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Montañas de agua y salitre en Nazaré

Descubra el puerto portugués con las olas más grandes del mundo De Praia a Sítio entre tradiciones milenarias, playas y espíritu marino

Faro y fuerte de San Miguel, el anfiteatro de las olas.
Faro y fuerte de San Miguel, el anfiteatro de las olas.Getty Images

Dejemos el Algarve para los turistas y Oporto para los románticos y vayamos a la caza de las olas más grandes del mundo. Con la llegada del otoño, el Atlántico ruge de nuevo y vuelve a golpear con fiereza la costa central de Portugal formando montañas de agua y salitre de más de 25 metros de altura.

Las fuerzas marinas han escogido su nueva tierra santa en una apacible villa marinera al norte de Lisboa y nosotros hemos escogido nuestro nuevo destino: Nazaré. Pero no todo van a ser ondas en la capital del surf extremo.

A 122 kilómetros de la capital portuguesa se localiza Nazaré (15.000 habitantes), emplazada a merced del Atlántico. Es una de las localidades de mayor tradición pesquera del país, donde aún se emplean antiguas artes como la xávega. Pero no corramos, que aquí en Nazaré, menos el mar, todo va muy lento, a su ritmo.

El cañón de Nazaré es un valle submarino de 230 kilómetros de longitud y 5 de profundidad situado frente a la costa central de Portugal

El pueblo se divide en tres zonas bien diferenciadas: Praia, la ciudad baja y centro neurálgico; Pederneira, el barrio interior, y Sítio, la cuna de Nazaré, enclavada en la cima de un promontorio de 318 metros de altura sobre el mar.

¡Pescado fresco!

Nuestro recorrido marinero comienza en las estrechas calles que se despliegan en perpendicular desde la playa de Banhos, que forma una elegante ensenada de aguas claras y tranquilas para ser Nazaré. Toldos de colores y lanchas de pesca varadas decoran la fina arena, y hoteles, tiendas de recuerdos e infinidad de restaurantes con gusto marinero animan el paseo.

Lanchas de pesca en la playa de Banhos.
Lanchas de pesca en la playa de Banhos.Javier Martínez Mansilla (Cinco Días)

Aún se suele ver por aquí a las pescaderas vistiendo el típico atuendo de las siete faldas, secando pescado (jureles) al sol como antaño o recitando (gritando) sus pregones con la llegada de los barcos de faenar. La xávega es un arte milenario de pesca de cerco que aún se realiza aquí y que parece condenado a la desaparición.

Sobre la Praia se eleva el acantilado de Sítio, al que subiremos tomando el emblemático funicular (1,20 euros) o caminando, si se ve con ánimo. Son 300 metros de cuesta. El coche también nos vale.

En el centro de este pintoresco barrio encontramos la iglesia de Nossa Senhora de Nazaré junto a la pequeña ermita de la Memoria, rodeadas por una concurrida plaza con cafeterías y puestos de artesanía.

En el mirador de Suberco, justo al lado, podrá disfrutar de una espectacular panorámica litoral, con las casitas blancas que se apilan con gracia frente a la playa, que dibuja un arco hasta llegar al puerto pesquero.

Mirador de Suberco.
Mirador de Suberco.Javier Martínez Mansilla (Cinco Días)

La meca del surf

Pero ¿dónde se han metido las olas? Desde el mirador descendemos hasta el faro y el fuerte de San Miguel, situados en el extremo del acantilado. Este lugar se convierte entre noviembre y febrero en el anfiteatro para contemplar el espectáculo de las olas más grandes del mundo.

Garret McNamara, Rodrigo Koxa, Hugo Vau… No son muchos los surfistas que se atreven a domar estos mastodontes de agua de 30 metros de altura que rompen sobre la Praia do Norte, a la derecha del acantilado.

Este fenómeno se debe al cañón de Nazaré, un valle submarino de 5 kilómetros de profundidad y 230 de longitud frente a la costa central portuguesa. En este punto la falla alcanza su máxima estrechez haciendo de embudo para la formación de estas gigantescas olas. El resultado: la meca del surf extremo.

Visite el fuerte de San Miguel (entrada: 2 euros), construido a finales del si­glo XVI para repeler los ataques, y descubra las leyendas que rodean a las ondas gigantes, como se dice aquí. El fuerte incluye una interesante exposición sobre el surf en la zona y so­bre el cañón de Nazaré, además de un especular balcón del Atlántico, haya olas o no.

Estatua en alusión al surf y al venado, uno de los símbolos legendarios que se atribuyen a la fundación de Nazaré.
Estatua en alusión al surf y al venado, uno de los símbolos legendarios que se atribuyen a la fundación de Nazaré.Javier Martínez Mansilla (Cinco Días)

Guía de viaje

Surf extremo. En 2011, Garret McNamara batió el récord al surfear una ola de 23,77 metros en la Praia do Norte. Desde entonces, Nazaré aparece en el mapa como la meca del surf extremo. El brasileño Rodrigo Koxa subió el listón al cabalgar una ola de 24,38 metros y muchos afirman que el portugués Hugo Vau surfeó una de 35 metros. Benditos locos.

Gastronomía. La cocina nazarena apuesta por el marisco, el pescado a la brasa, la caldeirada (guiso), la massa de peixe (sopa) o las cataplanas. En los restaurantes de Praia le ayudarán a descubrirla.

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