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Telefonía, de las llamadas entre fijos a la comunicación entre cosas

La liberalización llegó con la licencia de telefonía móvil a Airtel en 1994

Teleoperadoras de Telefónica a finales de los años setenta.
Teleoperadoras de Telefónica a finales de los años setenta.

Hace 40 años, el sector tenía unos ingresos de 550 millones de euros; hoy, superan los 33.000 millones, según datos de su ­principal asociación, Ametic. En estas décadas de democracia ha multiplicado su tamaño, sí, pero sobre todo se ha transformado como ninguno porque, si hay algo que caracteriza a esta industria, más aún que a otras, es, precisamente, la democratización de los servicios.

La llegada de las cadenas de televisión privadas en 1989 dio el pistoletazo de salida a otras liberalizaciones, la más importante, la de la telefonía. Fue a mediados de los noventa cuando el ciudadano pudo empezar a elegir a través de qué operador realizar sus llamadas.

Fuentes de Telefónica recuerdan que en sus casi 95 años de historia ha sido siempre una compañía acostumbrada a anticiparse a los retos y adaptarse para afrontarlos.

“Hemos vivido transformaciones tecnológicas como la automatización, la irrupción del móvil, de internet, del smartphone…, y también transformaciones del entorno, la más relevante de ellas, pasar a un mercado abierto y en competencia, como ocurrió a finales de los noventa. Aprender a competir y a compartir mercado y clientes con nuevos agentes”, comentan.

El sector ha generado en los últimos 20 años más de 440.000 empleos anuales de media y aportó en 2017 casi el 4% del PIB

Efectivamente, primero se dio entrada a la competencia en móviles, en 1994, y en 1996 llegó el turno de la telefonía fija, cuando se concedió una licencia de acceso indirecto a Retevisión. La empresa operaba sin red propia y los usuarios debían anteponer el prefijo 050 para hacer llamadas.

Para Orange, que cumple ahora 20 años en España, no hay duda de que el empuje del sector de las telecomunicaciones a lo largo de estos últimos años “ha contribuido decisivamente a mejorar la economía nacional, incluso en los tiempos de crisis, provocando un impacto transversal en todo el tejido productivo español”.

La gran revolución

La ciencia de los datos. Vivimos una era de cambios extraordinarios, “estamos inmersos en la auténtica disrupción digital que lo va a cambiar todo con tecnologías como la inteligencia artificial y la ciencia de los datos. Una revolución que multiplica por cuatro la Revolución Industrial, algo que ninguna generación había vivido antes”, resaltan fuentes de Telefónica.

Desde Vodafone apuntan que, además de la liberalización del mercado, internet en movilidad ha transformado la sociedad en todos los ámbitos y “hoy estamos al inicio de una nueva etapa que va a conectar millones de objetos a internet para lograr mayores niveles de automatización en múltiples sectores, como la gestión de las smart cities, el coche conectado y autónomo o el control de objetos personales. Esto permitirá crear nuevos nichos de negocio y contribuirá a la mejora de la productividad económica”.

Buenas noticias para un sector que ha generado en los últimos 20 años más de 440.000 empleos anuales de media y que, solo en 2017, aportó al PIB cerca del 4% del total, superando los 44.400 millones de euros, según datos manejados por Orange y Deloitte.

La liberalización llegó en los años noventa.
La liberalización llegó en los años noventa.

Bienvenida al móvil y a la competencia

El gran cambio llegó en 1994 con la adjudicación de la segunda licencia de telefonía móvil a Airtel, que en 2001 fue adquirida por Vodafone. Años estos durante los cuales las operadoras han crecido sobre todo a base de integraciones: Vodafone compró Tele2 (refuerzo en el negocio del ADSL) y Ono (fibra) en 2007 y 2014, respectivamente.

En cuanto a Orange, empezó su actividad en España en 1998 como Uni2 (filial de France Télécom). En octubre de 1999, la firma se introdujo en internet con el lanzamiento de Wanadoo, y en estos años ha afrontado la integración de eresMas, Amena, Ya.com, Jazztel o Simyo.

Las mejores infraestructuras de toda Europa

España parece preparada para afrontar los nuevos retos digitales, ya que contamos con, para muchos, las mejores infraestructuras de telecomunicaciones de Europa y las terceras más avanzadas de la OCDE, con las dos principales redes de fibra óptica del continente y una cobertura móvil 4G que alcanza ya al 97% de la población.

“Tenemos más y mejor fibra que nadie, más kilómetros desplegados que Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y Portugal juntos, y la mayor cobertura de LTE [long term evolution]. Tenemos muchos activos que poner en valor en un momento único de la historia”, resumen en la operadora presidida por José María Álvarez-Pallete.

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