La nota de corte es “8” este año
La prima de la deuda italiana ha llegado a estar en máximos desde octubre de 2013 y, con las tensiones de comercio internacional, el diferencial de rentabilidad a vencimiento de la deuda del Tesoro de EEUU a cinco y 30 años en mínimos desde julio de 2007. Además el dólar se ha llegado a situar en máximos de cinco meses frente al euro, presionando las monedas de emergentes que más dependen del billete verde en su financiación. Ahora se ha querido votar en el parlamento británico que el Reino Unido siga dentro de la unión aduanera y mientras Trump se ha desmarcado del comunicado final de la cumbre del G-7 y mantiene la tensión respecto a aranceles a Canadá y Europa y China, incluso Japón. Mientras los bancos centrales están retirando 700.000 millones de dólares en tasa anual.
En este entorno la nota de corte para el asesor financiero es ya de “8” sobre “10” este año. Hay que tener en cuenta en este mercado tan difícil el gestor que lo haga bien en multi-activos o renta fija flexible va a tener una grandísima recompensa. Hay que estar pendiente, tener cautela y esperar y, desde luego, ser muy activo y dinámico para ver las oportunidades.
No hay que dejarse guiar por el ruido geopolítico a corto plazo
En cualquier caso no hay que dejarse guiar por el ruido geopolítico a corto plazo. De hecho la economía global sigue creciendo. En EEUU el consumo privado sigue saludable, si bien la construcción está comenzando a sentir el ajuste monetario y en la euro zona los principales indicadores han estado por debajo de la media de tres años. En Italia hay riesgo de experimentos, pero es probable que el nuevo gobierno de coalición populista anti-UE, sea menos hostil al mercado y no esperamos una amenaza sistémica para el sistema bancario de la región. Incluso los líderes europeos pueden idear políticas para calmar el nerviosismo en la Cumbre de este junio y mientras hay apoyo por mejora del mercado laboral y aumento en inversión empresarial.
Es previsible mayor volatilidad en renta fija que variable
El caso es que en primer lugar el inversor en renta fija tiene que tener en cuenta que los tipos de interés en Europa van a seguir cercanos a cero. Además los depósitos bancarios no pagan y la rentabilidad del bono a diez años español es solo 1,5%, con muchas posibilidades de que aumente, bajando su precio. De hecho es previsible mayor volatilidad en renta fija que en renta variable.
Así que en renta fija el inversor conservador debe empezar a mirar fondos de retorno absoluto, con mayor cobertura y menor nivel de riesgo, donde el gestor decide las inversiones tácticas, gestionando las diversas fuentes de generación de rendimiento des correlacionadas respecto al mercado.
Además por primera vez en los últimos dos años, como protección contra la volatilidad, consideramos bonos de EEUU, cuya rentabilidad a vencimiento ya es relativamente alta. Pero mantenemos infra-ponderada renta fija Europea -deuda soberana y crédito, vulnerable a la incertidumbre política-. Por su parte las divisas de emergentes parecen atractivas tras la última liquidación y la deuda en moneda local de estos mercados un valor relativamente bueno con una rentabilidad a vencimiento alrededor de 6% –más que la deuda de alta rentabilidad de EEUU–.
Rentabilidad anualizada 5 a 7% en acciones de Europa
En renta variable hay amplia dispersión por valoración entre regiones y sectores. En renta variable europea el crecimiento de beneficios puede ser 6% a 10% este año y en 2019 y la euro zona beneficiarse del retraso en el ciclo económico respecto de EEUU. Así que, con horizonte de inversión 18 a 24 meses es previsible que la cotización vaya en esa línea y sería razonable esperar una rentabilidad anualizada 5% a 7%, eso sí, con volatilidad. Además en Reino Unido hay compañías muy interesantes que venden fuera de Europa.
A ello se añade que seguimos viendo oportunidades en renta variable de Japón, donde el crecimiento se ha estancado los últimos dos trimestres en sectores dependientes de exportaciones, pero las valoraciones son convincentes -Japón sigue siendo el mercado desarrollado más barato- y cuenta con el apoyo de su acomodaticio banco central.
Sin embargo la renta variable de EEUU descuenta una cantidad considerable de buenas noticias. Las valoraciones no son convincentes para compensar los riesgos de aumento de tipos de interés de la Reserva Federal. Por su parte en renta variable de emergentes los países con grandes necesidades de financiación externa están bajo presión, como Argentina, Turquía y Sudáfrica, mientras que Rusia, Taiwán e India son menos vulnerables, pero una mayor volatilidad será la norma, con menor rentabilidad que el año pasado.
Fondos globales
Adicionalmente en pequeñas y medianas compañías hay oportunidades sobre todo en fondos globales, en cualquier región geográfica.
Además los sectores relacionados con materias primas, energía y materiales, son atractivos, pues tienden a comportarse mejor en la última etapa del ciclo económico. Sin embargo las señales de que el crecimiento mundial está estabilizándose nos han llevado a reducir sobrepeso en cíclicos, particularmente finanzas, pues los márgenes de los bancos pueden reducirse ante un enfriamiento que impida aumento de las rentabilidades de la deuda y riesgo de las convulsiones políticas de Italia -14 bancos europeos tienen más deuda soberana italiana que reservas de capital-.
Las empresas responsables lo van a hacer mejor a medio y largo plazo
Sin embargo en materia de sostenibilidad y medio ambiente sigue habiendo mucho dinamismo, pues se requieren enormes inversiones. Habrá ganadores entre empresas que desarrollan productos y tecnologías relacionadas y las empresas responsables con sus empleados, clientes, mercado y sociedad normalmente lo van a hacer mejor a medio y largo plazo.
Este tipo de inversión, que incluye análisis extra-financiero, ha demostrado los últimos cinco años que puede superar al índice de forma sostenida y al mismo tiempo contribuir a la estabilidad de los mercados y que la economía esté mejor capacitada para resistir choques, atrayendo un número creciente de inversores. Incluso en algunos fondos es posible conocer el impacto, por ejemplo, del nivel de emisiones de carbono de las empresas seleccionadas respecto al índice. Al mismo tiempo han cambiado considerablemente las actitudes hacia la protección del Planeta, hasta el punto de que el mercado de inversión medioambiental es ya de 2,2 billones de dólares, incluyendo gestión de residuos y reciclaje, aguas, eficiencia energética y control de polución, servicios medioambientales, agricultura y silvicultura sostenible, además de desmaterialización de la economía, es decir, el reemplazo de actividades físicas por virtuales para producir con menos recursos, donde las ventas crecen al 6,5% anual, superando en 2% al índice mundial MSCI.