de la Fed insuflara ánimos a las Bolsas al sugerir la posibilidad de una rebaja de los tipos, hoy los inversores aguardaban a que el BCE ayudara a prolongar la tendencia alcista. Pero de poco sirvió la espera. A medida que el banquero italiano avanzaba en su comparecencia, la euforia se fue diluyendo y en apenas unas horas, el Ibex 35 pasó de registrar ascensos superiores al 1% a concluir con un alza del 0,2%, subida que le permite encadenar su cuarta sesión en positivo.

La deuda no fue ajena al BCE y volvió a vivir una jornada de récords tanto en el mercado primario, donde por primera vez emitió bonos a cinco años a tipos negativos, como en el secundario.

De nuevo la banca se convirtió en el principal obstáculo para la Bolsa española. Aunque el BCE detalló las condiciones de la nueva ronda de liquidez a largo plazo que pondrá en marcha en septiembre, al mercado le supo a poco. Los inversores confiaban en que Draghi aportara detalles adicionales sobre la flexibilización de la facilidad de depósito (-0,4%) o lo que es lo mismo que suavizara la penalización que los bancos deben afrontar por el exceso de liquidez. El escenario resultó mucho más sombrío, pues el responsable de la política monetaria en la zona euro señaló que en la cita de este mes se discutió la posibilidad de rebajarla aún más, algo que no gustó. Esto supondría añadir más presión a los márgenes de las entidades.

Los bancos, que ven cómo sus esperanzas de una subida de los tipos se diluyen, se dieron rápidamente la vuelta y apostaron por el rojo. Sabadell fue la entidad más castigada al caer un 5%, el mayor recorte desde marzo. Las acciones del banco que preside Josep Oliú se alejan progresivamente del euro por acción. Le siguieron de cerca Bankia (-4,24%), Bankinter (-2,77%) y CaixaBank (-2,03%). Los dos colosos del sistema financiero español no escaparon a las ventas. Santander bajó un 1% y pierde el nivel de los cuatro euros por acción, mientras que BBVA se dejó un 0,71%.

Las entidades españolas junto a las italianas fueron las más penalizadas en la nueva ronda de liquidez pues solo podrán pedir entre 30.000 y 40.000 millones, frente a los 300.000 millones que podrán solicitar los bancos franceses y alemanes. Frente a ellas, las energéticas recibieron el mensaje de Draghi con los brazos abiertos. Fueron las subidas de este sector las que actuaron de contrapunto. Su perfil defensivo se vio acentuado por la idea de que seguirán gozando de unos costes de financiación reducidos y que su rentabilidad por dividendo no se verá amenazada. Todo ello permitió a Iberdrola sumar un 2% mientras Endesa se anotaba un 1,7%; Red Eléctrica, un 1,33%, y Enagás y Naturgy, un 1,3% y un 0,7%, respectivamente. Solo Grifols (5%) se situó por encima al registrar la mayor subida en siete meses.

La misma tendencia que imperó en la Bolsa española tuvo su réplica en Europa donde el sector de las utilities (1,34%) y el sanitario (0,68%) fueron los que gozaron de mejor comportamiento con el bancario (-1,01%) y el inmobiliario (2,2%) liderando las caídas. A ellos se sumó el automovilístico (-0,91%) después del fracaso de la fusión entre Fiat (0,01%) y Renault (-6,4%), el segundo fiasco en lo que va de año tras el protagonizado por Deutsche Bank y Commerzbank.

Los principales índices de la zona euro registraron signo mixto. El Mib italiano aguantó el tipo y sumó un 0,11% mientras el Cac francés y el Dax alemán retrocedían un 0,26% y un 0,23%, respectivamente. Al otro lado del Atlántico Wall Street se anota un 0,5% al calor de las informaciones publicadas por Bloomberg en las que señalan que EE UU estaría dispuesto a retrasar los aranceles a México.

Nuevos récords en la deuda

La aversión al riesgo y la certeza de que los tipos continuarán en niveles bajos durante un largo periodo de tiempo sirvieron de aliciente al Tesoro. El organismo dependiente del Ministerio de Economía vendió 2.900 millones en bonos a tres y cinco años y obligaciones indexadas a la inflación a 11 años. La gran novedad del día fue, que por primera vez en la historia, España cobró por su deuda a cinco años –colocó 1.100 millones al -0,09%–, un hito que hasta el momento más allá de las letras estaba reservado para los bonos a tres años. En deuda con vencimiento en 2022, el Tesoro adjudicó 1.335 al -0,35% y en obligaciones a 11 años, 476 millones, al -0,28%.

En el secundario, la deuda a 10 años se vio sometida a una fuerte volatilidad, para finalmente acabar marcando un nuevo mínimo y cerrar en 0,61%.

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