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El motor, primera víctima de la guerra arancelaria iniciada por Trump

Daimler, primera firma que reconoce un freno en su beneficio por culpa de las medidas Todo el sector sufre fuertes recortes en Bolsa; Renault lidera las pérdidas con caída del 5,2%

Guerra de aranceles
Alejandro Meraviglia

El motor es la primera víctima que se cobra la guerra comercial entre Estados Unidos y el mundo, especialmente con China. Daimler, el fabricante de vehículos alemán anunció este jueves una revisión a la baja de sus beneficios para 2018. Los principales motivos de este profit warning es la subida de aranceles de Estados Unidos a la importación del acero y el aluminio, dos materiales básicos para la industria automotriz. La empresa reconoce que afectará a sus ventas y que los costes derivados no los podrán asumir en su totalidad los clientes.

Las acciones de la compañía llegaron a caer ayer un 4,4%, su valor más bajo en los últimos dos años, cerrando la sesión en 4,32%. El anuncio de Daimler provocó ayer que el sector del automóvil fuese el más castigado del Stoxx 600 y se produjera una caída generalizada del 3,24%. Renault se desplomó un 5,20%. Fiat perdió un 4,17%, Volkswagen un 3,11%, BMW un 2,94%, y Peugeot un 2,81%.

Esta guerra comercial la empezó Donald Trump, presidente de EEUU, con la subida de impuestos al aluminio y al acero puesta en marcha en marzo de este año. China respondió con impuestos a productos estadounidenses por un valor de 2.400 millones de euros. A su vez, Donald Trump subió la apuesta y decidió aumentar impuestos por un total de 43.000 millones de euros a importaciones chinas el pasado 15 de junio, a lo que el gigante asiático respondió de la misma forma sobre las importaciones norteamericanas.

En medio de esta disputa, la Unión Europea tampoco se quedó quieta y decidió imponer aranceles a productos de EE.UU por un valor de 6.400 millones de euros, que es lo que la UE calcula que le cuesta a sus productores de acero y aluminio los impuestos del 25% y 10% respectivamente. Estos aranceles se dividirán en dos fases. La primera entra en vigor hoy mismo y se aplicará a 200 productos estadounidenses por un valor de 2.800 millones de euros.

La segunda fase no se podrá aplicar hasta que que hayan transcurrido tres años desde el primer recargo o bien hasta que la Organización Mundial de Comercio tumbe los recargos de Trump. “Nosotros no queríamos estar en esta posición, pero la decisión unilateral e injustificada de EEUU de imponer aranceles adicionales al acero y aluminio de la UE no nos deja otra opción (...) Nuestra respuesta es medida, proporcionada y totalmente en línea con las normas de la OMC. No es necesario decir que si EEUU elimina sus tarifas, nuestras medidas también serán eliminadas”, remarcó la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström.

Los fabricantes alemanes meten presión a EE UU

Los fabricantes de coches alemanes van a plantearle a Donald Trump que no acabe imponiendo unos aranceles del 25% a los turimos provenientes de Europa. La propuesta se la dio en una carta a Donald Trump, el embajador alemán en Washington, Richard Grenell, el miércoles pasado. La medida supondría acabar con el arancel del 10% que la Unión Europea impone a las importaciones de vehículos estadounidenses, y el del 2,5% que actualmente tienen las importaciones de coches europeos en Estados Unidos.

La guerra comercial es una de las mayores amenazas para la renta variable en este momento, como recuerdan los analistas de MacroYield, sobre todo en lo referente a la industria del automóvil de la UE, que representa una cuarta parte del total mundial de vehículos. “EEUU sigue siendo el primer socio para las exportaciones extracomunitarias en el sector del automóvil, con una cuota que en 2016 llegó al 25%, seguido de China (donde está creciendo la cuota), con un 16% y de Turquía con un 7%, Suiza y Japón (ambos con un 5%). Los vehículos son los productos más relevantes en el comercio con EE UU”, explican en MacroYield.

Desde la firma de análisis de Bankinter, explican que Daimler es el primer gran fabricante de vehículos que anuncia un profit warning como consecuencia del conflicto comercial entre China y EE.UU. Sin embargo, este asunto acabará pesando sobre la actividad del resto de fabricantes de vehículos y no descartan ver nuevos anuncios en esta línea. EEUU anunció el pasado martes nuevos aranceles a productos chinos.

“Si China decide seguir subiendo sus tarifas, impondremos unos aranceles de 200.000 millones de dólares (174.000 millones de euros). La relación comercial entre Estados Unidos y China debe ser mucho más equitativa”, apuntó la Administración Trump. Lejos de rectificar, el Ministerio chino de comercio recalcó que las medidas adoptadas por Pekín el pasado viernes en respuesta a la decisión de Washington serán “firmes”. Donald Trump llegó al poder asegurando que una de sus principales batallas sería la de reducir el déficit comercial con China, que en 2017 fue de unos 375.000 millones de dólares ( 325.000 millones de euros).

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