La ortodoxia de la Fed allana el camino para que siga la racha de Wall Street
El mercado aplaude la firmeza de Powell frente a las presiones La solidez de la economía de EE UU augura nuevas subidas de tipos
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) no se desviará del camino marcado. El banco central continuará con las subidas de tipos de interés para evitar que la economía del país se sobrecaliente, desoyendo así las presiones del presidente Donald Trump, que ha pedido un retraso en esta política monetaria. Los inversores han aplaudido la ortodoxia e independencia enarboladas por el presidente de la Fed, Jerome Powell, y la Bolsa de Wall Street marcó el viernes un nuevo máximo histórico, prolongando así la racha alcista más larga de la historia.
Powell aprovechó su discurso en el simposio de banqueros centrales y economistas celebrado cada año en Jackson Hole (Wyoming, Estados Unidos) para ratificar su compromiso con la subida paulatina de tipos. De cumplirse las expectativas, estos cerrarían el ejercicio en 2,25%, frente al 0% que sigue manteniendo aún el Banco Central Europeo (BCE).
Unos tipos de interés más altos no son plato de buen gusto ni para empresas ni para familias, ya que se encarecen sus costes de financiación. Sin embargo, en el caso de Estados Unidos estas subidas son un síntoma de que su economía va sobre ruedas (con la tasa de paro en mínimos de 17 años y una tasa de crecimiento del PIB superior al 3%). La Reserva Federal, con su senda progresiva de subida de tipos simplemente pisa un poco el freno para que el tren no descarrile.
Donald
Trump “está tratando de impulsar la economía del país con estímulos fiscales y pretende que la Reserva Federal no endurezca los tipos de interés, pero la Fed lo que está haciendo realmente es normalizar su política monetaria, acompañando a la recuperación económica y subiendo tipos hasta un punto en que estos sean neutrales”, explica a Reuters la economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Laurence Boom. “La condiciones financieras siguen siendo muy buenas en el país y la Reserva Federal está actuando en línea con la tendencia”.
Trump tiene ahora el foco en la guerra comercial que mantiene con China, Europa, Turquía y otros de sus tradicionales socios. El mandatario teme que los nuevos aranceles aplicados a bienes estadounidenses puedan frenar las exportaciones y dañar la economía. Por eso ha tratado de influir sobre la Fed para que vaya más despacio en su senda de subida de tipos.
En cualquier caso, el impacto que puede sobre la economía y las empresas estadounidenses una política monetaria más restrictiva es bastante limitado. Al igual que los son sus efectos sobre la evolución bursátil.
“Hay que recordar que los grande gigantes de la Bolsa de Estados Unidos, como Apple o Facebook, acumulan una cantidad ingente de efectivo y no están endeudados. Esto hace que la política de los bancos centrales apenas tenga efecto sobre la valoración de estas compañías”, explica Sean Darby, estratega jefe de renta variable en la firma de análisis Jefferies.
El índice bursátil más importante de Estados Unidos, el S&P 500 acumula 3.455 días sin una corrección superior al 20%, un ciclo alcista nunca antes visto. La gran incógnita es cuánto tiempo más durará, pero en lo que todos los analistas están de acuerdo es que la Reserva Federal es un buen aliado para prologar esta racha y es la Casa Blanca la que puede contribuir a que acabe bruscamente.