Alemania multa con 1.000 millones a Volkswagen por el fraude de las emisiones
La automovilística acepta la sanción y no recurrirá
Volkswagen informó este miércoles de que no recurrirá y que acepta la multa. Es su modo de asumir su responsabilidad en la crisis del diésel.
La Fiscalía de Braunschweig, que es la encargada de las investigaciones porque se encuentra cerca de la localidad de Wolfsburg, donde el grupo tiene su sede central, considera tras sus investigaciones que se produjeron incumplimientos del deber de supervisión en la división de desarrollo de agregados relacionados con las pruebas de vehículos.
Estos incumplimientos hicieron que desde mediados de 2007 y hasta 2015, 10,7 millones de vehículos con el motor diesel EA 288 de la tercera generación en EEUU y Canadá y con el motor EA 189 en otros países estuvieran equipados con una función de software ilegal, que se vendieran y que entraran en circulación.
De este modo concluye el proceso por infracción reglamentaria, lo que para Volkswagen "tendrá efectos positivos notables" sobre otros procesos que el grupo y sus filiales tienen en otros países de Europa.
Las crisis del diésel le ha obligado a la compañía a pagar acuerdos extrajudiciales, multas y modificaciones en los vehículos multimillonarias, sobre todo en Norteamérica, y ha lastrado su resultado con elevados extraordinarios. El grupo ha provisionado casi unos 26.000 millones de euros para esta crisis.
En 2017 el grupo alemán ya negoció un borrador de acuerdo civil y criminal por valor de 4.300 millones de dólares por su responabilidad en el fraude de los motores diésel con el Departamento de Justicia de Estados Unidos.