Los fondos rechazan los sueldos de la cúpula de Merlin
El 40,8% de los accionistas de la socimi votó contra el informe de remuneraciones
Merlin no termina de convencer a sus accionistas sobre las bondades de su sistema de retribución a sus consejeros. Por tercer año consecutivo, la votación consultiva de su Informe Anual sobre Remuneraciones ha recibido más de un 40% de votos en contra en la junta general de accionistas de la socimi, según el resultado de las votaciones publicado por la empresa en su página web.
En concreto, el informe de retribuciones que se sometía a la junta del pasado 10 de abril obtuvo solo un 56,287% de votos a favor, algo menos que en la junta del año anterior; un 40,8% en contra (frente al 42,5% del año anterior) y un 1,537% de abstenciones, además de un 1,365% de quórum por acciones en auitocartera que no participaron.
Tomando en cuenta que Banco Santander, que tiene un 22,3% del capital de Merlin (un 28,4% de los votos del quórum de la junta) apoya la política de retribuciones del grupo, la oposición entre los fondos de inversión fue muy mayoritaria.
El voto de castigo a la política de remuneraciones de Merlin se debe en buena medida a la recomendación contraria a la misma de ISS, el mayor proxy advisor o asesor de voto del mundo, ya que buena parte de los gestores de fondos internacionales se dejan guiar por su criterio a la hora de votar en las juntas de accionistas.
En 2018, el consejero delegado delegado de Merlin, Ismael Clemente, tuvo una retribución de 6,467 millones de euros, mientras que el director general corporativo, Miguel Ollero, ganó 6,264 millones. Dichas cifras incluyen la liquidación de un plan retributivo antiguo que no está vigente, pero no incluyen el nuevo incentivo a largo plazo, aún no consolidado y cuyo cobro empezaría a partir del año próximo, para el que se ha fijado un límite de 18,75 millones de euros para cada uno de los dos consejeros ejecutivos.
En su informe, la socimi señala que entre los factores que ha tenido en cuenta para evaluar su política retributiva están “las opiniones de inversores institucionales y proxy advisors, así como la información recibida por parte de estos en el proceso periódico de consulta que realiza la compañía”. No ha sido suficiente para convencer a los fondos.
Otros puntos con oposición
La mayoría de los puntos sometidos a aprobación en la junta general de accionistas de Merlin obtuvieron un respaldo muy amplio por parte de los accionistas. Aparte de la votación consultiva del informe de retribuciones, que fue el punto que suscitó más rechazó, hubo otras dos votaciones en que los votos en contra superaron el 10% del capital presente o representado en la junta.
En concreto, un 13,6% de los accionistas se opusieron a que se autorice la convocatoria de una junta general extraordinaria de accionistas con un plazo de 15 días, frente a los 30 necesarios con carácter general. Esa autorización se concede solo hasta la fecha de celebración de la siguiente junta ordinaria.
El tercer punto con mayor oposición fue la reelección de Javier García-Carranza como consejero dominical en representación de Banco Santander, que tuvo un 11,361% de votos en contra.