El riesgo de quedarse paralizado por temor a perder
Como dijo Ben Graham, “a corto plazo, el mercado es una máquina de votación; a largo plazo es una báscula”
Seamos claros, ¡2018 fue desastroso para la Bolsa! un año difícil para todas las clases de activos líquidos, que terminaron cediendo a las amenazas que han hecho mella en el ánimo de los inversores: la guerra comercial entre EE UU y China, el fin de la expansión cuantitativa de la Fed, la volatilidad de los precios del petróleo, el auge del populismo, etc. Ni siquiera los tradicionales valores refugio actuaron como tales y el oro perdió un 1,6% (calculado en dólares), mientras que la deuda pública europea y estadounidense apenas ofrecieron remuneración a sus titulares.
¡Las demás clases de activos tampoco se salvaron! La deuda empresarial (-2,3%) el euro vs dólar (-4,5%), los índices europeos (CAC 40 francés: -11%; Dax alemán: -22%; Eurostoxx: -14%) o el petróleo (-21%) llevaron a la desesperación a los ahorradores. Peor incluso, las divisas emergentes y el bitcoin (-74%) arrasaron hasta a los más aventureros de ellos. Incluso el resplandeciente Nasdaq terminó rindiéndose con una caída del 22% en los últimos tres meses.
Ante esta situación, cuesta mucho volver a expresar una fe inquebrantable en el futuro de los mercados y el valor de las empresas. Además, para empezar bien 2019, reproducimos con todo detalle un alegado de Gary Mishuris, un inversor experimentado de Boston que descubrimos a través de LinkedIn... “Esta mañana, le he dicho a mi esposa que estaba pensando en invertir, justo después de la caída de los precios de las últimas semanas. Y ella me ha preguntado: pero, ¿cómo puedes estar seguro de que las acciones no seguirán bajando? ¿Los precios ya no caen indefinidamente ahora?”. La verdad es que no estoy seguro. Es fácil quedarse hipnotizado delante de la pantalla del ordenador con la mirada fija en el descenso de las curvas y de los precios. El riesgo de quedarse paralizado por el miedo a perder y quedarse en la inacción es grande. Conozco este tipo de situaciones y ya he salido airoso de ellas. Ahora cuento con un método muy riguroso y disciplinado que he dado a conocer a otros inversores (The Owner’s Manual). Me resulta útil por partida doble. Me sirve de guía para recordarme cómo debo actuar bajo presión y me obliga a adoptar la máxima lógica de razonamiento, para no ceder al canto de las sirenas del miedo y no actuar de manera irracional.
Como acertó a decir Benjamin Graham: “a corto plazo, el mercado es una máquina de votación; a largo plazo, es una báscula”. Reconozcamos estas palabras atemporales cargadas de sentido común y sabiduría que recuerdan, a su manera, las reglas de oro de la inversión a largo plazo. Los mercados financieros, influidos por los medios de comunicación, solo reflejan el corto plazo y la búsqueda del último céntimo. ¡En ningún caso una estrategia de inversión válida para 2019!
Didier Le Menestrel es Presidente de la Financière de l´Echiquier