Leemos, pero no tanto como nos gustaría
El número de lectores de libros crece hasta el 65,8% El 35% de la población no lee por falta de interés
El número de lectores crece en España. Desde 2012, el porcentaje de lectores de libros mayores de 14 años se ha incrementado en 2,8 puntos porcentuales, situándose en el 65,8% de la población total. Se reduce, así, la distancia que separa a España de la media de la Unión Europea, en donde el 70% de la gente consume libros. Es una de las principales conclusiones que se extraen del Barómetro de hábitos de lectura y compra de libros 2017, elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) con el patrocinio del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y que fue presentado ayer, tras cinco años de vacío en los que no se ha publicado.
El estudio, que se ha elaborado a partir de las opiniones de más de 5.000 personas de toda España, arroja un halo de optimismo. Sin embargo, es necesario matizar algunos aspectos, tal y como recordó el presidente de la FGEE, Daniel Fernández: “En estos cinco años, el índice ha mejorado, pero creo que no tanto su calidad. Vemos que hay una falta de esa lectura reposada, tranquila, reflexiva y atenta. Se lee más, pero de una forma más repentina e improvisada”. Por eso, si se tiene en cuenta únicamente a la población que afirma leer en su tiempo libre, al margen de una necesidad movida por el estudio o el trabajo, se observa que el crecimiento es mucho menor, de 0,6 puntos porcentuales, hasta situarse en el 59,7%. Es decir, un 40,3% de la población ya no lee nunca o casi nunca por ocio, sino que se sumerge en las letras por razones laborales o académicas.
Además, pese a que el porcentaje de lectores frecuentes, es decir, aquellos que leen al menos una vez a la semana, se ha incrementado desde 2012, representando al 47,7% de la población mayor de 14 años, el número de lectores diarios y cotidianos ha disminuido, pasando del 31% al 29%. Y hay razones de peso que explican este cambio de tendencia. La principal de ellas es la falta de tiempo, el argumento más repetido por los no lectores para justificar su falta de hábito, en un 47,7% de los casos. Especialmente entre la franja de edad comprendida entre los 35 y los 44 años. “Tendremos que plantearnos qué esta ocurriendo para que esto suceda, e intentar buscar soluciones de conciliación laboral y familiar que den la vuelta a este problema”, en palabras del director general de Industrias Culturales y del Libro, Óscar Sáenz de Santa María.
En este sentido, también relacionado indirectamente con la falta de tiempo, es necesario señalar que un 18,7% de la población no lectora esgrime que prefiere dedicar los pocos momentos de ocio de los que dispone a otro tipo de entretenimientos. Esto es algo que, además, se va acentuando a medida que aumentan las franjas de edad de los consumidores. Así, mientras que el 80% de los jóvenes de entre 10 y 14 años son lectores frecuentes, a medida que avanzamos en la pirámide de edad, el hábito pierde peso. Por ejemplo, solo el 62% de las mujeres de entre 25 y 34 años lee un libro al trimestre, una cifra que se reduce al 55,8% en el caso de los hombres. De igual manera, mientras que entre los 35 y los 44 años ellas leen en un 70% de los casos, ellos lo hacen en un 54,6%.
Sin embargo, la tendencia más grave y preocupante, en opinión de los expertos del sector, es aquella que hace referencia a la falta de interés por la lectura, y es que según se extrae del barómetro, el 35% de la población señala que no lee porque o no le interesa o no le gusta lo que encuentra entre las páginas. “Esto es algo en lo que el sistema educativo tendrá que incidir con fuerza para intentar revertirlo”, apuntó el director ejecutivo de la FGEE, Antonio María Ávila. Porque, tal y como recordó Daniel Fernández, el índice de lectura de un país es una medida económica y espiritual más de la región, que debería seguirse y estudiarse con el mismo interés que se deposita sobre otros indicativos económicos y culturales.
El papel sigue siendo líder
El citado estudio también analiza la digitalización del mercado, y el libro de toda la vida, en papel, al menos, de momento, puede respirar tranquilo. El 76,3% de los españoles que superan los 14 años de edad lee algún tipo de contenido a través de la pantalla, un incremento de 18 puntos porcentuales con respecto al barómetro de 2012. No obstante, hay grandes brechas entre el tipo de temas que se consumen digitalmente. La información que llega a través de las redes sociales es la que domina en este segmento, llegando al 56,9%. Le siguen las webs, blogs y foros (49,5%) y los periódicos (41,5%). La lectura de libros en formato digital, si bien ha aumentado considerablemente en estos cinco años, pasando del 11,7% al 27,2%, sigue siendo minoritaria: el 75% de las obras se siguen consumiendo a través del papel.
Por eso, la compra de libros también ha crecido. Según los datos recabados, el 61,3% de los españoles compró uno o más volúmenes a lo largo de 2017, lo que significa un incremento de casi seis puntos porcentuales desde 2012. Y son los niños y jóvenes menores de 18 años los principales aliados de las librerías. El 99,6% de los pequeños de entre 10 y 14 años y el 92% de los niños y jóvenes que se mueven entre los 15 y los 18 años son lectores habituales. Mayoritariamente leen libros en formato papel, si bien es cierto que a medida que se incrementa la edad, crece también la proporción de lectores que compaginan las páginas con las pantallas digitales.
España, región a región y libro a libro
Por comunidades autónomas. El barómetro muestra un incremento del porcentaje de lectores en todas las comunidades autónomas, excepto en Extremadura. La región con mayor índice de lectores (71,4%) es Madrid, con 11 puntos más que la media nacional (59,7%). Le siguen Navarra (65,1%), País Vasco (63,9%), La Rioja y Cantabria (ambas con 63,6%) y Cataluña (62,7%). A la cola están Extremadura (52,6%), Canarias (56,4%) y Andalucía (56,7%). Donde más libros se compran es en Navarra (12,7 libros de media por persona en 2017), Madrid (11) y Asturias (10,4).
Por libros. En 2017, los libros más leídos fueron Patria, de Fernando Aramburu, El guardián invisible, de Dolores Redondo, y Los pilares de la Tierra, de Ken Follet. Por su parte, las obras más compradas fueron de nuevo Patria, Cincuenta sombras de Grey y Los pilares de la Tierra.