S&P rechaza una bajada del rating a España pero no lo descarta en Cataluña
La comunidad sufrirá una desaceleración si la tensión política se prolonga, advierte Entidades financieras y grandes empresas podrían verse afectadas
La agencia de calificación de riesgos Standard & Poor´s (S&P) emitió un informe este jueves ratificando su impresión de que Cataluña no logrará la independencia y avanzando que no cree que las tensiones secesionistas pasen factura a España.
Sus analistas advierten, sin embargo, que el pulso independentista podría acabar lastrando a la comunidad autónoma y de que prolongar el clima de crispación actual amenaza con tener impacto en los bancos y grandes empresas con exposición a Cataluña.
“Pese a la reciente escalada de tensiones entre el Gobierno central de España y la comunidad autónoma de Cataluña puede llevar a un impasse constitucional, no esperamos que la situación, por sí sola, conduzca a la rebaja de calificaciones” en el país, expone el informe de S&P, matizando que está “la posible excepción de Cataluña”, cuya calificación crediticia soberana a largo plazo fue situada en B+ con perspectiva negativa a comienzos de mes.
En cambio, la nota para España, en BBB+, conserva una perspectiva positiva, “lo que refleja nuestra expectativa de que los fundamentos de la economía española continuarán fortaleciéndose”, resume S&P.
Cataluña, cree S&P, podría caer incluso en una recesión, con el riesgo, dadas sus dificultades financieras, de que acabe incurriendo en impagos a proveedores, o funcionarios en un momento dado, lo que podría poner en peligro ciertos servicios públicos. Conviene recordar, en todo caso, que actualmente el Gobierno central ha tomado el control de las cuentas de la comunidad autónoma.
“Vemos el riesgo de que un periodo prolongado de tensiones políticas podría deprimir la confianza de las empresas y los consumidores, provocando una fuerte desaceleración en Cataluña y la potencial interrupción de negocios en España”, advierte el informe.
El documento señala a las entidades financieras y las grandes empresas con fuerte presencia en Cataluña como las “más directamente afectadas por el riesgo de un aumento de la inseguridad jurídica”.
S&P recuerda que, “pese a la escalada del riesgo político y el malestar social en Cataluña”, de momento no ha cambiado la calificación, ni las perspectivas, que tiene sobre los bancos que operan en la región dado que su “escenario base es que Cataluña seguirá siendo parte de España”.
En este sentido, la agencia de calificación de riesgos valora positivamente la decisión de CaixaBank y Banco Sabadell de mover su sede a otras comunidades autónomas tras el referéndum independentista del 1 de octubre huyendo de la incertidumbre y de asegurarse la protección del Banco Central Europeo (BCE) en el peor de los casos.
Con todo, la agencia subraya que el sector está teniendo que hacer ya importantes esfuerzos para tranquilizar a su clientela y atajar la fuga de depósitos. Si la situación de incertidumbre se agrava, señalan desde la agencia, la economía catalana, e incluso las perspectivas de crecimiento de España podrían peligrar lastrando especialmente al conjunto del sector bancario, por su fuerte exposición a la comunidad.
El informe de la agencia detalla que, en términos de riesgo, Cataluña supone más de un 25% de la exposición doméstica de Banco Sabadell, más del 20% de la de CaixaBank, cerca de un 20% de la de BBVA, más del 15% de la de Banco Santander; por encima del 10% de la de Bankinter; algo por debajo de la de Bankia; y en el entorno del 5% para entidades menores como Ibercaja, Abanca o Kuktxabank.
Guindos solo ve impacto en el turismo
“El impacto ha sido muy pequeño”, aseguró ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, sobre las consecuencias económicas de desafío independentista en Cataluña. En una entrevista a la televisión estadounidense CNBC, concedida durante su visita a Washington con motivo de la reunión de los responsables de Economía del G20 y de la asamblea anual del FMI, Guindos expuso que el impacto se ha limitado al turismo. “El único indicativo sobre la incertidumbre generada por la situación en Cataluña es el impacto en el flujo de turistas en Cataluña. Hemos visto una reducción en la cantidad de turistas que vienen a Cataluña”, expuso, coincidiendo con quejas de los hosteleros catalanes por la caída de la ocupación.