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Tecnología

Indra crea un simulador para evitar 
el riesgo de hipoxia en pilotos militares

La tecnológica se alía con iAltitude para desarrollar este entrenador de vuelo que usará el Ejército del Aire español

Un piloto militar en un avión C101.
Un piloto militar en un avión C101.
Marimar Jiménez

Indra ha desarrollado un simulador para el Ejército del Aire español que está diseñado para preparar a los pilotos militares para evitar el riesgo de hipoxia en cabina por falta de oxígeno. Un problema que puede provocar la pérdida de consciencia en pocos segundos y al que se pueden enfrentar estos profesionales cuando realizan vuelos a gran altura.

Para llevar a cabo el proyecto, la compañía se ha asociado con la startup española iAltitude, especializada en entrenamiento deportivo en altura. Indra ha integrado el simulador del avión a reacción C101 (el mismo en el que los pilotos españoles se entrenan antes de ponerse a los mandos de un F18 o Eurofighter) con el equipo de hipoxia normobárica de iAltitude.

El sistema, que se entregará en breve al Ejército y se implantará en el centro de instrucción médica aeroespacial, es uno de los pocos de este tipo desarrollados en el mundo y recrea de forma controlada las condiciones que causan la hipoxia en ese tipo de vuelos, al tiempo que mide la reacción física y cognitiva del piloto. El simulador ayudará a los pilotos a detectar los síntomas para reaccionar frente a una situación excepcional, pero que resulta crítica para la seguridad.

Según explica Indra, uno de los principales fabricantes de simuladores del mundo, la presión en la cabina de un caza desciende a medida que gana altura, reduciéndose con ello el oxígeno disponible. “Para superar este problema, el piloto utiliza una mascarilla de oxígeno suplementario para respirar. Pero si algo fallase, debe ser capaz de identificar los síntomas que preceden a la hipoxia. Solo si reciben un entrenamiento adecuado serán capaces de reaccionar con rapidez”.

El sistema creado por Indra e iAltitude regula la concentración de oxígeno que recibe el piloto a través de su máscara, reduciéndola progresivamente para analizar su resistencia y capacidad de reacción. Los instructores pueden monitorizar en tiempo real la respuesta física y cognitiva de los pilotos mientras replican operaciones reales. Cualquier cambio en sus variables fisiológicas o en la velocidad con la que reaccionan a los estímulos quedará registrada, y con estos datos el centro de instrucción podrá diseñar planes de entrenamiento y reforzar las habilidades y seguridad de los pilotos.

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Sobre la firma

Marimar Jiménez
Redactora senior en la sección de Empresas de CINCODIAS. Sigue la actualidad del sector de tecnologías de la información y del ecosistema emprendedor español. Antes de incorporse al diario en 2000 trabajó en Actualidad Económica y los suplementos Futuro y Negocio en EL PAIS. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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