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Un líder con capacidad de adaptación para Suez

Bertrand Camus, nuevo CEO, tiene el desafío de mantener los dividendos en un entorno complicado

Hogue

Llegan aguas nuevas a Suez. Bertrand Camus (París, 1967) ha sido elegido por unanimidad nuevo CEO de la compañía francesa de tratamiento de aguas y gestión de residuos. Jean-Louis Chaussade dejará el cargo el 14 de mayo por haber alcanzado el límite de edad para ejercer el puesto. Para sustituirlo, el consejo de administración se planteó fichar a alguien que no fuera de la casa, pero finalmente han elegido a un insider, pese a que no era el favorito y tenía mucha competencia.

Hasta que llegue mayo, Camus seguirá siendo el vicepresidente ejecutivo de Suez para África, Australia, Asia, Oriente Próximo e India, cargo que ostenta desde marzo de 2018. El cambio de directivo es una buena noticia para Agbar, filial de Suez España, ya que Camus mantiene buenas relaciones con el presidente de la compañía, Ángel Simón.

Del movimiento está pendiente Criteria, que tiene una participación del 6% en el grupo. El presidente de Criteria Caixa, Isidro Fainé es también consejero de la empresa francesa, del mismo modo que el CEO saliente de Suez, Jean-Louis Chaussade, lo es de Criteria Caixa.

Bertrand Camus se tituló en ingeniería civil en la Ecole Nationale des Ponts et Chaussées de París en 1991. Comenzó su carrera profesional en el sector bancario, gestionando proyectos financieros en BNA Paribas durante tres años.

En 1994 empezó a trabajar para Suez, en el departamento de medio ambiente, donde primero coordinó proyectos internacionales desde París durante cuatro años y después fue director de desarrollo de negocios en el sudeste asiático de 1998 al año 2000.

Con el comienzo de milenio se mudó a Buenos Aires (Argentina) donde trabajó durante seis años como director financiero de la filial de Suez Aguas Argentinas, ahora Agua y Saneamientos Argentinos. En 2006 se reincorporó a la matriz. Fue el director de auditoría interna de la francesa durante dos años antes de ascender al cargo directivo más alto en América del Norte, que ostentó durante siete años. Regresó a París en 2015 para ocuparse de la dirección de Suez Francia y en marzo de 2018 fue nombrado además vicepresidente ejecutivo para África, Australia, Asia, Oriente Próximo e India.

Camus se ha recorrido medio mundo por su trabajo, algo que no le ha impedido crear una familia. Está casado y tiene dos hijos que ya son mayores de edad. El nuevo CEO juega al golf, deporte que requiere gran concentración y visualización, habilidades que dice aplicar a su trabajo. Cree, en todo caso, que no hay un estilo de liderazgo mejor que otro si no que en cada momento hay un estilo de llevar una empresa más efectivo. “Yo intento moldear mi estilo de liderazgo según el equipo que tenga, igual que un cocinero con los cuchillos se basa en lo que necesita en cada momento y piensa en la herramienta adecuada para realizar el trabajo”, dijo Camus el pasado junio en una entrevista para la revista GineersNow.

Entre los retos de Camus al frente de Suez está garantizar la continuidad de las medidas en pos del feminismo que ha dado en los últimos años. Todas las compañías que pertenecen al grupo se han enfocado en el desarrollo de la igualdad entre hombres y mujeres: mismo salario y mismas oportunidades para emprender una carrera en la alta dirección. Por ejemplo, mediante programas que ya se llevan a cabo desde 2012 como el de coaching, centrado en potenciar las habilidades de liderazgo de las mujeres que trabajan en la compañía. “Hasta ahora 96 mujeres que trabajan en Europa se han beneficiado de este proyecto y 30 de ellas han conseguido un puesto con más responsabilidades al final del programa”, aseguraba el nuevo CEO en GineersNow.

Camus ha anunciado que también habrá cambios en la presidencia de Suez. así que Gérard Mestrallet, en el cargo desde 2007 (el mismo tiempo que Chaussade) sabe que le quedan pocos meses en el cargo. El CEO saliente aspira precisamente a ese puesto.

En medio de la renovación de los altos cargos, la energética Engie, principal accionista de la compañía con un 32%, aseguró hace unas semanas que se mantendría en el capital, y descartó que fuera a lanzar una opa.

Otro de los desafíos a los que debe dedicarse Camus será el de mantener los dividendos que se ofrecen a los inversores en un entorno de bajos rendimientos. Suelen ofrecer retornos constantes porque los contratos se ejecutan en diez años o más, pero en los últimos tiempos la empresa de aguas ha perdido varias adjudicaciones públicas en España (Valladolid en 2017), Marruecos o India.

Suez tuvo 963 millones de euros de ebit durante los primeros nueve meses del año, lo que supuso un crecimiento del 4,4% en términos brutos respecto al mismo periodo de 2017. En Bolsa, tras el desplome de hasta el 16,77% de comienzos de año, Suez lo acaba con valores parecidos a los de entonces.

Camus conoce bien las corrientes de la compañía, en la que lleva casi toda su carrera profesional, y utilizará su capacidad de adaptación para negociar con las aguas que vengan.

Un buen diciembre

Ciadi le da la razón. El foro destinado al arreglo de diferencias entre inversores y Estados que depende del Banco Mundial ha resuelto que el Estado argentino debe abonar a Suez una indemnización de 225,69 millones de dólares (unos 200 millones de euros) más intereses por la resolución anticipada de los contratos de gestión de aguas en la ciudad de Santa Fe.

No subió las tarifas. Tras el corralito argentino, Suez y otras empresas pidieron al Gobierno argentino una subida en las tarifas que cargaban al usuario. El Ejecutivo de Néstor Kirchner se negó, retiró las concesiones y la gestión del agua volvió a manos públicas.

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