Las mineras Barrick y Newmont entierran una fusión bajo otras dos más brillantes
La operación beneficiaría a ambas partes, pero no se llevan bien, y la compradora no va a pagar una prima en ningún sentido tradicional
La fusión de las minas vecinas de Barrick Gold –con una capitalización de mercado de 22.000 millones de dólares– y Newmont Mining –18.000 millones– en el estado de Nevada (Estados Unidos) puede aportar valor a ambas compañías. Pero ese negocio potencialmente bueno está siendo enterrado bajo dos más brillantes.
El rechazo de Newmont el lunes a la propuesta de fusión de Barrick por 18.000 millones de dólares, a favor de su propio acuerdo para comprar Goldcorp, se interpone aún más en el camino de un resultado que beneficiaría a ambas partes.
La fusión concebida por el jefe de Barrick, Mark Bristow, crearía la mayor minera de oro del mundo, con su compañía al mando, y generaría un valor antes de impuestos de 7.100 millones de dólares. Con un impuesto del 45% dividido en una proporción de 56 a 44, sugiere un aumento del 9% en las capitalizaciones de mercado de ambas compañías, de acuerdo con nuestros cálculos.
Los inconvenientes son que no se llevan bien, que Barrick no va a pagar una prima en ningún sentido tradicional, y que acaba de comprar otra gran minera, Randgold.
Newmont dice que su pájaro en mano –la adquisición acordada por 10.000 millones de dólares de la canadiense Goldcorp– es mejor. Eso no es obvio mirando las matemáticas. Terminaría con una participación del 65% en una compañía que Newmont considera que valdría 4.400 millones de dólares más, antes de impuestos, y eso después de aumentar enormemente su estimación de sinergias. Dedúzcanse impuestos en un 35%, y los accionistas de Newmont en teoría terminarían solo alrededor de un 5% mejor que con la fusión con Barrick.
Simplemente hacer una joint venture en Nevada, como propone Newmont, podría rendir en total 5.000 millones de dólares de valor extra antes de impuestos, una cifra de Barrick que también ha citado Newmont. Esa es la mayor parte de los beneficios que promociona Bristow, y más de lo que ofrece el acuerdo de Newmont con Goldcorp. Pero esto implicaría que los socios superaran sus diferencias y acordaran quién dirige qué. Las probabilidades de que eso suceda no son muchas. Para empezar, Newmont considera que Barrick debería recibir algo más de la mitad de la joint venture, mientras que Barrick piensa que debería tener más de dos tercios.
Si Bristow decide seguir en sus trece, probablemente tenga que ofrecer algún edulcorante. Podría, por ejemplo, dar el 46% de la nueva compañía a Newmont en lugar del 44%, por un valor aproximado de 1.000 millones de dólares adicionales.
Al menos, en ese caso Newmont no podría decir que no hay prima, y cubriría el cargo por cancelación de 650 millones dólares que podría deberse a Goldcorp. Esto podría dar a Bristow lo que quiere, pero con menos ventajas y un reto de integración doble.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías