La política, el principal escollo para la senda verde en energía
Los partidos están divididos en cuanto a la velocidad con que debe realizarse el cambio Las empresas reclaman seguridad jurídica y una planificación a largo plazo
Los políticos dan largas, divididos por los detalles aunque no por el objetivo; los empresarios piden que se apruebe lo antes posible una ley de cambio climático y transición energética, que dé garantías jurídicas y aclare el inestable sector de las energías renovables.
La interconexión con el resto de Europa y, sobre todo, decidir cuál será el modelo energético del futuro son algunas de las claves que se han abordado esta semana en eI Congreso de Energías Renovables, celebrado en Madrid y organizado por la asociación de productores APPA.
De fondo, las medidas que quiere aprobar la UE para impulsar definitivamente la transición a las energías limpias, aumentando la transparencia y unificando las regulaciones, y que se ha dado en llamar paquete de invierno. Las autoridades españolas se han mostrado reacias a ceder competencias tarifarias. Los empresarios de las renovables creen que no debemos tener problemas para adaptarnos a las exigencias de Europa, pero que falta voluntad política para tomar decisiones.
La oferta energética ha crecido en los últimos años, tanto en generación interior como gracias a la interconexión con el resto de Europa a través de Francia. En cambio, la demanda “es la de hace 13 años”, señala RafaelMateo,CEO de Acciona Energía.
Tres décadas de evolución
En el I Congreso de Energías Renovables se han repasado los 30 años de existencia de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA).
“APPA era en los inicios un club de emprendedores, un grupo de gente dispuesta a invertir en tecnologías nuevas”, recuerda Carmen Becerril, exdirectora general del IDAE.
“Con el tiempo, las grandes empresas de servicios han sabido asumir que las renovables son el futuro y se han incorporado”, añade.
“Tenemos una potencia instalada cuatro veces superior a la punta de demanda. Lo que hay que hacer es un plan ordenador de la capacidad. No podemos hablar de nuevas interconexiones submarinas con Francia sin quitar antes capacidad obsoleta, sucia”, en referencia a las fuentes fósiles.“La ley debe incluir un calendario obligatorio de retirada y entrada de nuevos activos”.
“España cuenta con recursos solares y fotovoltaicos para reemplazar los combustibles fósiles, siguiendo las directivas europeas”, en opinión de Ignacio Colmenares, vicepresidente y CEO de Ence Energía y Celulosa. El problema, a juicio de los empresarios, es el cortoplacismo regulatorio. “Deberíamos estar construyendo la energía de 2030 y planificando y regulando la de 2050, y todavía estamos con lo de 2020. La rentabilidad razonable debe estar clara en la ley”.
“No hacen falta soluciones geniales, solo un poco de planificación”, señala José Luis Martínez Dalmau, presidente y consejero delegado de la eólica Saeta Yield, quien destaca que el sistema carece “de los desequilibrios del pasado” y está “muy diversificado”, pero que hay apostar por la descarbonización.
En su opinión, lo importante no es que haya una ley sobre cambio climático, “porque el sector va a cambiar mucho y habrá que adaptarse a ello”, sino “el acuerdo que haya detrás sobre los principios generales y, desde luego, sobre la importancia de la seguridad jurídica”.
60%-70%
de penetración de las tecnologías limpias en España es el porcentaje mínimo que debería alcanzarse para garantizar una cuota en el mix eléctrico del 27%-35%, que son los niveles que se plantea la UE; la ratio actual es del 40%.
El eurodiputado José Blanco, ponente de la directiva europea de renovables, está negociando que esta establezca las compensaciones necesarias en caso de cambios externos.
Los partidos políticos coinciden en que la transición a las renovables es imparable, pero discrepan en la velocidad a la que hay que aplicarla. “Es una decisión estratégica: ¿queremos liderar el cambio o ir a remolque de lo que se apruebe a nivel europeo?”, resume Josep Vendrell, portavoz de Unidos Podemos en la Comisión de Energía del Congreso. “¿Van a ser las grandes empresas las que lo lideren o van a ser las pymes, los ciudadanos...?”.
Según su homólogo del PP, Guillermo Mariscal, va a haber “una estrategia a largo plazo”, pero para ello los diferentes grupos políticos “tendrán que dejar de lado sus prejuicios y despolitizar las distintas energías”. Habrá que sacar tecnologías del mix eléctrico, recalcó Mariscal, pero habrá que hacerlo con cuidado. “Si quitamos la nuclear de repente, ¿cómo se garantiza el suministro?”.
Pilar Lucio, portavoz socialista en la comisión, criticó el “apretón del vago” que ha dado elGobierno en el último año, con enormes adjudicaciones de renovables mediante subastas de casi 9.000 megavatios. “Son un mecanismo adecuado, pero planificadas de otra forma”.
Los representantes empresariales lamentaron que estas concesiones, previstas para 2020, “provocarán un calentón de instalaciones y permisos que difícilmente podrá obtener financiación”, en palabras de Ignacio Colmenares, de Ence. “Debería hacerse a ocho años vista, con tranquilidad”.
Acciona Energía, por ejemplo, no ha participado en las subastas “para no invertir en un mercado sobrecapacitado”, según Rafael Mateo. Entre los políticos, Ciudadanos reconoce “dudas” en cuanto a los plazos de esta fórmula, y Unidos Podemos defiende una mejor planificación y concentrar los proyectos en territorios con presencia importante de centrales nucleares y térmicas, precisamente para favorecer la transición en esas zonas.
El representante del partido en el Gobierno, Guillermo Mariscal, reconoce que va a ser difícil que todos los megavatios concedidos funcionen en la fecha prevista, pero defiende que las subastas son“una señal lanzada al sector”.
Sostiene el PSOE que la ley de cambio climático incluya una fiscalidad ambiental adecuada. “España tiene un enorme margen al respecto”, explica Lucio. En su opinión, es fundamental que todos los ministerios competentes remen en la misma dirección.
Javier Viñarás, adjunto a la portavoz de Ciudadanos, destaca la labor del Ministerio de Medio Ambiente, aunque dice tener “muchas dudas” sobre la voluntad del departamento de Energía.Su responsable, Álvaro Nadal, se ha mostrado muy crítico con diversos aspectos del cambio energético, como el autoconsumo. PP y Ciudadanos están negociando esta cuestión en el Congreso, tras el veto de los populares a las propuestas de los otros grupos, mientras que PSOE y Podemos preferían recurrir el veto al TribunalConstitucional.
En lo que coinciden los partidos es en que hay que dar un fuerte impulso al cambio energético en el sector del transporte, muy poco descarbonizado respecto al eléctrico. También reconocieron los grupos, delante de los representantes del sector, que se ha “criminalizado” –en palabras de Vendrell– a las energías renovables, acusándolas de ser las culpables del déficit de tarifa eléctrico.
Los políticos apuestan por la prudencia, pero en algún momento tendrán que tomar decisiones.
Los principales desafíos del futuro
Para las energías renovables, garantizar el almacenamiento es crucial, dada la variabilidad de su producción; también la interconexión es otro factor importante para el equilibrio del sistema en general. De fondo, los objetivos europeos de penetración de tecnologías limpias y el autoconsumo.
Almacenamiento mediante batería. “Es una tecnología potencialmente disruptiva, pero debe ser un catalizador para las renovables, no para almacenar energía fósil”, reclama Rafael Mateo,consejero delegado de Acciona Energía, quien prevé una curva de aprendizaje de unos 15 años hasta que se alcance el 100% de la capacidad necesaria. Tomás Domínguez, director de operación de Red Eléctrica Española (REE), advierte de que todavía tiene mucho que mejorar: “Una batería de ion-litio que guarde la energía que se gasta en España en un día supondría un gasto del 10% del producto interior bruto”, pone como ejemplo.
Interconexión con el resto de Europa. La interconexión no es la panacea, recuerdan los especialistas del sector, puesto que si falta viento enEspaña también faltará en Portugal o Francia. “Es intrínsecamente buena porque conecta el territorio”, explica José Luis Martínez Dalmau, de Saeta Yield, “pero al no haber arreglado antes los desequilibrios internos, genera disfunciones”, en referencia a la potencia instalada en España que se infrautiliza, al optarse por energía procedente de fuera a precios más baratos. Sostiene igualmente Martínez Dalmau que se valore la opción de conectarse a la red europea a través de ReinoUnido, “aunque sea más cara”, para no depender solo de la vía francesa.
Objetivos europeos. En el Primer Congreso de Energías Renovables ha participado José Blanco, eurodiputado socialista y mano derecha de José Luis Rodríguez Zapatero cuando este era presidente del Gobierno. Blanco es ponente de la nueva directiva renovable, y asegura que está a punto de conseguir un compromiso del Parlamento Europeo para fijar un objetivo del 35% para 2030, en cuanto a la proporción de renovables en el mix energético. En cuanto al transporte, la actual directiva fija un 10% para 2020, y Blanco va a proponer un 12% para 2030. “Se trata de potenciar las inversiones, no de frenarlas”, insiste. “Los objetivos para 2020 son poco ambiciosos y 11 países ya los habían alcanzado en 2011”. Defiende el que fuera en su día ministro de Fomento mantener los objetivos vinculantes por país, para sostener la confianza de los inversores. Blanco ha propuesto también establecer un mínimo del 10% para la interconexión de todos los países, y acabar con la situación de “isla energética” de España.
Autoconsumo. Según Blanco, los esquemas regulatorios para el autoconsumo deben garantizar que puedan acceder a él todo tipo de consumidores, no solo los de mayor poder adquisitivo. “Deben evitarse tasas administrativas en exceso”, recalca. En concreto, recuerda que España desaprovecha su gran potencial para la energía solar.