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Un aspersor neutraliza y elimina las partículas contaminantes del aire

El sistema Counterfog acaba con los residuos del tráfico, fábricas y calefacciones

El sistema puede utilizarse para luchar contra cualquier fuente contaminante, independientemente del lugar donde esta se encuentre.
El sistema puede utilizarse para luchar contra cualquier fuente contaminante, independientemente del lugar donde esta se encuentre.

Con una inversión menor del 1% del presupuesto municipal anual, cualquier ciudad española podría eliminar la contaminación de sus zonas residenciales. Es lo que aproximadamente le costaría desplegar en ella a un ayuntamiento el sistema Counterfog, un proyecto liderado por investigadores de la Universidad de Alcalá de Henares, dirigido por el profesor José Luis Pérez Díaz, que neutraliza y destruye las partículas contaminantes que hay en el aire evitando su dispersión descontrolada. Según este experto, “la limpieza [ambiental] sería muy efectiva, ya que de cada 10.000 partículas nocivas solo se nos escapa una”.

El proyecto, en el que también han colaborado centros e instituciones de Reino Unido, República Checa, Bulgaria, Alemania, Suecia y España, ha sido financiado por el séptimo programa marco de la Comisión Europea. Su principal logro es que combate micropartículas como las del humo generado por los motores diésel o las que se producen en un incendio, y elimina los residuos procedentes del tráfico, las calefacciones y las fábricas. Además, proporciona una respuesta rápida contra todo tipo de agentes que se encuentran en el aire, incluidos los químicos, biológicos, radiológicos y nucleares.

De hecho, su eficacia ha sido ya probada por la Unidad Militar de Emergencias (UME) de las fuerzas armadas. Según su responsable, el capitán José María Martín Corrochano, esta tecnología “optimiza nuestros tiempos de respuesta en la intervención ante cualquier emergencia y supone un salto de calidad en la protección del medio ambiente”.

El sistema elimina las partículas, esporas o bacterias pequeñas y nocivas del aire en pocos minutos utilizando simplemente agua y aire comprimido, aunque en determinados casos se debe añadir un catalizador. Su funcionamiento consiste en proporcionar un chorro de niebla hecho de gotitas de líquido del tamaño de micras, las cuales colisionan con las partículas nocivas presentes en el aire, las agregan y caen o se adhieren a las superficies, donde luego se pueden tratar de una manera controlada.

El tamaño de estas gotas es la clave: si fueran demasiado grandes, las partículas simplemente fluirían a su alrededor; si las gotas de líquido fueran demasiado pequeñas, no tendrían la masa suficiente para agregar partículas. El Counterfog puede dispersar, además, otros descontaminantes y desinfectantes porque el tamaño óptimo de las gotas que proporciona minimiza el volumen de los residuos que se recogerán posteriormente. Menos del 1% de aditivos inofensivos han demostrado ser suficientes para lavar incluso las partículas hidrofóbicas.

Un alivio para las urbes

El invento podría ser una solución efectiva para aliviar la contaminación en grandes ciudades como Madrid donde, como apunta Pérez Díaz, “cuando sucede una inversión térmica se acumulan todas las partículas de hollín, tanto las procedentes del tráfico como de las calderas”.

Un problema que, añade este experto, no se resolverá con la llegada de los vehículos eléctricos, ya que un estudio de la Unión Europea señala que “de los tubos de escape solo viene una parte de la polución mientras que otra procede de los embragues, los frenos y otras partes del automóvil, por lo que cualquier coche seguirá liberando partículas nocivas”.

Counterfog es un sistema respetuoso con el medio ambiente tanto por el uso de sustancias inocuas como por la minimización de los residuos. Las pruebas de toxicidad realizadas hasta la fecha no han encontrado daños significativos en los ratones expuestos a su acción. Sus efectos en un lugar cerrado son efectivos unos minutos después de la activación del sistema; en campo abierto puede requerirse una activación continua para crear una barrera que impida la difusión de una nube tóxica.

Se puede instalar en un edificio o industria con un sistema de activación manual o automática, pero también se puede alimentar utilizando tuberías flexibles de maquinaria portátil preparadas para un despliegue rápido, por ejemplo, a bordo de un camión.

Una solución multiuso

Zonas clave. La instalación del sistema está recomendada en fábricas, hospitales, centrales nucleares, aeropuertos y cualquier lugar donde se pueda reunir mucha gente; también en vehículos que transporten productos peligrosos.

Incendios. El invento también puede ser vital durante un incendio por su capacidad para controlar el humo, evitando su diseminación y enfriándolo.

Ciudades. La instalación en grandes ciudades parece ser una forma efectiva de limpiar el aire contaminado.

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