Realia amortizará la deuda con CaixaBank con los 149 millones de su ampliación de capital
Slim, que invertirá 50,5 millones para suscribir su parte, mantiene cerrado el dividendo La inmobiliaria usará el excedente para apoyar cuatro promociones de viviendas
La patrimonialista y promotora Realia, controlada en un 70,8% por el magnate mexicano Carlos Slim (33,844% directo y un 36,9% a través de FCC), ha visto aprobado por la CNMV el folleto de la inminente ampliación de capital. La compañía prevé emitir 175,4 millones de acciones, con un precio unitario de suscripción de 0,85 euros (0,24 euros de valor nominal 0,24 euros más una prima de emisión de 0,61euros), para levantar 149,1 millones de euros (0,85 euros por acción).
Slim ha declarado que suscribirá la porción que le corresponde en función de su participación directa, inyectando 50,5 millones de euros, y los fondos se destinarán a la amortización de un crédito de 120 millones con CaixaBank cuyo calendario de vencimientos culmina en diciembre de 2020. Con el excedente Realia prevé apoyar cuatro promociones, en las que levantará 301 viviendas con una inversión de 95 millones, en Palma de Mallorca, Sabadell, Madrid y Alcalá de Henares (Madrid).
La deuda a cancelar viene de abril de 2016 (entonces era de 183 millones) y fue novada el pasado mes de junio. Esos 120 millones se suman a los 562 millones de saldo vivo de un crédito sindicado que sostiene al área de patrimonio y cuyo vencimiento está marcado en abril 2024. Esta última deuda paga un interés de euribor más 170 puntos básicos.
Descuento del 5,5% respecto a la actual cotización
El empresario mexicano Carlos Slim ya acudió a las dos ampliaciones anteriores realizadas por la inmobiliaria desde 2015. Los fondos se destinaron a sanear la firma y a reducir deuda. El precio de esta tercera recapitalización, de 0,85 euros por título, encierra un descuento del 5,5% respecto a la actual cotización de Realia, que ha concluido la sesión de hoy en 0,90 euros por título.
Entre los detalles que emanan del documento figura la restricción al pago de dividendos. La empresa dejó de remunerar a sus accionistas en 2008 y carece, por el momento, de previsión para retomarlo. Sin embargo, la filial de FCC y Carlos Slim asegura cumplir las condiciones pactadas con sus acreedores para poder distribuir sus beneficios entre los partícipes.
La ampliación es por un 27,2% del capital actual y equivale a un 21,39% del capital una vez cerrada la operación. Está previsto que quede escriturada el 27 de diciembre y que las nuevas acciones comiencen a cotizar el 18 de enero. Los inversores tendrán 15 días, a partir de este viernes, para pedir acciones a razón de tres nuevos títulos por cada once antiguos. Los partícipes que no acudan verán diluida su participación en un 21%.
La inmobiliaria tiene máxima exposición al mercado español, sobre el que destaca la recuperación iniciada en 2014 y la buena marcha del negocio, tanto promotor como de alquiler, desde 2016. A renglón seguido, Realia se refiere a la incertidumbre política como factor de riesgo y hace especial énfasis a la situación en Cataluña, área en la que tiene un 11% del valor de sus activos: 133 millones de euros en el negocio patrimonial y 55 millones en promociones y suelo. La firma, controlada por Carlos Slim y su constructora FCC, debe un 76% de sus ingresos de explotación al negocio patrimonial y todo él está radicado en España. El resto del negocio es promoción y también se desarrolla en su totalidad en el mercado local.
Pese a insistir en la buena coyuntura para el negocio, la firma recuerda a los inversores que el crecimiento de la economía española se ha atenuado. De hecho, huye de comprometerse con estimaciones sobre su propia evolución y la del mercado inmobiliario. Eso sí, apunta a una próxima concentración en el inmobiliario español tras el papel jugado por la Sareb, el afloramiento de múltiples socimis, la creciente inversión extranjera y la recuperación de antiguas referencias del negocio. “En el futuro, no es descartable una cierta concentración en el sector, lo que probablemente haría más difícil la subsistencia de empresas pequeñas con menores economías de escala y menores capacidades financieras”.
La inmobiliaria cita a Cataluña entre los factores de riesgo y apunta a una previsible concentración del sector en España
En pleno crecimiento de una burbuja de alquiler en las principales ciudades españolas, alimentado por el boom de los alquileres turísticos, Realia se pone en el peor de los escenarios y explica que “la competencia en el mercado inmobiliario puede traducirse en una sobreabundancia de inmuebles en alquiler, una caída de las rentas de alquiler, un exceso de oferta inmobiliaria o una reducción de los precios de la vivienda”.
La operación se estructura en un periodo de suscripción preferente para los actuales accionistas, un plazo de asignaciones proporcional de los títulos no suscritos y, finalmente, un periodo de asignación discrecional si quedara alguna acción sin vender.
Realia se encuentra actualmente en un proceso de relanzamiento, con pocos avances, de su negocio de promoción de vivienda, tras una reestructuración de la deuda acometida por el equipo elegido por Slim para pilotar la compañía.
La compañía cuenta además con una cartera de patrimonio de alrededor de medio millón de metros cuadrados de superficie, integrada por edificios de oficinas y centros comerciales, en el que destaca una de las torres Kio de la Plaza Castilla de Madrid.