Los fallos de Huawei pueden asustar a sus clientes europeos
Temen tener que desmantelar sus equipos si los Gobiernos optan por una prohibición
Errar es humano. Sin embargo, los errores de Huawei reciben mucha más atención que los de Ericsson y Nokia. El riesgo es que eso asuste a sus clientes.
Huawei sufrió un nuevo golpe el martes cuando Vodafone dijo que en 2011 y 2012 encontró fallos de seguridad en los equipos del grupo chino. El problema afectó a routers wifi en Italia: permitían al fabricante comunicarse con los equipos mucho después de su instalación. Eso alimenta las acusaciones de espionaje de Estados Unidos.
La pistola hace tiempo que no humea. Vodafone dice que Huawei solucionó el problema en el momento, y que simplemente no pudo eliminar una función que se utiliza para diagnosticar problemas técnicos antes de enviar los routers: es decir, que hubo incompetencia, y no mala intención. Hace un mes, un organismo de supervisión con sede en Reino Unido criticó la ingeniería de software del grupo.
La disputa pone de relieve dos grandes problemas para Huawei, fundada por el exoficial militar Ren Zhengfei en 1987 y que el año pasado generó cerca de 27.000 millones de euros en ventas en Europa, Oriente Próximo y África. Primero, será examinada más de cerca que sus pares debido a su vínculo con el Estado chino. Ren sostiene que Huawei es propiedad de sus empleados, no del Gobierno, pero eso no tiene sentido: Pekín apenas necesita una participación en el capital para ejercer influencia.
Segundo, cumplir esos estándares más altos es caro. Huawei ya ha prometido 1.800 millones para solucionar los problemas identificados por Gran Bretaña, mientras sus costes de investigación están creciendo. El flujo de caja operativo se redujo un 22,5% el año pasado, a pesar de que las ventas aumentaron un 19,5%. La empresa ya no es el proveedor más barato de la mayoría del equipamiento de telecomunicaciones, según una fuente conocedora de sus operaciones.
El aumento de los costes y el escrutinio constante podrían resultar demasiado para los clientes europeos de Ren, que temen tener que desmantelar sus equipos si los Gobiernos optan por una prohibición. La ventaja competitiva de Huawei en Europa está bajo presión.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías