Francisco González: “Pensamos que podríamos parar la salida a Bolsa de Bankia pero no nos hicieron caso”
El expresidente de BBVA declara que el Banco de España instó al banco participar en la operación pero se negó: “Fuimos implacables”
Su presunta implicación en el escándalo de las escuchas del excomisario de policía José Manuel Villarejo le ha convertido en uno de los personajes más buscados, pero hoy Francisco González, expresidente de BBVA, apareció públicamente en el polígono industrial de San Fernando de Henares, donde se ubica la Audiencia Nacional, para testificar en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia, efectuada en julio de 2011.
Vestido con traje oscuro, corbata azul y provisto únicamente de una tableta que no llegó a consultar durante su declaración, que se prolongó durante una hora y media, el exdirigente de BBVA cargó contra todos los implicados en la formación de Bankia y su posterior debut sobre el parqué.
El exbanquero aseguró que la salida a Bolsa fue un error y que la entidad que presidía no participó en la operación al ver que ningún banco de inversión extranjero le concedía valor, a pesar de las presiones políticas recibidas para que BBVA comprase acciones de Bankia. “Nos invitaron a participar en la ampliación de capital pero el hecho objetivo es que las órdenes de bancos internacionales eran cero. Fuimos implacables. Dijimos que no podíamos participar en una salida donde los inversores internacionales no están en una operación de tal magnitud. Era una decisión muy complicada porque íbamos en contra de las presiones del poder político, de grupos económicos y de todos los que participaron”, sentenció.
González señaló que se opuso de forma “implacable” para tratar de detener el proceso bursátil, ya que si BBVA no participaba, complicaba que la operación culminase. “Que BBVA no participara era una señal muy negativa. Yo pensaba que con nuestra posición podríamos parar la salida a Bolsa. Pensábamos que influiríamos para que se parase pero no nos hicieron caso. Se hizo una operación para salvar a España pero creó problemas mucho más graves. La salida a Bolsa de Bankia fue un error y no solo de los administradores”, añadió.
No obstante, el antiguo presidente de BBVA descartó que se produjera un engaño a los inversores, precisamente el delito que la Fiscalía Anticorrupción imputa a cuatro exdirigentes de Bankia. “Nosotros creemos que eso no valía nada o valía poco al no haber ningún inversor institucional extranjero y vemos que se va a producir un desastre. No creo que haya habido dolo, pero sí un conjunto de circunstancias propiciadas por el poder político”, expresó.
Del mismo modo criticó al Banco de España por intentar “ganar tiempo” antes de que estallara la crisis financiera al impulsar las fusiones entre cajas de ahorros, como la que dio lugar a Bankia. “En 2008 se dijo que el sistema financiero estaba muy bien. Se intentó arreglar a través de los SIP, de fusiones frías, que era juntar cajas malas con otras cajas malas y sacar cajas peores”, valoró.
Cenas entre banqueros
En las ya famosas cenas que se celebraron los días 4 y 6 de mayo de 2012 entre los principales presidentes de bancos (Rodrigo Rato de Bankia, Emilio Botín de Santander, Isidre Fainé de CaixaBank y Francisco González de BBVA) y el entonces ministro de Economía Luis de Guindos se trató el plan de recapitalización de Bankia. Según González, Rato propuso una inyección de 7.000 millones, peros sus homólogos no estuvieron de acuerdo, ya que consideraban que la entidad necesitaría entre 15.000 y 20.000 millones de capital.
“La única salida era la intervención pública. Nadie iba a poner ese dinero que no fuera el Estado. Le dije [a Rato] que lo mejor era que dimitiera porque no podría conseguir ese capital. El señor Botín estaba de acuerdo y el ministro creo que también”, dijo.
Durante su interrogatorio, Rodrigo Rato, el principal encausado en el caso, a quien la Fiscalía acusa de un presunto delito de estafa a inversores y pide para él cinco años de prisión, ya declaró que González le pidió que dimitiera de su cargo al considerar que no era beneficioso para el sector bancario que un exintegrante del Gobierno (había sido vicepresidente con Aznar) estuviera al frente de una entidad que iba a ser rescatada con dinero público.
La semana pasada el exministro de Economía con Mariano Rajoy y actual vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, que también declaró como testigo, aseguró que en las reuniones mantenidas con los dirigentes de las principales entidades españolas no hubo injerencia política para cesar a Rato.