La estrategia china de Ant para quedarse en Estados Unidos
La empresa de transferencias digitales tendrá que entrar de puntillas en el mercado estadounidense y hacerse con participaciones minoritarias
Si Ant Financial quiere quedarse en Estados Unidos, puede que tenga que tomar algunas medidas similares a las de China. El negocio de transferencias digitales de Jack Ma –presidente ejecutivo del gigante Alibaba– debe reconsiderar su estrategia global después de que las autoridades estadounidenses torpedearan su plan de adquirir MoneyGram International, especializada en transferencias en efectivo.
Ant y MoneyGram dijeron que a pesar del esfuerzo, no habían conseguido que el Comité de Inversiones Exteriores de EE UU (CFIUS) aprobara la operación. La decisión supone un revés para Ma, quien había intentado quedar bien con Donald Trump y ampliar su creciente filial financiera desde China y el sudeste asiático hacia una red internacional.
Ant –valorada en 60.000 millones de dólares– probablemente no podrá salirse con la suya en el sistema de pagos y transferencias de EE UU, al menos en el corto plazo. Tendrá que forjar alianzas como la que ya tiene con Stripe, una startup estadounidense de pagos por internet. La “cooperación estratégica” que Ant y MoneyGram defendieron tras el fracaso de la fusión no convence. Una nueva oferta del rival Euronet a MoneyGram podría acabar rápidamente con ese acuerdo.
A medida que Ma encuentre nuevos socios, y tal vez incluso contemple un plan B más audaz que implique la puesta en marcha de su propio sistema de pagos separado para EE UU, podrá sentar las bases para un trato aún mayor. Al igual que las empresas estadounidenses se han visto obligadas durante años a entrar de puntillas en China mediante la adquisición de participaciones minoritarias, Ant podría hacer lo mismo con Western Union o incluso con PayPal, pero sin ocupar asientos en la junta. Ello implicaría incumplir el acuerdo con MoneyGram, pero le evitaría el control del CFIUS y le daría un conocimiento valioso sobre el mercado de EE UU, al tiempo que dejaría claras sus ambiciones a largo plazo. Tencent, su mayor rival en China, ha hecho algo similar al comprar parte de Snap y Tesla. Puede que no sea la primera opción de Ma, pero parece estar listo para el complejo trabajo de la colonización financiera.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Elisa Castillo Nieto, es responsabilidad de CincoDías.