Último vuelo a Magaluf de la agencia especializada en viajes de juerga
Thomas Cook cierra su marca Club 18-30 tras 50 años de vacaciones de desenfreno
La fiesta está a punto de terminar para una marca que se convirtió en Gran Bretaña en sinónimo de vacaciones de juerga bañadas en alcohol español bajo el sol español. El último vuelo que lleva a los turistas del Club 18-30 a Magaluf ha despegado este fin de semana. El avión salía de Manchester este sábado completamente lleno de jóvenes dispuestos a vivir unos días de juerga cuando ya se cierra la temporada de vacaciones de verano en Mallorca. La compañía de viajes Thomas Cook dice que será el canto del cisne para una tradición de excesos que se remonta a más de cinco décadas.
La desaparición es una señal más de cómo las compañías están respondiendo a la era de los millennials. Los medios sociales también están configurando las tendencias del turismo a medida que los viajeros buscan destinos y experiencias que quedan bien en sus cuentas de Instagram. Para España, el segundo destino de visitantes del mundo después de Francia, las nuevas modas suponen a la vez un desafío y una oportunidad.
"Ya estamos viendo un cambio real", señala Alfonso Rodríguez, alcalde de Calvià, un municipio que incluye a Magaluf, desde 2015, en una entrevista. “Queremos alejarnos del exceso del pasado y diversificar nuestro modelo de negocio. No se trata solo de emborracharse y salir de fiesta".
Para la londinense Sinead Lambe, de 25 años, unas vacaciones en la isla griega de Zante en 2012 fueron una de sus primeras experiencias en el extranjero con amigos y sin padres. Era entretenido pero no querría repetirlo ahora. "Para mi generación, beber era parte de la cultura y la idea de unas vacaciones locas", dijo Lambe. "Pero las cosas han cambiado. Se tiene que ofrecer más que una noche en un bar barato".
El Club 18-30 surgió a mediados de la década de 1960 para dirigirse a jóvenes británicos que buscaban vacaciones de fiesta asequibles bajo el sol. Para los propietarios originales del Grupo Horizon, también era una forma de llenar asientos no utilizados en vuelos nocturnos a destinos turísticos.
En su apogeo, en la década de los noventa llegó a tener más de 100,000 clientes al año, con destinos desde Bulgaria a Corfú, Ibiza y Chipre. Thomas Cook se hizo con la marca en 1998.
Pero ahora, las autoridades en Magaluf se esfuerzan por ofrecer una experiencia más elegante al ponr coto a las fiestas en barcos y el jolgorio excesivo en bares y al poner a más policías en las calles.
En Punta Ballena, un paseo iluminado con luces de neón donde se encuentran pubs de estilo británico como The Three Lions junto a las tiendas de pescado, patatas fritas y kebabs, algunos incluso cuestionan el modelo de negocios que ha existido hasta ahora.
Para Juan Palerm, que dirige un restaurante cercano a la zona de fiestas, el ascenso de categoría ofrece la oportunidad de limpiar la reputación de excesos contada con todo detalle con demasiada frecuencia en las páginas de la prensa sensacionalista británica y los programas de telerrealidad.
"He estado aquí desde 1997, así que lo he visto todo", dijo. "La realidad es que no se puede simplemente competir con alcohol barato para ver quién puede llenar un lugar por menos dinero. En última instancia, esto mata a los negocios".
Mientras se baja el telón en la historia del Club 18-30, Thomas Cook está promoviendo un nuevo tipo de experiencia de vacaciones. La propaganda publicitaria de su nueva marca "Cook´s Club" ofrece un "crisol de culturas, texturas y sabores que crea un paraíso informal".
"Se acabaron los días del crucero por el día y la fiesta de la espuma por la noche y en su lugar está la búsqueda de experiencias de aventura locales", dice Remo Masala, director creativo de Thomas Cook, en respuestas a preguntas enviadas por correo electrónico.
Cambiar los patrones de vacaciones también significa que hay mucho en juego para España, que recibió 82 millones de visitantes extranjeros el año pasado. El turismo representa alrededor del 11% del producto interior bruto (PIB).
"Los destinos han tolerado comportamientos inaceptables para ganancias a corto plazo que siempre han lamentado", dijo Dimitrios Buhalis, director del Departamento de Turismo y Hospitalidad de la Universidad de Bournemouth. "Con las redes sociales, donde los videos en vivo pueden volverse virales y ser conocidos globalmente, hay más transparencia y cada vez se tiene más en cuenta el comportamiento inaceptable".