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¿Le interesa a mi empresa empezar a operar con Bitcoins?

Aceptar hoy pagos en Bitcoins puede ser una buena opción estratégica a corto plazo para mejorar posicionamiento en el mercado

CINCO DÍAS

El dinero surgió para facilitar los intercambios más allá del simple trueque. Exigía dos requisitos: ser un medio de pago generalmente aceptado, y ser un depósito de valor. Ya fuera una concha, una pieza metálica u otro objeto, su poseedor tenía un "valor" que le permitía adquirir cosas.

Al aumentar los intercambios, y para evitar la proliferación de muchas formas de "dinero" aceptadas sólo localmente, aparecieron Autoridades monetarias, reconocidas, que emitían moneda o billetes garantizando su valor. Tras muchos años con el oro como referencia y respaldo del dinero en circulación, el siglo XX vio el fin del "patrón oro" dando paso a un patrón fiduciario. En él los Bancos Centrales y el Sistema Bancario crean y regulan el dinero en circulación, controlando los límites de crédito a conceder (creación), manejando su precio (tipo de interés), y emitiendo billetes y monedas. Las cotizaciones cruzadas entre monedas (cambio de divisas), las fija el mercado operado por los bancos que casa las demandas y ofertas de sus clientes. Todo con la garantía de ese Banco Central que respalda que quien tiene un billete o un saldo en una cuenta tiene ese determinado valor, y cobrando los bancos comisiones por su gestión.

Con las nuevas tecnologías y en un contexto de rebeldía frente el poder de los bancos, el siglo XXI vive la aparición de una nueva forma de dinero, las criptomonedas. Hoy circulan unos 300 o 400 mil millones de dólares en las mas de 1.600 existentes, siendo el Bitcoin, surgido en 2009, la más utilizada con diferencia. No esta claro quien la invento. Satoshi Nakamoto, autor del articulo "Bitcoin. A peer to peer Electronic Cash System" donde explica como funciona, es el seudónimo de uno o varias personas

Pero un Bitcoin no existe como tal. No es una pieza de dinero aunque se represente como una moneda con un símbolo. Es un valor asignado a una transacción y a una dirección determinada. Veamos. Si yo quiero operar en el sistema y hacer un pago en Bitcoins, lo primero que debo hacer es abrir un monedero, esto es, una dirección o código en la que se abonará o cargará la transacción en Bitcoins. Este monedero tendrá una clave de acceso pública, como el número de una cuenta bancaria y una clave privada que solo yo tendré. Con el monedero creado ya puedo operar. Puedo adquirir mis Bitcoins por cuatro vías: comprándolos en un cajero pagando en euros u otra divisa; recibiendo un ingreso por la venta de un producto o servicio en esa denominación; una donación; o si soy "minero", del producto de mi trabajo, como luego comentaremos. Toda transacción en Bitcoin, sea ingreso o pago, quedará registrada. La tecnología que permite esos registros y que es la base operativa de todo el sistema es Blockchain. Consiste en un gran libro de registro en el que todas las transacciones quedan anotadas y encapsuladas en bloques enlazados. La transacción que acabo de hacer aparece como un bloque de una cadena, compuesto por una combinación de números y signos cifrados que se relaciona con la última transacción, más los datos de mi transacción (cuenta origen, cuantía y destino), más otra combinación a la que se enlazará la siguiente. Por ello, no es posible cambiar una anotación ya que habría que cambiar también la anterior y la siguiente, y así sucesivamente.

Los que se encargan de encontrar el algoritmo que permite enlazar o encadenar una transacción con la anterior y que así la anotación quede registrada, son los "mineros". En teoría cualquiera puede serlo si tiene un ordenador con la suficiente capacidad de cálculo, pero en la práctica debido a la complejidad, y al alto consumo de electricidad por las horas de computación y su refrigeración, son grupos de ordenadores en diferentes lugares los que lo hacen. Por ello cobran un porcentaje pequeño como comisión, generándose nuevos Bitcoins adicionales. Y eso ¿hasta cuando?. Satoshi Nakamoto fijó en 21 mill. los que serían minados o creados para 2040 (ya hay creados, unos 17 mill.). De media, cada 10 min. se mina un Bitcoin.. Su valor ha ido aumentando a medida que aumenta su demanda, en parte para especular, alcanzando la cotización los 10.000 $ hace meses y estando actualmente en torno a los 6.000 $. La gran volatilidad es una de sus características.

En definitiva, el Bitcoin forma parte de un sistema de pagos que opera de modo descentralizado, sin una Autoridad Monetaria y Sistema Bancario detrás, pero que aporta garantías de confianza y fiabilidad de las transacciones, y un alto grado de privacidad. Operativamente se apoya en una tecnología, Blockchain, que es reconocida como muy eficaz y con muchas aplicaciones prácticas además de las criptomonedas.

Sin embargo, como decíamos, el Bitcoin no es una moneda; aunque sea aceptado como medio de pago, no es un bien que tenga un valor en sí mismo; es una anotación que otorga una capacidad de gasto en Bitcoin a quien lo posee. De ahí que las Autoridades de muchos países, aunque no han establecido una regulación clara, puntualizan sus características y advierten de la volatilidad de su cotización. Hoy puede operarse con Bitcoin en prácticamente todos los países más avanzados a excepción de Rusia, China e Islandia, que no lo aceptan para hacer transacciones. Algunos Bancos e Instituciones financieras en la OCDE, admiten ya una cierta operativa. En paralelo, hay unos 9600 establecimientos en el mundo que admiten pagos en Bitcoin, más de 350 en España, y aunque algunos como Amazon no lo hacen, hay empresas que actúan de intermediarios para poder pagar en criptomoneda.

De ahí la pregunta: ¿Le interesa a mi empresa empezar a operar con Bitcoins?. Por supuesto, nos referimos a la operativa de vender productos o servicios en Bitcoin, no a adquirir y vender con fines especulativos.

No hay una respuesta común para todas las empresas. Depende del sector de actividad, del tipo de cliente que queramos captar, y de los riesgos que queramos asumir. Así, una prestigiosa cadena hotelera española con establecimientos en Madrid y otras ciudades, ha optado por hacerlo para atraer a clientes norteamericanos y de otras nacionalidades entre 35 y 45 años, perfil típico de usuario de Bitcoin. La opción es muy válida. También lo es para empresas que hacen envíos de dinero al exterior al reducir notablemente las comisiones, u otras que venden productos por internet. Para start ups que buscan financiación y acuden a los llamados ICOs (Inicial Coin Offering) las criptomonedas pueden ser una fuente de recursos, aunque no existe una regulación.

La alta volatilidad de su cotización es sin duda un riesgo; y también lo es el futuro a medio plazo ya que el proceso de creación de nuevos Bitcoins se hace más complejo, al tiempo que se reduce y concentra el número de mineros. Se dice que unas pocas "granjas" en China minan un porcentaje altísimo del total. ¿Qué pasará en unos años? Nadie lo sabe. Dependerá en parte de la regulación y de que el desarrollo del sistema siga avanzando. Pero no cabe duda que aceptar hoy pagos en Bitcoins puede ser una buena opción estratégica a corto plazo para mejorar posicionamiento en el mercado, siempre que se asuman los riesgos derivados y, por supuesto, se actué con conocimiento y/o un buen asesoramiento sobre el nuevo terreno que se pisa.

Fernando Ballestero Díaz, Counselor de Círculo Legal Madrid

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