El Ibex logra por la mínima mantener los ascensos y pone a tiro los 9.200 puntos
Indra y Meliá, cara y cruz de la jornada Los inversores aguardan a conocer el mensaje de la Reserva Federal
La euforia da paso a la atonía. Después de la alegría vivida tras conocer la sentencia del Supremo sobre el impuesto a la banca y el resultado de las elecciones en EE UU hoy los inversores han apostado por la cautela. Con todas las miradas puestas la Reserva Federal, son muchos los que han preferido esperar a conocer los mensajes que lance el banco central de EE UU antes de mover ficha. El Ibex 35, que a lo largo de la jornada ha mantenido un comportamiento errático, logra escapar a las caídas y avanza un 0,10%, lejos del 1,99% que sumó ayer en la es la segunda mayor subida en el año. El selectivo español que en los primeros minutos de negociación llegó a superar los 9.200 puntos, se repliega al cierre hasta los 9.177.
El impuesto de las hipotecas continúa dando de qué hablar. Esta vez el protagonismo recae sobre el Ejecutivo, que hoy ha aprobado un decreto ley para que a partir del sábado sean las entidades las que abonen el tributo. La noticia, que ayer fue adelantada por el presidente del Gobierno, no hace mella en las cotizaciones de las entidades pues como señalan desde Link Securities los inversores entienden que acabará siendo el cliente el que pague el impuesto ya sea a través de comisiones o tipos de interés más elevados. Es decir, los bancos acabarán trasladando el coste de los impuestos a la clientela. A pesar de esto, algunas firmas de análisis como Bank of America estiman que el pago de impuestos por parte de la banca restará un 3% el beneficio de las entidades.
Después de que ayer muchos bancos recuperaran en apenas una sesión la gran parte de lo perdido en las últimas semanas, hoy cotizaron con signo mixto. Bankia fue el más alcista con un repunte del 0,65% seguido por Sabadell (0,41%) y Bankinter (0,29%). Santander concluyó en tablas (-0,02%) mientras BBVA y CaixaBank retrocedieron un 0.51% y 0,91%.
Por primera vez en muchas sesiones el sector financiero no centra la atención del mercado. Si no que son las cuentas del tercer trimestre las que mueven el mercado. En la cara buena de la moneda se sitúa Indra que lidera los ascensos con un alza del 5,44%, el mayor ascenso desde julio. La compañía publicó ayer al cierre los resultados y aunque su beneficio cayó un 35% los inversores se quedan con la parte buena: la mejora del ebitda y el mantenimiento de las previsiones para el cierre del año. Las casas de análisis aplauden las cuentas de la compañía. Una de las primeras en reaccionar a la publicación de los resultados ha sido Mirabaud que eleva la recomendación a neutral y fija como precio objetivo los 9,8 euros.
Suerte bien distinta es la que han corrido hoy Meliá (-7,67%) que registró su mayor caída desde el Brexit. Muy cerca se situó Mediaset, que bajó un 7,35%, descenso que le lleva a perder los 6 euros por acción. Mapfre, por su parte, cedió un 3,26% después de informar que ha perdido 1.155 millones en ingresos por la depreciación de las divisas emergentes.
La Bolsa española se ha movido al son del resto de índices europeos, en una sesión que puede calificarse como de transición. Eso sí solo el FTSE británico (0,33%) escapó a las ventas. El índice con peor comportamiento fue el italiano, que bajó un 0,57%. El próximo 13 de noviembre concluye el plazo para que Roma presente a Bruselas un borrador de los presupuesto y de momento no hay noticias al respecto. El FMI ha advertido de que si bien de momento el efecto contagio está siendo muy limitado, en un futuro las tensiones podría incrementarse especialmente en aquellas economías con fundamentales macroeconómicos más débiles y limitados colchones fiscales. El Dax alemán retrocedió un 0,45% mientras el Cac francés y el Euros Stoxx se dejaron un 0,13% y 0,23%, respectivamente.
Al otro lado del Atlántico y en espera de la Fed, los inversores optan por la recogida de beneficios después de los ascensos que siguieron al resultado de las elecciones legislativas. En contra de lo que puede parecer, un Congreso dividido es la opción que más gusta a los inversores porque significa que en los próximos dos años la dificultad para llegar a acuerdos va a derivar en escasos cambios legislativos. Además, el hecho de que los demócratas no puedan dar marcha atrás en el proceso de desregulación y retirada de los estímulos fiscales, los dos grandes catalizadores del mercado en los últimos dos años, es visto con alivios por los inversores.
En el mercado de deuda, el Tesoro Público ha colocado este jueves un total de 3.994,13 millones en deuda a medio y largo plazo, dentro del rango medio previsto y con un descenso en las rentabilidades de las referencias a 3 y 5 años, frente a un aumento en las obligaciones a 2037 y a 2066.
La prima de riesgo española cotiza sin cambios en los en 115 puntos básicos, con la rentabilidad del bono en el 1,6% frente al 1,63% de la víspera. Por su parte, la prima de riesgo italiana sube cinco puntos básicos hasta los 294 con el rendimiento del bono con vencimiento en 2028 al filo del 3,4% frente a 3,33% de ayer.