Telefónica coloca híbridos por 1.000 millones, con el cupón más barato de su historia
El cupón se sitúa finalmente en el 2,625% Sabadell emite un bono a 5 años con peticiones por cerca de 3.000 millones
Las empresas españolas continúan acudiendo al mercado de capitales para captar financiación lo más barata posible, antes de que la reducción de las compras de deuda del BCE a partir de enero pueda elevar, aunque sea ligeramente, el coste de financiación. Hoy han lanzado emisiones de deuda Telefónica y Sabadell, que están registrando fuerte demanda.
Así, Telefónica ha colocado una nueva emisión de obligaciones perpetuas subordinadas (Undated Deeply Subordinated Guaranteed Fixed Rate Reset Securities) por un importe de 1.000 millones de euros, rescatable a partir del quinto año y medio (junio 2023) a opción del emisor, según ha señalado la operadora en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Es su primera colocación en este ámbito desde septiembre de 2016.
La elevada demanda por parte de los inversores ha permitido a la teleco fijar el cupón en el 2,625%, 25 puntos básicos por debajo de las indicaciones iniciales, en el entorno del 2,875%, según señalan fuentes del mercado. Este es el cupón más bajo pagado por Telefónica en una emisión de híbridos en euros en su historia.
Estas fuentes indican que nuevo cupón se sitúa un 30% por debajo del cupón del último híbrido emitido por Telefónica en septiembre de 2016 al mismo plazo y que se fijó entonces en el 3,75%.
En el hecho relevante, la empresa ha indicado que, a partir del 7 de junio de 2023, devengarán un interés fijo igual al tipo swap a 5 años aplicable más un margen del 2,327% anual hasta el 7 de junio de 2028, del 2,577% anual hasta el 7 de junio de 2043, y desde el 3,327% anual desde esa fecha.
La operación ha tenido una buena recepción por los inversores institucionales. El libro de órdenes final se situó en los 2.000 millones de euros, lo que supone una sobresuscripción de dos veces. En la emisión han participado cerca de 200 inversores, de los cuales más de 95% han sido inversores internacionales.
Desde 2013, Telefónica ha realizado hasta siete emisiones de deuda híbrida, sin vencimiento, por un importe total de 5.950 millones de euros. La última, por un importe de 1.000 millones, tuvo lugar en septiembre de 2016.
La emisión se enmarca dentro de la “prudente política financiera” de Telefónica, que en los últimos años ha trabajado en reforzar su balance y estructura de capital, mejorar su solvencia y contribuir a afianzar su objetivo de mantener una calificación crediticia de grado de inversión sólida, tal y como ha defendido su presidente, José María Álvarez-Pallete, desde su llegada al cargo en abril del pasado año.
Con esta nueva emisión, la actividad de financiación del grupo Telefónica en lo que va de año se sitúa por encima de los 9.000 millones de euros. Al cierre del tercer trimestre, la teleco contaba con una posición de liquidez de 18.500 millones de euros. El coste del interés de la deuda se situó a final de septiembre en el 3,23%, 0,71 puntos porcentuales menos que en la misma fecha del año anterior. Telefónica, igualmente, afronta vencimientos de deuda por 4.700 millones en 2018 y de 6.900 en 2019.
En este sentido, la operadora, a través de su filial Telefónica Brasil, colocó obligaciones por un total de 1.000 millones de reales (unos 264 millones de euros) la pasada semana. Estos recursos se destinarán a refinanciar deuda viva o bien para financiar las operaciones de la propia compañía, según detalló la teleco.
La agencia de rating Moody's ha concedido a la emisión híbrida cerrada hoy una calificación de "Ba2", por debajo del grado de inversión, al ser una deuda "altamente subordinada". "EStá dos escalones por debajo del rating Baa3 de la deuda senior de Telefónica principalmente porque el instrumento está muy subordinado a otra deuda en la estructura de capital", explica Moody's.
La deuda híbrida es la considerada de mayor riesgo, ya que es la que primero se convierte en capital en caso de necesidad de responder ante los acreedores, pero aun así está teniendo una muy buena acogida en el mercado. Iberdrola lanzó 1.000 millones de euros en bonos híbridos verdes hace unas semanas al 1,88% y Ferrovial emitió también recientemente deuda híbrida, por 500 millones de euros, al 2,12%.
Sabadell es otra de las compañías que ya ha emitido deuda en el mes de noviembre, tras haber lanzado bonos contingentes convertibles -el tipo de deuda más costosa para la banca- por 400 millones de euros al 6,125%. Hoy vuelve a acudir al mercado con la emisión de un bono por 1.000 millones de euros a 5 años, tras registrar una demanda de más de 2.900 millones. Esta demanda ha permitido rebajar el precio de la colocación, desde una horquilla inicial de entre 85 a 90 puntos básicos sobre midswap a los 73 puntos básicos.
La abundante liquidez y la escasez de alternativas con las que obtener rentabilidad, en un entorno de tipos en mínimos, está sirviendo para sostener la demanda de los inversores en las emisiones de deuda híbrida, que arrojan los cupones más elevados. Por su parte, las empresas están aprovechando ese apetito para financiarse a precios aún baratos y para anticiparse también a los vencimientos de deuda del próximo año, ya sea con nuevas emisiones -más baratas que las de años atrás- o con la amortización anticipada de emisiones.
ArcelorMittal ha cerrado la amortización anticipada de un bono con un interés del 6,125% que vencía el 1 de junio de 2018 por un importe principal de 1.500 millones de dólares. Ha amortizado los 643,5 millones de dólares que quedaban de capital pendiente de esa emisión, según ha explicado hoy en un hecho relevante a la CNMV.