Planes de pensiones del futuro: comisiones más baratas y más gestión pasiva
La rebaja de la comisión máxima de gestión al 1,25% va a forzar un abaratamiento del producto El sector reclama más estímulos para incentivar un ritmo de aportaciones todavía escaso
El sector financiero no ceja en su insistencia en recordar que las pensiones públicas del futuro serán muy distintas a las actuales, un mensaje lanzado también por el Gobierno aunque con la cautela de no crear alarma en una cuestión de extremada sensibilidad para la opinión pública. La necesidad de hacer sostenible de cara al futuro el sistema público de pensiones es una realidad a la vista del envejecimiento de la población y ante esta perspectiva, cobra importancia la construcción de un ahorro de cara a la jubilación.
Los planes de pensiones privados son el vehículo más extendido, y más incentivado, para crear ese colchón financiero para el retiro. Pero sus actuales beneficios fiscales no bastan para impulsar su contratación de forma generalizada, en especial entre los ciudadanos más jóvenes y de mediana edad sobre los que más impactará la reducción que se prevé a futuro sobre la pensión pública. Las aceptables condiciones en que los ciudadanos se jubilan en la actualidad, la escasa tradición de ahorro privado para la jubilación y los estragos de una crisis que ha creado precariedad laboral y reducido con fuerza los salarios son factores que juegan en contra del despegue de los planes de pensiones, en los que también juega un papel crucial el coste. Es decir la comisión de gestión que el partícipe va a estar pagando durante años.
El Gobierno ha anunciado recientemente un par de medidas con las que pretende incentivar la contratación de planes de pensiones privados. Tendrán más liquidez, puesto que podrán rescatarse al cabo de diez años sin que sean necesario estar en paro de larga duración o sufrir una enfermedad, únicos supuestos para el reembolso anticipado. Así, los planes que se contrataran en 2015 podrán ya rescatarse en 2025. Y en materia de comisiones, el Gobierno establece que la comisión de gestión máxima baje del 1,5% actual al 1,25%.
Esta medida promete tener un impacto significativo y contribuir a un abaratamiento general del producto. De hecho, el 58% de los planes de pensiones soportan actualmente una comisión de gestión superior al 1,25%, según datos de Morningstar. Además, los planes de pensiones de mayor volumen de patrimonio apuran la comisión de gestión máxima, hasta ahora en el 1,5%. El CaixaBank Equilibrio y el CaixaBank Crecimiento –los dos mayores planes del mercado, con patrimonio de 3.987 y 2.166 millones de euros, respectivamente– tienen ambos una comisión de gestión del 1,5%, según datos facilitados por Vdos. También sucede con los dos planes que les siguen en el ránking por tamaño –el Santander Prudente y Santander Moderado–, con patrimonio de 1.923 y 1.564 millones de euros.
El abaratamiento de los planes de pensiones será sin duda una buena noticia para sus partícipes, aunque también haya productos en los que la comisión elevada se justifica por una buena gestión y alta rentabilidad. Así, en los planes de pensiones más rentables es frecuente el cobro de la comisión máxima, que ahora deberá descender. Sucede con los planes de Bolsa más rentables en lo que va de año.
En los planes de renta variable, en los que el coste de gestión suele ser más elevado, el que más gana en 2017 es el Lierde Plan de Pensiones Bolsa, con comisión de gestión del 1,5%. La misma que también aplican los planes de Bolsa emergente de CaixaBank y Caser y el Magallanes Acciones Europeas, en los primeros puestos de rentabilidad. Con una mayor perspectiva temporal –clave para valorar la calidad de gestión de un producto pensado para el largo plazo–, los planes de Bolsa más rentables también cobran el 1,5% de comisión de gestión (ver gráfico), con la excepción del plan de ING de Bolsa estadounidense, que ya se ajusta al nuevo máximo del 1,25%.
En la familia de planes de renta fija mixta, en la que se concentra el mayor volumen de patrimonio y partícipes, también abundan las comisiones de gestión superiores al 1,25% para los productos más rentables. Es el caso del Bestinver Ahorro o el Merchbanc Global, los que más rentan en la última década y que ahora cobran el 1,5% por la gestión. El segundo de ellos es además el más rentable en su categoría en este año, según Vdos.
Los planes de más patrimonio y los más rentables superan el 1,25% de comisión de gestión, el nuevo tope marcado por el Gobierno
En un producto de ahorro con vocación de largo plazo, la comisión de gestión es sin duda un factor importante. Y en la lucha por captar el nuevo mercado que se abre ante la necesidad de ahorrar para la jubilación, están surgiendo iniciativas que apuestan claramente por unas comisiones de gestión bajas. Morningstar y CNP Partners acaban de presentar una nueva iniciativa por la que lanzan tres planes de pensiones con una comisión total del 0,72% –0,65% de gestión más 0,07% de depósito–. Y en su web permiten comparar el coste de sus productos frente al de cualquier otro. Una comisión del 0,72% permite por ejemplo un ahorro al cabo de 20 años de 1.301 euros frente al plan más voluminoso, el CaixaBank Equilibrio, con comisión de gestión del 1,5% más el 0,25% de depósito.
Frente al dominio de la banca en la comercialización y gestión de planes de pensiones, están creciendo las iniciativas que apuestan por la venta únicamente por internet y por planes de gestión pasiva, con comisiones evidentemente más bajas. “El ajuste en comisiones es positivo para el partícipe, aunque la gestión pasiva no necesariamente suponga mejores rentabilidades”, advierte Xavier Bellavista, director de inversiones de Mercer. En su opinión, la clave para una buena gestión pasiva está en la adecuada asignación de activos, de modo que el plan invierta –ya sea a través de ETF o en fondos indexados– en el activo con más rentabilidad, lo que evidentemente requiere de un buen gestor. Bellavista recuerda que, en una inversión a largo plazo, la gran parte de la rentabilidad depende de la estrategia de inversión elegida y solo una pequeña parte, de la toma de posiciones cortoplacistas.
“La comisión de gestión es sin duda un factor a tener en cuenta pero no es determinante. Es muy importante que el plan de pensiones se ajuste al perfil de riesgo y que acompañe al cliente en todo el proceso de ahorro porque es a muy largo plazo”, afirma Silvia Ávila, responsable de bancaseguros de Banco Sabadell. La ejecutiva defiende además que “la industria ha hecho una apuesta con sentido por la gestión activa de los planes de pensiones. Son planes para un ciclo de vida, con la lógica de la inversión a medio plazo”.
La rebaja de comisiones máximas en los planes de pensiones y la creciente alternativa a la oferta bancaria que supone la irrupción de plataformas especializadas en gestión pasiva y venta por internet –como Finizens o Indexa Capital– van a jugar a favor del abaratamiento del producto. En el sector advierten sin embargo de que una rebaja de comisiones no basta para favorecer el despeque de las aportaciones. De hecho, el Gobierno ya estableció en 2014 una rebaja de la comisión de gestión máxima desde el 2% al 1,5%. Desde aquel año, el número de partícipes de planes de pensiones individuales ha descendido desde los 7,85 millones a los 7,62 millones de junio de 2017.
“La rebaja de comisiones ya se aplicó y apenas ha logrado impulsar la contratación de planes de pensiones. Llevamos muchos años con pequeños gestos pero hay que abordar con más profundidad el problema del ahorro para la jubilación”, señala Bellavista. Para el consultor, la gran referencia es Reino Unido, donde casi es obligatoria la contratación de un plan de pensiones de empleo. La empresa lo ofrece en todo caso, si bien el trabajador puede rechazarlo.
La banca insiste en la necesidad de concienciar de que, a futuro, la pensión pública no será suficiente y reclaman que el Gobierno cumpla con su proyecto, aparcado por cálculos electorales, de enviar a los trabajadores de más de 50 años una carta con la pensión que cobrarán. El sector teme también un volumen importante de reembolsos al cabo de 10 años, si bien el partícipe deberá tener en cuenta que la prestación tributará a su tipo marginal –superior cuando se está en activo–. Los planes de pensiones serán por tanto más líquidos y algo más baratos pero de su rentabilidad y de la planificación con que ahorre el partícipe dependerá también que cumplan plenamente con su papel.