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La sequía impacta de lleno en los principales sectores de la alimentación

Las organizaciones agrarias estiman entre 3.600 y 4.000 millones las pérdidas provocadas por la ausencia de agua La industria ve con preocupación el posible agravamiento de la situación para la próxima cosecha si sigue sin llover lo suficiente

Estado en el que se encuentra el embalse de Eiras que abastece principalmente a Vigo y a los ayuntamientos de su área metropolitana, como consecuencia de la sequía que se registra en la región.
Estado en el que se encuentra el embalse de Eiras que abastece principalmente a Vigo y a los ayuntamientos de su área metropolitana, como consecuencia de la sequía que se registra en la región.EFE

La alimentación pasa por ser una de las principales industrias españolas, encadenando años de crecimiento, especialmente por el impulso de las exportaciones en los últimos años. Sin embargo, el sector aborda una crisis que le lastrará esta temporada y, de mantenerse, puede hacer estragos la próxima campaña. Se trata de la sequía que vive el país, una de las más graves de las últimas décadas.

La situación se arrastra desde antes del verano, pero se ha agravado con un otoño sin lluvias. Según los datos de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) para el mes de octubre, las precipitaciones se han reducido en un tercio respecto a la media histórica para este mes. A falta de conocer las estadísticas de noviembre, la situación ha permanecido prácticamente inalterable hasta las primeras precipitaciones de los últimos días.

“La situación es muy preocupante”, reconocen desde los servicios técnicos de la organización agraria Asaja. En esta idea coinciden las otras grandes asociaciones del sector, COAG y UPA. Hay reticencias a la hora de valorar las posibles pérdidas, aunque COAG ya ha hecho una estimación inicial de 4.000 millones de euros. Por su lado, UPA aseguró que en lo que va de año se superan los 3.600 millones de pérdidas para los agricultores y ganaderos españoles debido a la sequía.

Miguel Blanco, secretario general de COAG, destaca lo excepcional de la actual situación, ya que la sequía se está cebando con toda la geografía española y no únicamente con una región. “No sé si ha habido una sequía como ésta”, añade Ignacio Senovilla, secretario de agricultura de la UPA.

Las organizaciones agrarias coinciden en señalar entre los sectores más afectados al cereal, la uva, la aceituna y las explotaciones ganaderas extensivas. En los tres primeros casos, las producciones de este año apuntan a caídas importantes respecto a la media de los últimos ejercicios. En definitiva, es el secano el que se está llevando la peor parte y la ausencia de pastos está llevando a la ganadería a tener que cubrir con piensos la alimentación de los animales, lo que provoca una subida de costes.

De este modo, algunas de las principales industrias alimentarias del país como son la carne, la leche, el aceite o el vino los que se pueden ver más afectados por estas condiciones climatológicas. Estos subsectores suman un valor de producción total de cerca de 40.000 millones de euros, más del 40% del total de la industria, según los últimos datos de 2016 presentados por la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab).

Las patronales guardan en su mayoría silencio ante la situación que vive el sector y la organización que aglutina a toda la industria se remite a las de las distintas actividades.

Cautela sobre los precios

De momento la crisis está impactando de llenoo a los productores que ven cómo suben los costes, caen las producciones y los precios pagados en origen no están subiendo. Así, Blanco, de Coag, habla por ejemplo de pérdidas de hasta 100 euros por vaca en el caso de la ganadería. Pero las sequías suelen impactar también en el consumidor final, debido a su relación con las subidas de precios.

No obstante, hay cautela respecto a los efectos inmediatos en los precios de venta al público. Los servicios técnicos de Asaja señalan que por el momento la producción se cubrirá a través de importaciones de otros países que no han sufrido sequías como la Península, por lo que la escasez no impulsará de forma notable los precios finales.

Es el caso del aceite de oliva. Las previsiones apuntan a una cosecha de 1,1 millones de toneladas, lo que supone estar por debajo de la media. Sin embargo, coincide con un aumento de la producción mundial en 300.000 toneladas, por lo que hay un balance, según apunta Primitivo Fernández, director de Anierac, la patronal de la industria del aceite de oliva.

En el caso del vino, otra de las industrias potentes en alimentación en España, la producción ha caído un 20% respecto al año pasado debido tanto a la sequía como a las heladas de abril, según apunta José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV). Solo Rías Baixas y Jerez se han apuntado crecimientos.

La cosecha de uva ha sido un 20% menos y podría provocar una subida de precios en los vinos jóvenes

En este caso, Benítez apunta que sí pueden producirse subidas de precios, empezando por los vinos jóvenes, que son los que se consumen en el año siguiente a la cosecha. “Las bodegas deben decidir si suben o no los precios, pero pueden comerse los márgenes por esta situación”, añade. Paradójicamente, en el sector vinícola las cosechas cortas suelen coincidir con mejores calidades. Benítez cree que hay que ser “cautos” todavía pero que es algo que se repite “en líneas generales”. Además, la sequía provoca un adelanto de la vendimia y un aumento del nivel de alcohol.

Pero la preocupación del conjunto del sector agroalimentario español va más allá de esta temporada. Un otoño tan seco como el que estamos teniendo, pese a las precipitaciones que se han producido los últimos días, afecta de lleno al comienzo de la sementera y puede tener un efecto todavía más drástico en el próximo año.

Desde el punto de vista del agricultor, la falta de confianza en que lo que se siembre se vaya a poder explotar hace que se vaya “con mucho retraso”, tal y como confirman desde Asaja.

En todos los puntos del sector hay confianza en que vuelva a llover. “Todavía hay un poco de margen”, apuntan desde dicha organización agraria. Sin embargo, también reconocen que “no va a haber un cambio de un día para otro”. En este sentido, Senovilla, de la UPA, señala que tendría que llover en los próximos meses el doble de lo normal para remontar la situación actual.

La capacidad de los pantanos españoles está en el 36,5%, cuando la media a estas fechas es del 54%

Los recursos hídricos en los embalses españoles en niveles preocupantes. Según informó esta semana el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, la reserva hidráulica en España está en el 36,5% de su capacidad. La media de los últimos 10 años se encontraba en estas fechas por encima del 54%.

Esta situación de recursos puede traducirse en cortes de suministro de no producirse el cambio de tendencia y la vuelta a las precipitaciones de forma generalizada. Este hecho afectará también al regadío, que se había mantenido como una alternativa para asegurar parte de la producción, como ocurre en el caso del olivar, según señala Fernández, de Anierac.

De esta forma, entrará en jaque otra de las industrias importantes de nuestro país, la hortofrutícola. Las hortalizas están consideradas como uno de los productos con mayor valor añadido para el sector, según se comenta desde Asaja y del que algunas regiones dependen de manera importante.

Además, se trata de un producto muy enfocado a la exportación, lo que también puede afectar a la balanza comercial ssagroalimentaria. La industria venía destacando en los últimos ejercicios el crecimiento continuado de las exportaciones y un superávit comercial que no dejaba de ampliarse. Ahora, nos encontramos en un contexto en el que al haber menos producto se ampliará previsiblemente la importación y, paralelamente, habrá menos capacidad de exportar.

Los riesgos de una sequía crónica en España

El sector coincide señalar que se trata de una sequía excepcional, por su duración y porque afecta a todos los puntos de la Península. Sin embargo, el temor reside en que se pueda perpetuar, debido al cambio climático. Por ejemplo, Benítez, de la FEV, asegura que ya existe una tendencia en los últimos 15 años en la que el grado de alcohol no ha dejado de subir debido a la sequía y a las altas temperaturas. Por ello, la patronal del vino ha decidido abrir un proceso de estudio con distintas administraciones para fomentar la investigación y la innovación de las empresas de cara al nuevo contexto.

La propia ministra del ramo, Isabel García Tejerina, ha llegado a declarar recientemente el la sequía “ha llegado para quedarse”, por lo que animó a trabajar por una mejor “planificación” en el uso del agua. La ministra destacó los sistemas que ya existen y puso como ejemplo el caso de Murcia, donde se encadenan ya cinco años de sequía pero el año pasado se elevó en un 10% la producción de hortalizas.

La reivindicación de un nuevo modelo de gestión del agua también llega de parte de los agricultores quienes piden un nuevo esquema de uso de los recursos hídricos. Senovilla, de UPA, señala que “hay que abrir un debate sobre el sistema de gestión del agua” y no quedarse en el corto plazo de esta sequía. Blanco, de Coag, asegura que la solución no puede pasar por cortar el agua a los productores. “No es malgasto de agua, se invierte para producir alimentos”, subraya. “España ya es líder en el ahorro de agua para la agricultura, ya hemos hecho muchos esfuerzos”.

Fernández, de Anierac, recuerda que los sistemas de riego avanzados permiten asegurar parte de la cosecha ante situaciones de mucha sequía sin un gran gasto de agua. En España, de los 2 millones de hectáreas de olivos, 750.000 son de regadío, señala.

Los productores reclaman un nuevo sistema de ayudas ante las sequías

Las organizaciones agrarias apuntan a la necesidad de avanzar en los recursos tecnológicos para hacer frente a un contexto de sequías recurrentes. Para ello, Miguel Blanco, de Coag, pide un sistema de ayudas para que los pequeños productores puedan abordar la transformación de sus explotaciones.

Asaja se encuentra a la espera de que el Ministerio convoque la Mesa de la Sequía para valorar las ayudas necesarias para poder salir de la situación actual en la que se prevén pérdidas millonarias para los productores. Tejerina anunció antes del verano un primer plan de ayudas, aunque Coag y UPA ya han señalado que las consideran insuficientes. Estas organizaciones dudan del sistema de avales y consideran que se deberían adaptar las ayudas para las necesidades de cada productor. “El sistema actual no está funcionando bien”, asegura Senovilla.

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