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La metamorfosis que abre las puertas al mercado laboral

El proyecto Learning for Life de Diageo logra ratios de empleo en España del 70% y 64%

Alumnos de hostelería de Learning for Life durante una de las clases.
Alumnos de hostelería de Learning for Life durante una de las clases.
Rafael Durán Fernández

El empleo juvenil como bandera enarboló Diageo en 2016 cuando puso en marcha en España Learning for Life, un proyecto que ya venía desarrollando la compañía en otros países desde 2008. Con un enfoque en la educación de adultos, entre 18 y 30 años, la iniciativa proporciona herramientas, capacitación y habilidades en cuatro áreas clave para Diageo, distribuidora de marcas de bebidas como Johnnie Walker, J&B, Smirnoff, Baileys o Guinness: hostelería, venta minorista, iniciativa empresarial y servicio de coctelería.

“Empezamos de menos a más, en Madrid, donde tenemos la oficina central, y lo hicimos con una prueba piloto diseñada para 50 personas en el ámbito de la hostelería”, cuenta Beatriz Blasco, directora de asuntos corporativos de Diageo Iberia. “Vamos tocando todos los ámbitos de nuestra cadena de valor donde creemos que tenemos un mínimo de experiencia que poder aportar a los estudiantes y donde también creemos que hay una necesidad por parte de nuestros clientes y nuestros proveedores de profesional cualificado”, explica Blasco.

Hoy el programa, que está presente en 35 países, se implementa en cuatro ciudades españolas, además de Madrid, en Barcelona, Sevilla y Las Palmas, y también en Lisboa, y este año se quiere añadir una nueva localización, que será en el área de Levante, adelanta la directora de asuntos corporativos de Diageo Iberia.

La iniciativa se desarrolla en Madrid, Barcelona, Sevilla, Las Palmas y Lisboa y este año se añadirá una sexta ciudad en el área de Levante

El objetivo último es el empleo estable de los jóvenes. “Cuando lanzamos el proyecto lo que pretendíamos es transformar la vida de los estudiantes a través del empleo. El éxito del programa para mí es si los estudiantes terminan con un empleo estable”, enfatiza Blasco. Un éxito que avalan ratios del 70% en la primera edición y del 64% en la segunda. “Para nosotros el empleo era la prioridad número uno, y el empleo juvenil sería nuestra bandera”, enfatiza la ejecutiva de Diageo. Y aunque el perfil de estudiantes va desde los 18 a los 30 años, la media de edad de los que han pasado por las aulas, 254 hasta ahora, está entre 20 y 25 años. Otro elemento diferencial, destaca Blasco, es que se trata de personas que están en dificultad para acceder al mercado laboral.

Diageo cuenta para el desarrollo del proyecto con la colaboración de aliados académicos y sociales. “Igual que nosotros ofrecemos un producto diferencial, buscamos aliados que dieran también ese diferencial”, remarca Blasco. Así, en el ámbito de la hostelería tienen como referente la Escuela de Hostelería de la Cámara de Comercio de Madrid. Porque la formación que se imparte es reglada. En hostelería es de tres meses y los alumnos terminan con un certificado oficial. En el ámbito del retail el socio es Merchanservis, que es el principal proveedor de gestores de punto de venta para las grandes cadenas de alimentación, como Carrefour o El Corte Inglés.

Para el reclutamiento de los jóvenes, su acompañamiento durante la formación y gestionar la bolsa de empleo, Diageo se apoya en entidades sociales como Fundación Tomillo, en Madrid. “Somos como una especie de abanico de colaboradores en los que cada uno aporta su granito y su experiencia”, resume Blasco.

Paridad de género

A ese reclutamiento acceden tanto hombres como mujeres. De hecho, los ratios que maneja la compañía sobre diversidad de género son de paridad absoluta: 50% estudiantes chicos y 50% chicas. “No tenemos unos objetivos específicos, pero a la hora de reclutar nos aseguramos que accedan tanto hombres como mujeres”, apunta Blasco.

Otro punto importante del proyecto es la colaboración con la red de clientes de Diageo. Gracias a esta red, los alumnos de venta minorista han podido hacer las prácticas, en su mayoría, en Carrefour, y en hostelería, “para nosotros que lo hagan en clientes de Diageo, donde les llevamos el programa y podemos entender cuáles son sus necesidades, es también un valor añadido que le damos al cliente y también la confianza que nos genera que los estudiantes hagan las prácticas en locales conocidos”, reconoce Blasco.

Este lunes, 8 de enero, comienza el segundo curso de la tercera edición de esta iniciativa en el área de hostelería. Este año se formarán 75 estudiantes, en tres momentos distintos. La primera convocatoria arrancó en octubre; la segunda es la que arranca ahora, y luego habrá una tercera. “Tenemos clases en hostelería de 25 alumnos porque se necesitan instalaciones amplias con cocinas, con barra de coctelería... y ello requiere espacio. Por eso hemos querido que nuestros programas fueran muy manejables desde el punto de vista del número de alumnos”, explica la directora de asuntos corporativos de Diageo.

De cara al futuro, Beatriz Blasco se impone como reto “seguir ampliando los ratios de empleo de los alumnos del programa, que los estudiantes, después de pasar por Learning for Life, digan que su vida ha cambiado”.

Voluntariado

-El proyecto Learning for Life cuenta con una importante colaboración interna, la que ofrecen los empleados de Diageo a través del voluntariado. “Tenemos una plantilla muy joven. Cuando te vienen uno o dos piensas que es gente con muchísima iniciativa. Pero cuando esto empieza a ser consistente en el tiempo te das cuenta de que hay una demanda real por parte de nuestros empleados”, señala Beatriz Blasco, directora de asuntos corporativos de Diageo Iberia.

-“En el año uno de nuestro programa, en el piloto, que nos costaba más reclutar a los estudiantes, hasta que el proyecto ha ido teniendo nombre, yo manejaba un mayor número de voluntarios de Diageo que de estudiantes. El año en el que lo llevamos a escala nacional, uno de cada cuatro de nuestros trabajadores ha participado”, afirma Blasco. En concreto, en la primera edición fueron 60 los voluntarios que participaron; en la segunda, 130, y en esta tercera que aún se está desarrollando han participado ya 24 voluntarios.

-Los empleados tienen flexibilidad absoluta para participar dentro de su horario y de su jornada laboral, pero no se les descarga de ninguna responsabilidad, “lo hacen desde su absoluta generosidad o dedicación. Y es una de las cosas que para mí más marcan la diferencia, porque si vamos a hablar en coctelería de whisky, qué mejor que cualquiera de nuestros empleados, que manejan estos temas, que sean ellos quienes se los cuenten a los alumnos”, apunta Blasco.

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Sobre la firma

Rafael Durán Fernández
Lleva más de una década a cargo de los temas de sostenibilidad en la sección de Buen Gobierno, tarea que compagina con la edición de CincoDías. Aterrizó en el periódico en el año 2000 y pasó una temporada en la sección de Opinión. Antes, en El Siglo de Europa y El Nuevo Lunes. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.

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