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Travesía a golpe de pedal para reenamorarse de la Costa Brava

La bici es el medio para descubrir el otoño en este entorno evocador Un recorrido ampurdanés con sabor medieval y aire marinero

Desde la costa escarpada a las llanuras del interior. La ruta nos va descubriendo un paisaje cambiante, sembrado de vid y de olivo, con playas desiertas y profundos bosques.
Desde la costa escarpada a las llanuras del interior. La ruta nos va descubriendo un paisaje cambiante, sembrado de vid y de olivo, con playas desiertas y profundos bosques.Javier Martínez Mansilla (Cinco Días)

Muchos ya la conocen, saben de qué les hablamos. Han conducido por la retorcida carretera del cabo de Creus tras la pista de Dalí desde Figueras a Cadaqués; han nadado en calas escondidas, vivido los colores de un atardecer despejado por la tramontana y buscado los escenarios de Juego de tronos en las calles de Girona. Es la hora de descubrir este territorio de una manera diferente, desde el propio paisaje y a su propio ritmo: a golpe de pedal.

En bicicleta, desde el mar al interior y desde el Alto al Bajo Ampurdán, recorra los senderos EuroVelo, Vías Verdes y Pirinexus para deleitarse con la exhibición del otoño en este lugar. Playas desiertas y acantilados abruptos dan paso a los bosques de pinos y campos de cultivo que rodean con su paleta multicolor preciosas villas medievales y dinámicos puertos pesqueros. Prepárese para un viaje sensorial en dos ruedas por la Costa Brava.

La llanura ampurdanesa

Comenzamos nuestro cicloitinerario en el Alto Ampurdán, partiendo desde Capmany rumbo a Perelada. Atravesamos un paraje llano, ideal para ir tomándole el pulso a la bici. El camino lo dibuja el pavimento de gravilla donde el sol pega con fuerza al atravesar arrozales, viñedos y huertas, hasta encontrar la sombra en las zonas boscosas. Perelada cuenta con un interesante conjunto monumental presidido por el castillo renacentista de los Rocabertí y rodeado de árboles centenarios. Perfecto para nuestra primera parada de avituallamiento.

EuroVelo 8 es una red de senderos ciclables de 5.888 kilómetros que comunica Cádiz con Atenas, bordeando la costa del Mediterráneo

Al norte, las terrazas de olivos y vides trepan por las laderas de los Pirineos y, al sur, la gran llanura costera nos conduce hasta Castellón de Ampurias. La villa condal conserva su trazado original amurallado y la iglesia de Santa María (siglo XIII) todo su esplendor gótico, bautizada como “la catedral del Ampurdán”.

Las marismas y San Martín son pausas obligadas en el golfo de Rosas antes de llegar a las ruinas de Ampurias (entrada: 5,50 euros). Aquí aparcaremos la bici para dar un paseo en clave grecolatina, con 2.500 años de historia y vistas al Mediterráneo. ¡Salve!

Carrilet o Tren Petit

Impulsados por los vientos de la tramontana, empezamos nuestra segunda etapa en Torroella de Montgrí, protegida por el castillo del Montgrí (siglo XIII), que domina el territorio desde la serranía al mar.

El camino agrícola se adentra ahora en la planicie del Bajo Ter para descubrir pequeños pueblos con sabor feudal, como Fontanillas, Palau Sator o Peratallada, pintados sobre el suave paisaje en piedra ocre, elegantes campanarios y tortuosas callejuelas. El casco antiguo de Peratallada ha sido declarado conjunto histórico-artístico; el restaurante Bonay es un estupendo lugar para probar la gastronomía de mar y montaña del Ampurdán.

Desde la costa escarpada a las llanuras del interior. La ruta nos va descubriendo un paisaje cambiante, sembrado de vid y de olivo, con playas desiertas y profundos bosques.
Desde la costa escarpada a las llanuras del interior. La ruta nos va descubriendo un paisaje cambiante, sembrado de vid y de olivo, con playas desiertas y profundos bosques.Javier Martínez Mansilla (Cinco Días)

En Palafrugell, pedaleamos siguiendo el Tren Petit, o la antigua vía férrea que conecta con Palamós (6 km), entre cipreses, montes de pinos y dunas. En la playa del Castell nos deleitamos con el (pen)último baño de la temporada y en Palamós, con su habitual trajín portuario en torno a la lonja de pescado.

Tras un reparador trayecto en autobús, dejamos San Feliú de Guíxols, en el extremo sur del Bajo Ampurdán, para tomar rumbo oeste hacia Girona.

La Ruta del Carrilet II (37 km) explora ahora los dominios de las Gabarras, la cuenca del Ter y el valle de Ridaura, pasando por la depresión de la Selva. Aquí abundan los densos bosques de alcornoques, que esconden masías solitarias, y también las cuestas generosas. En Llagostera circule por la Ruta Termal hacia Caldas de Malavella o siga el Carrilet hasta Girona para terminar a lo grande su aventura sobre dos ruedas por la Costa Brava.

Guía de viaje

La ciclorruta. Conecta tres recorridos aptos para cualquier público. EuroVelo 8 es una red europea de 5.888 kilómetros que bordea el Mediterráneo; las Vías Verdes de Gerona son senderos ecorresponsables repartidos por toda la provincia, y la senda Pirinexus, una ruta circular de 353 km entre Cataluña y el sur de Francia.

Centre Biker Girona. Desarrollan estupendas experiencias cicloturistas a medida por toda la zona con autobús de apoyo y todo el equipo necesario. www.centrebikergirona.com.

Dónde dormir. En el hotel Molí del Mig (70 euros). Tranquilo y sofisticado en medio de la campiña de Torroella de Montgrí.

Dónde beber. En La Vinyeta o en la Mejor Bodega 2018 por la Asociación Catalana de Sumilleres, a cargo de Marta Pedra y Josep.

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