Guía para invertir en Santander, Inditex, Telefónica, Iberdrola y BBVA
La energética es la apuesta más clara de los gestores para comprar tras la corrección bursátil por su carácter defensivo
El mes de mayo está poniendo en cuestión la continuidad del intenso rally con que había comenzado el año la Bolsa. Los fantasmas del proteccionismo han reaparecido y la amenaza de fracaso en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China ha provocado una intensa recogida de beneficios, la mayor en lo que va de año. Aunque la semana se salda con un alza del 1,78%, el Ibex ha visto encogerse su ganancia acumulada en 2019 al 8,6%, en una corrección comparable a lo sucedido en el conjunto de los índices y en la que ha influido especialmente el descenso que sufren los grandes valores del selectivo español en el mes de mayo.
Santander, el valor que más peso tiene en el Ibex, cae en mayo el 7,6% y reduce a cerca del 4% su ganancia anual. BBVA pierde en el mes casi el 5%; Inditex, el 5,85% y Telefónica, el 3,4%, con lo que su evolución en el año queda ya en terreno negativo. Solo Iberdrola resiste la oleada vendedora de las últimas jornadas y avanza en mayo el 1%. ¿Es momento entonces de retomar posiciones en los grandes del Ibex tras las últimas caídas? ¿Cómo puede su evolución marcar el rumbo del selectivo español en los próximos meses?
La amenaza proteccionista reavivada desde la Casa Blanca es sin duda un lastre para la recuperación bursátil de los valores más globales y ha sido aprovechada por los inversores para deshacer posiciones. “La banca siempre reacciona muy a flor de piel ante las incertidumbres y representa casi un tercio del Ibex”, advierte Gonzalo Sánchez, gestor de renta variable española de Gesconsult y que tiene a Iberdrola como opción más clara de compra entre los grandes valores a la hora de aprovechar las recientes caídas. Considera que la eléctrica “es interesante como posición defensiva y una de las opciones más atractivas del sector por su crecimiento futuro”.
Santander, BBVA e Inditex se resienten del proteccionismo por su carácter global y Telefónica entra en pérdidas en el año
Una gran mayoría de inversores ya ha ido rebajando exposición a la renta variable ante las alzas logradas en los primeros meses del año y después de haber iniciado el ejercicio poniendo a trabajar toda la cartera, con posiciones mínimas en liquidez. “Aprovechamos el inicio de año para comprar con fuerza y ya hemos recogido algunos beneficios. Nuestro fondo ha pasado de estar invertido al 100% al 92% actual”, explica Javier Galán, gestor de Bolsa española de Renta 4.
El experto recuerda que durante el rally bursátil registrado hasta abril, el Ibex ya había subido menos que otros índices europeos por el menor peso en este índice de valores tecnológicos e industriales, que concentraron los ascensos. Añade que los bancos van a seguir haciendo frente al difícil entorno que suponen los tipos de interés cero en la zona euro y que Inditex deberá encarar la desaceleración del consumo a nivel global y su exposición a Asia.
“Se salva el sector eléctrico. Es cierto que su recorrido es ahora menor y las valoraciones son cada vez más exigentes pero valores como Iberdrola lo podrán hacer mejor que el resto del mercado por su carácter defensivo. La eléctrica será un suelo para el Ibex”, explica.
Pese a la caída de mayo, los expertos no ven aún un nivel
claro de compra y esperarían para ello a nuevos descensos
Mario Lafuente, gestor de atl Capital, señala que “la caída vista hasta ahora no es de bastante envergadura como para volver a comprar”. Asegura estar a la espera de novedades en la tensión comercial y considera que las oportunidades de compra surgirían en caso de un descenso adicional del mercado de al menos el 5%. Recuerda además la fuerte exposición a países emergentes que presenta el Ibex, a través de la presencia en Brasil, Turquía o México de los grandes valores del índice.
De hecho, esta elevada exposición es un elemento más de riesgo para el selectivo español en el momento actual, dado que las economías emergentes son especialmente sensibles a una escalda proteccionista. Pero Lafuente también aprecia un elemento positivo para los grandes valores españoles. “El dólar no se ha apreciado estos días y el hecho de que no suba, al menos no es perjudicial para las divisas emergentes. No creo que vayan a depreciarse especialmente”, explica, sin perder de vista que el mercado descuenta ahora con más intensidad una rebaja de tipos en EE UU a finales de año.
Los expertos tienen sus reservas sobre los grandes valores españoles en el entorno actual, si bien el consenso de analistas les da una recomendación mayoritaria de compra. La apuesta más clara es Santander, con un 75% de consejos de compra según el consenso de Bloomberg. En Telefónica, los consejos de compra se reducen al 51,4%, reflejo de la dura competencia común al sector de telecomunicaciones y a la deuda que aún soporta la compañía. En BBVA, el consejo mayoritario es mantener, por el 48,4% del total.
Santander: analistas e inversores ‘value’ confían en la remontada
Las acciones de Banco Santander no levantan cabeza. Frente al rango de cinco a seis euros al que cotizaban en 2017, este año no ha llegado a los 4,7 euros. De hecho, en un año, la entidad ha perdido un 22% de su valor en Bolsa. El mal comportamiento del gigante bancario español explica, en buena medida, que el Ibex 35 se haya quedado rezagado respecto a otros índices europeos. Analizando la evolución de Santander en el último año se puede comprobar que ha sido el valor que más puntos ha restado al selectivo.
En su última presentación de resultados, el banco presidido por Ana Botín reveló que está viendo cómo se reduce el beneficio generado en España (por las menores comisiones e ingresos de mercado) y el de su filial en Reino Unido. Solo el negocio de Brasil mejora sus datos. En conjunto, la entidad ganó un 10% menos.
En los últimos años, varias amenazas han pesado mucho sobre el balance del banco rojo. Por un lado, la fuerte depreciación respecto al euro de las monedas locales de varios países donde opera el grupo. Mención especial merece su negocio en Reino Unido, afectado por el riesgo de un Brexit duro. También ha pesado, la difícil gestión en un entorno de bajos tipos de interés, en el que los márgenes que obtiene Santander por prestar dinero se han reducido drásticamente.
Los mensajes del BCE de que va a retrasar las subidas de tipos ante la debilidad de la economía, es un lastre para los bancos, a lo que se suma el constante riesgo por litigios, ahora en espera de la sentencia del Tribunal Europeo sobre el IRPH. A pesar de estos malos meses en Bolsa, la inmensa mayoría de los analistas que siguen el valor recomienda comprar y calculan que en 12 meses sus acciones alcanzarán un precio 5,1 euros, según el consenso.
Bestinver, una de las gestoras más prestigiosas del país, optó a comienzos de año por entrar en el capital de Santander. “Hemos invertido porque consideramos que cotiza a un precio excesivamente bajo. A su precio actual es como si nos estuvieran regalando la filial de Reino Unido. Y a mí, si me lo regalan, me lo quedo”, explicaba Beltrán De la Lastra, presidente de Bestinver.
En el Día del Inversor que celebró en abril, Santander presentó los detalles de su estrategia para la digitalización de sus filiales. “Consideramos positivo el esfuerzo de Santander en innovación digital, ya que protege el exitoso modelo de negocio de la entidad frente a las perturbaciones tecnológicas”, explica en un informe Marco Troiano, analista de la firma de calificaciones crediticias Scope Ratings. “Su perfil crediticio podría verse beneficiado si estos esfuerzos condujeran a una mayor consolidación de la posición competitiva del grupo en sus diferentes mercados”, añade.
Uno de los temores de los analistas es que Santander participe en la esperada nueva ronda de consolidación de la banca europea. “Siempre adopta un papel activo, y esto puede dañar a la cotización”, explica un gestor.
Inditex: el tirón del negocio ‘online’, clave para su valoración
Inditex ha sido la locomotora del Ibex 35 durante años. En un periodo en que bancos y eléctricas no lograban tirar del carro, la empresa de moda seguía revalorizándose. Desde hace dos años parece que esa locomotora se ha quedado sin carbón. Tras los máximos registrados en junio de 2017, cuando las acciones de Inditex rozaron los 37 euros, los títulos han caído con fuerza hasta cotizar desde comienzos del año pasado en la banda entre los 22 y los 29 euros.
Las explicaciones para esta anemia bursátil son varias. Una de las más evidentes es el impacto que ha tenido en las cuentas del grupo la depreciación de la mayoría de las monedas locales de países emergentes donde opera. En los primeros meses de 2019 este efecto se está revirtiendo. También ha habido trimestres en que el aumento de las temperaturas otoñales ha hecho que Inditex venda menos prendas de abrigo. Y, además, un temor de los inversores al impacto que puede tener en sus ventas la irrupción de nuevos competidores online, como Zalando o Asos.
Tampoco hay que olvidar el contexto macro, con el PIB mundial ralentizándose, una guerra comercial en ciernes y los analistas previendo el final del ciclo bursátil en Estados Unidos.
“Conocemos perfectamente los argumentos que se aducen para revisar la valoración de Inditex, pero creemos que son algo catastrofistas y que no tienen en cuenta el potencial del negocio de ventas por internet”, explicaba recientemente el gestor de fondos Iván Martín, presidente y fundador de la firma Magallanes Value Investors.
Esta entidad acaba de tomar una participación en Inditex. “Nuestro escenario principal es que el negocio tradicional vuelva a crecer a tasas de más del 7% y que el mercado va a valorar mejor el negocio ‘online’, que ya representa el 10% de las ventas y tiene el triple de márgenes que otras firmas comparables”, apunta Martín. Si se da esta situación, en Magallanes calculan que las acciones de Inditex podrían valer 37 euros (frente a los 25 a los que cotiza ahora).
De los 34 analistas que monitorizan en Bloomberg la evolución del valor, el 58% recomienda comprar acciones de Inditex. El precio objetivo que esperan para los próximos 12 meses es menos optimista que el de Magallanes: de media pronostican que suba hasta los 28,48 por acción.
BBVA: la sombra de Turquía es alargada
El peso que la filial turca de BBVA (Garanti) tiene en las cuentas de grupo es pequeño, pero cada vez que se recrudece la situación política y económica de Turquía y se deprecia la lira turca, la cotización del banco sufre. Los títulos de BBVA se han devaluado un 23% en los últimos 12 meses. La acción lleva mucho tiempo cotizando entre los cinco y los seis euros, cuando en 2017 llegó a rozar los ocho euros.
En las cuentas del primer trimestre, BBVA presentó un beneficio atribuido de 1.164 millones de euros, un 9,8% menos que un año antes. Las cuentas han estado penalizadas tanto por el deterioro del negocio en Turquía como en Estados Unidos (caída del 35% de su aportación a los resultados).
En lo que va de año, la lira turca ha perdido un 10% de su valor frente al euro. Aunque los resultados trimestrales de Garanti han sido positivos (si se aísla el efecto divisa), los inversores desconfían
Otra fuente de turbulencias para BBVA es Bancomer, su filial en México. Se trata de la joya de la corona del grupo pero, con la llegada del nuevo Gobierno del izquierdista de Andrés Manuel López Obrador, ha aumentado el riesgo de que el banco tenga que abonar más impuestos y recargos.
Algunos analistas van a contracorriente y creen que esta filial será un motor de subidas bursátiles. “Bancomer ha tenido una rentabilidad sobre recursos propios 8,5 puntos porcentuales superior que sus comparables en México, y creemos que puede mantenerla”, explica en un informe Deutsche Bank.
Además, Bancomer es líder con una cuota de mercado de cerca del 25% y ha sido capaz de mantener una distancia sustancial con su perseguidor. “Por otro lado, la fortaleza de su marca le permite mantener un coste de financiación bajo y una rentabilidad fuerte de sus préstamos, inclinados al negocio minorista”, inciden desde el banco alemán.
El banco español también se ha visto salpicado por la convulsa salida de Francisco González, presidente durante 17 años. Tras revelarse su relación con el polémico comisario Villarejo, González tuvo que renunciar a su cargo de presidente de honor.
De los 31 analistas que siguen la evolución de BBVA, el 48,4% recomienda mantener la inversión en el banco y el 38,7% apuesta por comprar más acciones. Por término medio, calculan que sus títulos se revalorizará 18% en los próximos 12 meses.
Telefónica: el reto de cómo brillar en un sector en feroz competencia
Telefónica está dando decididos pasos para superar el gran escollo que ha penalizado la acción en los últimos tiempos, el nivel de endeudamiento de la compañía, aunque la apuesta del mercado por comprar el valor aún no es abiertamente decidida. Las recomendaciones de compra sí son mayoría según el consenso de Bloomberg, por el 51,4% del total, si bien un 42,9% de expertos recomienda mantener el valor y otro 5,7% venderlo.
Como el conjunto de las compañías de telecomunicaciones, Telefónica afronta retos como las inversiones que exige la tecnología 5G, la gran fragmentación del sector o la competencia feroz en precios, en especial en el segmento del bajo coste.
“Todas las operadoras de telecomunicaciones ofrecen un servicio muy homogéneo, es muy difícil diferenciarse si no es vía precio. Telefónica intenta hacerlo por contenido pero no es fácil cuando el contenido no es propio”, explica Gonzalo Sánchez, gestor de Bolsa española de Gesconsult y que no ve atractivo en comprar el valor pese a las últimas caídas. En Bankinter en cambio consideran que los citados riesgos ya están contemplados en la cotización de Telefónica, que considera cotiza con un importante descuento.
El banco recomienda comprar y establece un precio objetivo de 9,36 euros, al tiempo que confía en que el grupo cumplirá sin problema sus objetivos anuales, de un crecimiento de ingresos en torno al 2% y de un aumento del oibda (beneficio operativo antes de depreciaciones y amortizaciones) de alrededor del 2%. Telefónica los confirmó en la pasada presentación de resultados del primer trimestre, en el que logró un incremento de los ingresos a nivel orgánico en todas las áreas geográficas en las que opera y una reducción de la deuda del 5,7% interanual, hasta los 40.381 millones de euros, gracias a la generación de caja y a la venta de activos, que prevé intensificar este año con la desinversión en las filiales de Centroamérica y de los centros de datos. Así, el ratio de deuda financiera neta sobre oibda deberá caer a las 2,5 veces en 2022.
“Todo ello permite alejar el temor a un empeoramiento del perfil financiero que pueda poner en riesgo su rating y amenazar su atractiva rentabilidad por dividendo”, añaden en Bankinter. En Goldman Sachs la recomendación es neutral, con un precio objetivo de 8,10 euros.
Iberdrola: en posición privilegiada para atraer al inversor defensivo
Es con diferencia el gran valor del Ibex que mejor ha resistido la presión vendedora de las últimas jornadas. Iberdrola ha afrontado la reciente escalada de tensión comercial con el viento de cola de su positiva presentación de resultados. Desde el 25 de abril, cuando anunció unos beneficios del primer trimestre que superaron las expectativas y una mejora en la previsión de resultados y dividendo para este año, las acciones de la eléctrica han subido el 4,6%. En el mes de mayo, frente a los fuertes descensos del resto de grandes valores del Ibex –en el que Iberdrola tiene un peso del 7,6%–, los títulos de la compañía arañan un alza de casi el 1%.
Iberdrola vive de hecho un momento dulce en Bolsa. El carácter defensivo de su negocio, que favorece una elevada rentabilidad por dividendo, la hace más atractiva en momentos de incertidumbre bursátil como el actual. Pero la eléctrica española despunta además en su sector y es vista por numerosas firmas de análisis como apuesta ganadora dentro del proceso de transición hacia la energía sostenible que atraviesan las eléctricas. Es el caso de Citi, que cree que Iberdrola es “la compañía europea en mejor posición para beneficiarse de la transición energética”.
El banco estadounidense reiteró su recomendación de compra tras la presentación de resultados y elevó el precio objetivo de 8,1 a 8,8 euros, lo que encierra un potencial del 8%. “Su crecimiento junto a un balance equilibrado la colocan como una de las compañías más atractivas del sector y con un dividendo más sostenible”, añade Citi, que mantiene su predilección por la compañía pese a su subida bursátil. Credit Suisse también sobrepondera Iberdrola y, tras conocer los resultados, ha elevado el precio objetivo de 7,4 a 8,6 euros por título.
Más cauto es Goldman Sachs. Reconoce que los resultados fueron “impresionantes”, ve a la compañía como uno de los ganadores de su sector y alaba su modelo de negocio centrado en renovables, pero advierte que cotiza con prima respecto a sus rivales y tiene un recorrido alcista más limitado. Su recomendación es neutral, con un precio objetivo de 8,35 euros. Los aspectos regulatorios son el punto débil de la compañía, como demuestra la propuesta lanzada esta semana por el Partido Laborista de nacionalizar la red británica de Iberdrola.