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Ángel Fernández (MSD): “España es el principal país europeo en I+D para MSD”

“Necesitamos estabilidad económica y política para saber si vamos a tener que pagar más o menos impuestos” Afirma que el gran reto para la industria farmacéutica es la incorporación de las cada vez más costosas innovaciones en el sistema sanitario

Ángel Fernández, presidente de MSD en España.
Ángel Fernández, presidente de MSD en España.Pablo Monge
Alfonso Simón Ruiz

Es uno de los directivos con más experiencia y responsabilidad en la industria farmacéutica española. Ángel Fernández (Hellín, Albacete, 1957), economista de formación, ha ocupado diversos cargos de relevancia internacional en la ya desaparecida Schering-Ploug y desde 2012 es presidente de Merck Sharp & Dohme (MSD) en España. El laboratorio estadounidense (conocido en aquel país como Merck & Co) es uno de los grandes del mundo, con una facturación de más de 32.000 millones de euros el pasado año. En nuestro país está presente desde hace medio siglo.

R. 50 años de MSD en España. ¿Cómo empezó la compañía en nuestro país?
R. Llegamos incluso antes. Había una empresa que se llamaba CEPA (Compañía Española de Penicilina y Antibióticos), que ya desapareció. Pero en aquella España necesitada de antibióticos en los años cuarenta, no había suficiente tecnología para producirlos. CEPA, una compañía privada pero apoyada por el Estado, hizo un acuerdo para la transferencia de tecnología con MSD. Y así empezó el germen de nuestra empresa aquí. Ya en 1968 se constituyó una sociedad anónima con nuestros productos. Empezamos con antibióticos y vacunas, que era nuestra parte fuerte en aquellos momentos.
R. ¿Cómo es hoy MSD en España?
R. MSD tiene una posición importante. Aportamos mucho valor a la sociedad. A lo largo de los años hemos descubierto muchos productos en hipertensión, enfermedades cardiometabólicas o vacunas. Casi toda la población ha recibido una vacuna nuestra para el sarampión o las paperas. La revista Times nos ha reconocido como Genius Company por una vacuna frente al ébola. También estamos en oncología, desarrollando terapias novedosas en inmunoterapias contra el cáncer, hipertensión, diabetes o antivirales, áreas donde somos líderes en aportar soluciones para los pacientes.
R. ¿Cuál es su negocio en España?
R. Primeros o segundos en salud humana peleando con Novartis con 1.040 millones en ventas el año pasado. En veterinaria llegamos a 125 millones, tenemos una cuota del 20%. Somos número uno muy destacado, con una planta de fabricación de vacunas en Salamanca que exporta a todo el mundo gracias a una tecnología revolucionaria de microesferas para administrar vacunas. En 2017 crecimos entre un 3% y un 4%. Este año, como tenemos productos que pierden patente, a la vez que entran fármacos innovadores, repetiremos la cifra de negocio.
R. ¿Qué fármacos son los que más ingresos aportan a la compañía?
R. En el área de diabetes, inmunoncología y enfermedades autoinmunes.
R. ¿Qué planes tiene MSD para España?
R. Debemos seguir contribuyendo con innovación para encontrar solución a enfermedades que no tienen tratamiento. Tenemos además acuerdos comerciales con laboratorios nacionales con Almirall, Ferrer o Rovi, que también fabrica para nosotros para exportar a todo el mundo.
R. ¿Qué inversiones prevén en España?
R. Invertiremos fuerte a nivel de investigación clínica. El pasado año destinamos 76 millones, según el Plan Profarma. España es el principal país europeo en investigación para MSD y el número dos en el mundo en cuanto actividad y participaciones en estudios. Esa posición la vamos a mantener porque hay una gran calidad de nuestros investigadores y del sistema sanitario.

Los pacientes nos felicitan, pero en la sociedad hay críticas. No somos tan malos, sino todo lo contrario, investigamos para vivir más y mejor

R. Hay nueva ministra de Sanidad. ¿Qué le pide?
R. Más que pedir a la ministra, nosotros, puesto que somos intensivos en investigación, necesitamos certeza y estabilidad. Le pediría al Gobierno que reduzca la incertidumbre. A la ministra específicamente le diría que nuestro objetivo es innovar para mejorar la calidad de vida. Pediría que esa innovación se incorpore de forma efectiva en el sistema sanitario.
R. ¿A qué incertidumbre se refiere?
R. Es genérica, por eso hablo del Gobierno. Necesitamos estabilidad económica y política, por ejemplo sobre si vamos a tener que pagar más o menos impuestos o en el campo del empleo.
R. ¿Qué retos tiene el sector?
R. Creo que el gran reto es que la innovación se incorpore al Sistema Nacional de Salud.
R. ¿Pero eso depende del sector o de las Administraciones?
R. Eso depende de la Administración, pero tenemos que dialogar y buscar fórmulas y encontrar caminos para que sea posible.
R. ¿Cómo ve al sector?
R. El sector es muy intensivo en inversión en investigación. El 20% de los recursos de I+D en España son de las farmacéuticas. Necesitamos un volumen muy alto de inversión para conseguir resultados. Es probable que fuera del ámbito empresarial no se entienda que hay que invertir mucho dinero sin saber el resultado de la investigación.
R. ¿Qué fármaco en I+D puede aportarles más ingresos en el futuro?
R. Pembrolizumab [de nombre comercial Keytruda, novedad en inmuno-oncología] sigue siendo el más prometedor porque está aprobado para dos indicaciones y se investiga para 30 tipos de tumores diferentes. También se investiga en nuevos productos en vacunas, VIH y diabetes.
R. Cada vez entran en el sistema sanitario fármacos más costosos, por la I+D que lleva asociada o porque van dirigidos a muy pocos pacientes, un tema que preocupa a políticos y a la industria. ¿Cómo se afronta para que sea sostenible?
R. Hay que poner mucho más énfasis en la medicina personalizada, los resultados en salud, los diagnósticos adecuados y aplicar la tecnología. Debe haber un buen seguimiento de los resultados que se consiguen. Pero también el ciclo continúa, se vencen patentes de productos con muchas ventas y el agujero que dejan en ingresos, por ejemplo en MSD, no se llenan con otros. No es un lamento, la investigación no está rompiendo el equilibrio del sistema.
R. Hay muy pocos acuerdos de pago por resultados en salud.
R. Debería de haber más. La clave es que compartamos la información, por eso vuelvo al tema de la importancia de la tecnología, de historias clínicas digitales o el big data. Toda esa eficiencia debe liberar recursos para que la innovación tenga un sitio sin problema.
R. ¿Se mira más el corto plazo?
R. No sé cuál es el enfoque actual del ministerio. Siempre hemos discutido en base a la aportación a la salud de los productos y luego se discute el precio para que sea asumible.
R. ¿Por qué la reputación de la industria farmacéutica sigue siendo mala?
R. A mí me da mucha pena. El sector más transparente en la sociedad es el nuestro. Publicamos todo lo que hacemos, las colaboraciones y los estudios están en bases de datos. Cuando hablamos con un paciente que se ha beneficiado de un tratamiento siempre nos felicita, pero cuando hablamos de la sociedad, hay críticas. Debemos seguir avanzando en comunicar el valor aportamos con nuestros medicamentos. Está claro que no lo hemos conseguido. Pero no somos tan malos, sino todo lo contrario, investigamos para vivir mejor y más años.
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Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

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