Agentes europeos de patentes: un perfil cada vez más solicitado en los bufetes especializados
Es una salida profesional para perfiles técnicos muy desconocida A los despachos especializados les cuesta cubrir este tipo de vacantes
Un ingeniero, un farmacéutico o un físico son perfiles cada vez más habituales en los despachos de abogados especializados en propiedad intelectual e industrial. Los agentes europeos de patentes son una salida muy poco conocida en España para aquellos con titulaciones técnicas o científicas. Esta figura aparece regulada en el Convenio de Munich sobre Concesión de Patentes Europeas de 1973, al que nuestro país se adhirió en 1986. Sin embargo, como destaca Nuria Marcos, directora general de Pons IP, "en un principio a los agentes nacionales de patentes se les convalidó su título por el de agentes europeos de patentes, a pesar de que los requisitos son muy distintos, y no es hasta principios del siglo XXI cuando surgen en España los primeros agentes europeos de patentes cualificados".
Patricia Koch, socia de Balder, añade que "el acceso a la profesión de agente de patentes hasta hace unos 15 ó 20 años era prácticamente hereditario en las agencias de patentes tradicionales, esencialmente familiares, y no había una tradición de prepararse y presentarse al examen oficial para ser agente europeo de patentes. No ha sido hasta principios de siglo con la aparición de los despachos profesionales modernos cuando se ha fomentado que los técnicos conozcan mejor esta profesión y cómo acceder a ella".
Es por ello, que en nuestro país sólo hay 166 agentes europeos de patentes que hayan superado el examen oficial de la Oficina Europea de Patentes (OEP), el European Qualifying Examination (EQE). Una cifra bastante baja si la comparamos por ejemplo, con la de Alemania, donde solo en este último año han pasado este examen 178 personas, y en total desde que entró en vigor el convenio de Munich, superan los 4000 agentes cualificados.
A esto se le añade que en España en las carreras técnicas, no se estudia esa posibilidad de enfocar la vida profesional como agente de patentes. Así lo señala Isabel Pato, agente de patentes europeas y socia de Balder, "en estas carreras no se explica qué es una patente, para qué sirve o por qué tiene interés para un técnico, la mera denominación inglesa patent attorney induce a error, porque muchos piensan equivocadamente que es una especialidad para un abogado".
No cabe duda de que estos hechos avalan que se trata de una profesión poco conocida en España, por lo que muchas firmas especializadas en patentes buscan estos perfiles en otros países como Alemania o reclutan titulados en ingenierías o ciencias a los que forman para superar el EQE. Esta última opción es la escogida por firmas legal especializadas en patentes como Balder o Pons IP.
Nuria Marcos reconoce que "hasta hace unos años en España no se pedía ese nivel de profesionalización en el ámbito de las patentes que sin embargo es muy necesario", ya que en su opinión, "un abogado no puede tener el fondo técnico que si tendrá el agente europeo de patentes para redactar una patente que resulte suficientemente sólida". En consecuencia, en Pons IP a la hora de incorporar estos perfiles valoran un conocimiento experto muy alto, por ello, muchos de sus técnicos o científicos son doctores en sus disciplinas, a los que posteriormente forman para acceder al examen y obtener la titulación de agente europeo de patentes. Actualmente, la firma cuenta con seis agentes de patentes cualificados incluidos sus dos socios fundadores. Dentro del despacho estos agentes se dedican fundamentalmente a la redacción de las patentes así como la elaboración de informes técnicos o de alegaciones a las oficinas de patentes.
Por su parte en Balder cuenta con diez agentes europeos de patentes cualificados y cuatro en formación para superar el EQE. Desde la firma insisten en que "su funcionamiento dentro del despacho se basa en una colaboración constante con el equipo de abogados, intercambiando opiniones sobre cómo se interpretaría una característica determinada desde un punto de vista técnico, y desde un punto de vista jurídico". Y consideran que la función de los agentes europeos de patentes es importantísima porque "ayudan a sus clientes a conseguir patentes que sirvan para proteger los resultados de sus esfuerzos e inversiones de forma adecuada en toda la Unión Europea, para maximizar sus derechos de exclusividad, y evitar que sus competidores patenten más de lo que se merecen". Este es uno de los motivos por los que en Balder valoran especialmente que estos perfiles cuenten con un altísmo nivel de inglés imprescindible para manejarse entre patentes europeas.
Requisitos para realizar el examen de agente europeo de patentes (EQE)
- Titulación superior científica o técnica. Aunque en caso de no tenerla también podrán ser admitidos aquellos que acrediten experiencia demostrable de al menos tres años en el campo de las patentes.
- Experiencia profesional de al menos tres años bajo la supervisión de un representante profesional o como empleado o ayudante de un empleado que se ocupe de asuntos relacionados con patentes en una empresa establecida en uno de los países contratantes. La experiencia exigida a quienes no cuenten con una titulación será de seis años.
- Los formularios de examen se entregan en las tres lenguas oficiales de la Oficina Europea de Patentes (inglés, francés y alemán), aunque pueden contestarse en alguna de las lenguas oficiales de los países contratantes.
- El examen consta de cuatro pruebas en las que los candidatos deberán demostrar un conocimiento profundo del derecho de patentes, el tratado de cooperación en materia de patentes, el convenio de París, la jurisprudencia de la cámara de recurso de la OEP y determinadas legislaciones nacionales de los países miembros.
- El pago de la tasa para la realización del examen.