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Mifid 2: el ‘big bang’ en el mercado europeo

La nueva regulación financiera es loable, pero puede tener un coste elevado

Varias personas caminan ayer por el distrito financiero de Londres.
Varias personas caminan ayer por el distrito financiero de Londres. REUTERS

El big bang del mercado europeo es claramente doloroso y dudosamente beneficioso. La revisión de las reglas financieras incluidas en la directiva Mifid 2 de la Unión Europea está diseñada para hacer que las finanzas sean más justas y seguras. Pero ese objetivo loable tiene un coste elevado, una fecha límite poco realista, y puede abrir nuevos vacíos legales.

La última versión de la directiva que entró en vigor ayer afecta a la mayoría de los aspectos de los mercados financieros europeos. Los bancos tendrán que asegurarse de que venden a los clientes los productos correctos y que se les cobra directamente por servicios –como el estudio del mercado– que antes se incluían en los costes de comercialización. Los gestores de fondos tendrán que asegurarse de que consiguen los mejores precios, y habrá más transacciones en plataformas transparentes.

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Como resultado, debería haber más competencia y mejores precios, lo que en última instancia debería conducir a capitales más baratos para las empresas. Sin embargo, esos objetivos deseables vienen precedidos por un alto precio. La consultora Opimas calcula que los bancos, brókeres y gestores de fondos gastarán 2.500 millones de euros en prepararse para Mifid 2, y más de 700 millones al año en hacer frente a las nuevas reglas. La mayor parte de esa carga recaerá sobre los bancos.

La regulación beneficiará a las empresas con una tecnología superior y negocios más grandes, lo que puede alentar las consolidaciones y restringir la elección. También puede crear nuevos vacíos legales, lo que fragmentaría los mercados y socavaría el objetivo mismo de la Mifid 2 de mejorar la transparencia. Por último, puede alentar a que las transacciones se desplacen fuera de la UE, donde los requisitos son menores.

Los bancos se gastarán 2.500 millones para hacer frente a las nuevas reglas y 700 millones al año en implementarlas

Pero la pregunta más inmediata es cuándo entrará realmente en vigor. Alemania y Reino Unido han otorgado a última hora una exención sobre varios artículos que daban a los clientes más opciones sobre el lugar donde compensar operaciones. Si eso fomenta el retraso o el descuido en la implementación de Mifid 2, el big bang puede estar todavía muy lejos de cumplirse.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Elisa Castillo Nieto, es responsabilidad de CincoDías.

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